Mi devoción por la saga Assassin’s Creed no debería pillaros por sorpresa, y es que siempre la he defendido a capa y espada. No es que sea un fanboy (o no lo creo, vaya), porque igual que siempre la recomiendo (especialmente a partir de la segunda entrega, donde se inician las aventuras de Ezio), soy consciente de que no es una saga exenta de fallos y mejorable. Por esto (o porque mis compañeros se negaron, aún no lo se) supongo que he sido el elegido para hablaros de la última entrega de la saga, Assassin’s Creed: Revelations, en este análisis.
A nivel argumental estamos ante una continuación directa de los hechos vistos en Assassin’s Creed: La Hermandad, que a su vez es una continuación directa de lo sucedido en Assassin’s Creed II. Por tanto, es lógico pensar que comparte protagonistas (Ezio y Desmond), pero además hay que matizar y decir que a la fiesta se une Altaïr (protagonista de la primera entrega), del que en algunos momentos del juego conoceremos más detalles gracias a unos niveles jugables con dicho personaje. En este episodio de la saga, Ezio es ya un asesino curtido (vaya, para que nos entendamos, que ya tiene una edad) y tiene una reputación labrada en el credo de los asesinos. En su lucha con los templarios, llega a Masyaf (para los que no lo recordéis o no lo sepáis, Masyaf es una ciudad siria coronada por un gran castillo medieval que en estos juegos hizo de cuartel general de los asesinos durante la Edad Media), donde es apresado por los templarios. En su lucha por escapar (que, a su vez, hará de tutorial / recordatorio) encuentra la biblioteca de Altaïr, pero ésta está sellada y es necesario encontrar 5 artefactos que actúan como llave. Ezio descubre que estas llaves se enviaron a Constantinopla, que los templarios van tras éstas y, lo peor de todo, que ya tienen una en su poder.
Por tanto, Ezio debe ser más rápido y más listo que sus adversarios. A partir de aquí, que es cuando realmente empieza el juego, encontraremos diversos personajes que nos ayudaran (y otros que querrán evitar que cumplamos nuestra misión). A esta parte de la trama, que es la principal, lo cierto es que le falta algo de ritmo, y es que hay mucho momentos en los que parece que quiere pasar algo que nunca llega. Además, algunos personajes no están todo lo aprovechados que deberían. Otro detalle que no acaba de convencer a nivel argumental es el uso que se le da a Desmond, y es que si bien se nos narra un poco el origen del personaje, lo cierto es que realmente no aporta gran cosa porque muchos de los detalles que se comentan ya se habían explicado en entregas anteriores (o, al menos, se intuían). Y ya no digamos Altaïr, porque las supuestas «revelaciones» de las que hace gala el título acaban siendo unas explicaciones un tanto flojas. Vaya, que en general, y sin estar mal argumentalmente, sí que es el título más flojo de la saga a mi entender.
Por contra, a nivel jugable, y bajo mi punto de vista, es la entrega más completa y pulida. Pese a la eliminación de algunas características del anterior título de la saga (básicamente el poder ir a caballo dentro de la ciudad. Bueno, de hecho, en esta entrega no iremos a caballo, ni dentro ni fuera de la ciudad) y se echan en falta algunas misiones secundarias del anterior (sí, me refiero a las de las máquinas de guerra creadas por Leonardo da Vinci), ahora es más agradable (y fácil) que nunca pasearse por los tejados de la ciudad y el combate es aún más satisfactorio que en Assassin’s Creed: La Hermandad. Esto se debe a que, pese a que el juego se mantiene casi intacto en esos dos aspectos (combate y «movilidad»), la inclusión de un gancho que nos ayuda a atacar y a desplazarnos por el escenario se agradece. Algunos dicen que la idea da para más de lo que hay (como arma se usa igual que la hoja oculta, y para movernos «sólo» nos permite agarrarnos a salientes lejanos y usar tirolinas para cruzar rápidamente los tejados de la ciudad), a lo que yo les doy parte de la razón, pero lo cierto sirve para suplir la ausencia de nuestro fiel corcel y para permitir un incremento en la verticalidad de la ciudad sin que se resienta la experiencia del jugador. Otro añadido de esta entrega son las bombas, y estas sí que es cierto que podrían haberse aprovechado más, porque al final acabaremos usando un par de ellas… como mucho. Para que sepáis a qué me refiero, os explicare brevemente el sistema: mientras jugamos se nos recompensará con diferentes materiales (en cofres, al saquear cadáveres, al terminar misiones…) que sirven para hacer bombas en los puntos de creación de explosivos repartidos por todo el mapa (bastante numerosos, por cierto). En estos puntos juntaremos 3 materiales (carcasa, pólvora y «relleno») para crear tres tipos de bomba, cada uno con una finalidad diferente (eliminar enemigos, dificultar sus movimientos/percepción o distraerlos).
El problema viene cuando dos de estos tres tipos de bombas no los usaremos (casi) nunca: el de distraer enemigos, puesto que siempre es más fácil, efectivo y/o espectacular mandar a los discípulos asesinos (siempre y cuando los tengamos disponibles. Ah, por cierto, ahora pueden llegar al nivel 15, que hasta ahora estaban limitados al nivel 10) o a las facciones que encontraremos por la ciudad (gitanos, ladrones y mercenarios), y el de ralentizar los movimientos enemigos o empeorar su percepción, que al fin y al cabo no es necesario porque no es demasiado complicado vencerles en combate o darles esquinazo. Vaya, que únicamente resultan útiles las bombas que sirven para acabar directamente con los enemigos, aunque lo cierto es que tampoco son necesarias y, normalmente, prescindiremos de ellas. Eso sí, el control del juego responde a la perfección, y es que aunque haya algunos cambios en el esquema de controles (relacionado con la aparición de armas secundarias y el desplazamiento del modo Vista de Águila, que además ha sido modificado, y es que ahora nos permite ver las rutinas de movimiento de las patrullas y de nuestros objetivos para adelantarnos a ellos y tenderles una emboscada, por ejemplo) a los que me ha costado acostumbrarme, lo cierto es que es más cómodo que en el que disfrutamos en las otras entregas de la saga.
La trama se sigue desarrollando mediante los vídeos al inicio y al final de las misiones principales que encontraremos en el mapa, y lo cierto es que si el argumento no es el mejor, las misiones están a un nivel similar (repito, no es malo, pero si es peor que en las dos entregas pasadas) y es que si bien no son aburridas en ningún momento, lo cierto es que hay varias en las que nos dará la sensación de que son de relleno. ¿Qué quiero decir con esto? Pues, básicamente, que mientras hacemos la misión nos daremos cuenta de que realmente esa misión no aporta nada al juego aparte de alargar la vida del mismo. Ojo, no todas, porque hay algunas realmente buenas, pero sí hay más que en entregas anteriores. Por contra, los desafíos para obtener las llaves de la biblioteca de Altaïr (son los equivalentes a los desafíos que en Assassin’s Creed II nos otorgaban las llaves en las diferentes tumbas de los asesinos, mientras que en Assassin’s Creed: La Hermandad nos recompensaban con las llaves custodiadas por los Hijos de Rómulo) son más espectaculares y variadas, recordando por momentos a la saga Uncharted (por las situaciones y la manera tan cinematográfica de presentarla), y es que se abandona casi totalmente los puzzles que encontrábamos en Assassin’s Creed II para centrarse en el plataformeo y la acción. Un punto que me ha gustado mucho, eso sí, es que ahora los desafíos de sincronización (objetivos secundarios de las misiones para obtener una mejor «puntuación» en la misión, tales como no ser descubiertos o no pisar el suelo, entre otros) son más variados y complicados que en la anterior entrega de la saga, que es cuando aparecieron por primera vez. Otro aspecto mejorado es el de las torres de influencia templaria que debemos conquistar para poder adquirir los negocios y puntos emblemáticos de los diferentes barrios de la ciudad, con lo que se nos otorgarán unos ingresos regulares. Estas torres, que aparecían por primera vez en Assassin’s Creed: La Hermandad, ahora no sólo han de ser capturadas, sino que además deberemos defenderlas (y llegados a cierto punto de la trama, podremos asignarles uno de nuestros discípulos asesinos para que la custodie y evite ataques templarios permanentemente sin que tengamos que preocuparnos). Por desgracia, esto de defenderlas lo haremos mediante un minijuego de estrategia. Y digo por desgracia porque, pese a que podría ser interesante (de hecho, la primera vez que lo probemos es posible que no nos disguste), resulta largo, tedioso, repetitivo y hasta un poco incómodo tener que hacerlo, ya que deberemos defender la posición de las diferentes (y numerosas) oleadas de enemigos templarios y su maquinaria de guerra con nuestros asesinos. Y ya mejor no hablemos de los escenarios en primera persona protagonizados por Desmond, que en ocasiones nos recordarán a Portal… pero sólo a nivel visual. Bueno, a nivel de concepto, a priori, no deberían ser demasiado diferentes, porque estamos ante puzzles en primera persona, pero lo cierto es que estos se resuelven poniendo unas plataformas por las que podemos andar (hay una plana y otra que hace de rampa) con las que deberemos ir de un lado a otro evitando una masa negra mientras tenemos en cuenta que sólo podemos situar nuestras plataformas en las zonas delimitadas para ello, puesto que fuera de las marcas no durarán ni un segundo antes de derrumbarse. No digo que estas secciones sean malas, pero lo cierto es que no acaban de encajar en el conjunto y, además, no llegan al nivel de maestría de la citada saga de VALVe.
Pasando al plano técnico estamos ante la mejor entrega, sin ninguna duda. A nivel gráfico encontraremos la nueva ciudad de Constantinopla, bastante grande y sin tiempos de carga entre zonas (únicamente entre misiones y al entrar o salir de los edificios, algo a lo que la saga nos tiene acostumbrados). Los personajes, sobretodo los principales, lucen mejor modelado y tienen más detalles. Atención especial merece Ezio, con unas animaciones muy cuidadas (tanto las antiguas como algunas de las nuevas, que se muestran principalmente en combate) y una expresión facial mucho más realista que en el pasado. Eso sí, aunque está mejor hecho, y al menos a título personal, lo cierto es que es un poco más difícil empatizar con el personaje debido a su edad y a sus quejas (no son constantes, pero en varios momentos oiremos a Ezio quejarse, con frases del tipo «esto antes era más fácil»). A nivel sonoro seguimos contando con un excepcional doblaje al español, unos sonidos ambientales más que correctos y una banda sonora muy adecuada.
A todo esto hay que añadirle un modo multijugador más que correcto, con diferentes modos y mapas en los que encarnaremos a un miembro de Abstergo que está siendo entrenado en el uso del Ánimus. En él, deberemos enfrentarnos a otros miembros (a veces en equipo, a veces sólo) como si fuésemos asesinos, ya sea en los típicos Deathmatch (aunque el único asesinato que puntúa es el del objetivo que se nos asigna) / Team Deathmatch o en otros modos más «sofisticados», como el de capturar la bandera (bueno, en este caso es una reliquia). Para ello, tendremos a nuestra disposición todos los trucos de los maestros asesinos (y otras exclusivas de esta modalidad), aunque lo cierto es que deberemos adquirir y equipar algunas de las habilidades antes de poder usarlas (por ejemplo la capacidad de cambiar de apariencia). Vaya, que esta experiencia es similar a la que ya vimos en Assassin’s Creed: La Hermandad, pero se ha visto mejorada.
Conclusión
Assassin’s Creed: Revelations es un título notable. Por desgracia, «simplemente» es eso, y no es el título excelente que podía haber sido (y es que, además, Ubisoft nos había acostumbrado a eso con las anteriores entregas de la saga de los asesinos). Vaya, que estamos ante una entrega realmente continuista cuyo principal problema es la falta de ambición, y es que pese a que se introducen novedades interesantes no se aprovecha el potencial que tienen.
Lo mejor:
- Gráficamente muy competente
- Sonido excelente
- Más espectacular y cinematográfico que nunca
- La ambientación de Constantinopla
- Modo multijugador mejorado
- El nuevo sistema de control
- Las bombas y el gancho, muy interesantes…
Lo peor:
- … aunque no se exprimen tanto cómo deberían
- Argumentalmente algo desaprovechado
- Las misiones en primera persona con Desmond y el minijuego de defender las bases de los asesinos son bastante flojos
- Algunas misiones de la trama son puro relleno
Ficha
- Desarrollo: Ubisoft Montreal
- Distribución: Ubisoft
- Lanzamiento: 15/11/2011 en consolas, 2/12/2011 en PC
- Idioma: Totalmente en español
- Precio: 69,99 € versión para consolas, 59,99 € versión para PC
Luis Miguel Calzada says
Estoy de acuerdo en todo menos en lo que comentas de la historia. Está claro que no se avanza demasiado argumentalmente como en el 1 o el 2, pero el argumento es cien mil veces mejor que en La Hermandad, que se resumía en «Los Borgia se han cargado mi villa y matado a mis aliados, así que formo una Hermandad de Asesinos en Roma y me los cargo».
Aquí la historia de Altaïr me ha parecido fantástica y le añadía mucha profundidad al personaje. Con Ezio, la cosa va in crescendo y al final mola mucho, también por su rollo más sentimental y darle la conclusión que se merece este gran personaje (igual que Altaïr). Incluso lo de Desmond, en sus fases cutres, al principio tiene su gracia descubrir sus orígenes, porque yo al menos no lo había deducido.
Y bueno, las revelaciones no nos las dan a nosotros de forma directa, pero sí que ocurren para los personajes, y cómo se deja todo ya preparado para el final de la trilogía con Assassins Creed III este año es una verdadera pasada.
Después de esta parrafada, gran análisis pero discrepo en lo de la historia 😉
Eric Bayona says
Primero de todo, muchas gracias por tu comentario. Dicho esto, paso a argumentar mi opinión (porque sí, esto no deja de tener un punto de opinión, y en el propio análisis remarco en que es la impresión que me dio a mi). Ah, aviso que pese a que no son grandes spoilers, hay algún detalle de la trama que destriparé (queriendo o sin querer, porque hay veces que es inevitable), por lo que recomendaría que los que no habéis acabado el juego dejaseis de leer (y si no me hacéis caso, luego no os quejéis):
Creo que la historia de Ezio es precipitada y floja porque, básicamente, se centra en «Busco las llaves, me encuentro al principe de casualidad, le ayudo un poquitin y a otra cosa mariposa». Creo que se desaprovecha mucho la relación de los asesinos con la casa real y los personajes daban mucho más. Y ya no hablemos de la muchacha esa, que no se le saca ningún partido a la relación, y eso que daba para muchísimo.
La de Altaïr vale, no está tan mal, pero lo cierto es que al haber tenido dos juegos propios (el primer Assassin’s Creed y una entrega para PSP, si no recuerdo mal) no le ha hecho ningún favor, porque aquí han cogido puntos concretos de su vida que estuviesen fuera de esos dos juegos. El problema es que hay algún hecho anterior al que nunca se había hecho referencia y hay factores posteriores que, personalmente, me defraudaron porque no los vi lo suficientemente bien traídos. No digo que esté mal contado, pero me pareció un poco cogido con pinzas.
Y sobre la de Desmond, decir que básicamente se nos cuenta que viene de una granja de la que escapó de bien joven para ir a Nueva York, donde Abstergo lo encontró. Esto ya se sabía porque en anteriores títulos lo comentaba con Lucy. Lo único es que aquí se nos han dado algunos pensamientos, motivaciones y detalles, pero realmente aportar, aporta poco.
Pero bueno, que como ya he dejado claro anteriormente sólo es una opinión y la tuya es bien respetable, eh? Y sí, tal como dices, deja preparado el final para una próxima entrega parece que será un final de ciclo.
PD: Para parrafada, la mia… 😉
Luis Miguel Calzada says
Como tú dices, son diferentes puntos de vista, y para gustos los colores 😉
Aunque la verdad, ahora que lo dices así, pues te voy a tener que dar la razón de que se podría haber hecho bastante más… Supongo que ya me supuso una alegría ver una historia mejor que en La Hermandad jeje
Eric Bayona says
Claro, claro. Los gustos y las opiniones son únicos, y no todo lo que me guste a mi o crea yo tiene por qué coincidir.
Lo que comentas de La Hermandad, lo cierto es que a mi no me pareció peor que este (repito, es una opinión personal), porque si bien era sólo un conflicto, se exprimía mucho más. Aquí lo que han querido hacer es abordar muchos temas y es donde falla para mi gusto, que al no centrarse y hacer esas supuestas revelaciones (como ya has comentado, no se nos hacen a nosotros, sino a un personaje para dejarlo todo preparadito para el próximo juego) se ha desaprovechado el potencial que tenía esta trama.
Lorest says
Tengo que decir que me ha encantado tu analisís y sin duda coincido contigo, incluso en la historia (aunque a mi me ha gustado).
Me jode mucho, porque tambien pienso que la historía esta algo desaprobechada, mas que nada porque me ha llegado hasta interesar mas los fragmentos de altair mas que los de ezio. No sé me esperaba mas sinceramente, aunque aún asi tengo que decir que me ha gustado mucho, para mi la saga assasin’s creed es la mejor saga que ha parido ubisoft en muchos años, y ojalá sigan en esta linea y si se pueden mejorar los aspectos de la historia mucho mejor.
Aunque seamos sinceros, Assasin’s Creed ganó muchos fans con la 2º entrega conociendo a Ezio Auditore, y en la siguiente entrega sin el…van a tener que currarselo muchisimo para que la gente siga enganchada a esta saga, yo desde luego seguiré pero no puedo evitar de pensar que me jode no ver mas a Ezio (sin spoilear nada)
Carles García says
Maravilloso análisis compañero, y coincido plenamente en todo lo que comentas.
La historia es lamentable (lo siento Luismi, pero esto es así), que alguien me explique dónde están estas supuestas revelaciones. Han sudado de la historia de Desmond completamente, y ya me diréis qué gracia tiene controlar a Altair con 92 años o ver como se muere, por no hablar del argumento que le han dado al pobre Ezio, que no se aguanta ni con cola, por el amor de Dios!
Me encanta la saga, pero creo que este juego es un añadido absolutamente prescindible en cuanto a trama. Quien se espere encontrar respuestas lo lleva claro. Ya me diréis qué acontecimientos se supone que continúa respecto la Hermandad