Alpha Protocol

Si hablamos de RPG, la ambientación que se nos viene a la cabeza es la espacial o la de fantasía medieval. Sin embargo, a los chicos de Obsidian Games (que actualmente están trabajando en Fallout: New Vegas) se les ocurrió la idea de acercar este género al mundo del espionaje, y así surgió Alpha Protocol. Tras años de desarrollo, montones de retrasos y ya incluso el plantear la posibilidad de una secuela por fin tenemos el juego en nuestras manos. ¿Habrá conseguido colmar todas las expectativas o todos estos retrasos lo han perjudicado demasiado?

Soy Michael Thorton, y ésta es mi historia

La historia de Alpha Protocol nos pone en la piel de Michael Thorton, la última incorporación a la organización secreta del gobierno de EEUU llamada Alpha Protocol que se encarga de las operaciones especiales que nunca llegan a ver la luz. En nuestra primera misión se nos encomienda investigar el derribo en Oriente Medio de un avión norteamericano lleno de pasajeros con unos misiles de la compañía Hallbech.

A partir de este punto descubriremos una conspiración internacional, y será nuestra tarea el decidir cómo se resuelven las cosas. Así es, seremos nosotros los que tengamos el control sobre las acciones de Michael a nivel argumental. De esta forma, nos tocará elegir entre salvar a una amiga o detener unas bombas, unirnos a los malos o seguir contra ellos, etc. Ésto, unido a la genial forma de narrar la historia hace que la historia sea una auténtica maravilla para los que nos gustan las pelis de espías. Es cierto que muchos personajes son clichés del género, pero el poder elegir cómo nos llevamos con cada uno (yo hice algo parecido a lo que haría Jack Bauer, el prota de «24», junto a una analista tipo Chloe O’Brian) compensa esto. Quizá el mayor punto negativo es que Michael no es demasiado carismático, aunque hay que pensar que esto se debe a que somos nosotros los que tenemos que tomar las decisiones por él y darle una personalidad. Y es que, lo que importa muchas veces no es que se cuente algo novedoso, sino que se cuente de una forma interesante, y eso es lo que hace el juego a la perfección.

Un poco de sigilo por aquí, otro de acción por allá y mucho RPG por todos lados.

En el campo jugable, Alpha Protocol se puede asemejar bastante a Mass Effect, ya que nos encontramos con un control similar al de un shooter en tercera persona y grandes posibilidades de desarrollo de habilidades, aunque vayamos por partes. Al iniciar el juego tendremos que elegir entre distintos orígenes, que pueden ser «Agente de Campo», «Operativo Freelance» o «Recluta». Dependiendo del que escojamos tendremos algunas habilidades más desarrolladas que otras, y algunas conversaciones podrán variar.

Estas habilidades se dividen en «Sigilo», «Uso de determinada arma de fuego», «Cuerpo a cuerpo» o «Resistencia» entre otras. Cada tipo tendrá una línea de desarrollo, y para hacer que avance tendremos que gastar los PA que ganamos con cada subida de nivel. Al llegar a puntos concretos de cada habilidad podremos desbloquear alguna técnica especial que nos será de tremenda habilidad, como la percepción o el poder hacernos invisibles durante unos pocos segundos si somos descubiertos al mejorar el sigilo, mejorar la precisión o poder realizar disparos encadenados con la pistola, y un largo etcétera. Ya os advierto que será imposible que mejoréis todos los aspectos al máximo, por lo que lo mejor será que desarrolléis las habilidades que más vayáis a usar para no desperdiciar estos preciados PA.

A nivel de planteamiento, Alpha Protocol se aleja bastante de una característica propia de los RPG: la libertad. Y es que salvo la posibilidad de elegir el orden en el que queremos visitar las diferentes partes del mundo (primero Arabia Saudí, y luego eligiendo Moscú, Roma o Taipei) y el orden de algunas misiones, todo es completamente lineal. Incluso los niveles propiamente dicho, que no tienen mucho margen para la exploración aparte de algunas salas cerradas. Esto es una lástima, pero con lo absorvente que es la historia tampoco os importará demasiado.

Ya entrando a cómo se juega, nos encontramos una especie de mezcla entre Splinter Cell con cualquier shooter en tercera persona que se precie, pero siempre con elementos propios del RPG. Así, podremos optar por completar los niveles eliminando a los enemigos silenciosamente por la espalda y esquivando los diferentes sistemas de seguridad enemigos, o ir directamente pegando tiros. Ya hagamos una cosa u otra nos encontraremos con montones de elementos divertidos, aunque también con algunos fallos.

Al ir sin que nos detecten tendremos la posibilidad de agacharnos para hacer menos ruido, y así poder eludir a los numerosos guardas que nos encontremos. Sin embargo, contaremos con un peligroso enemigo que durante las primeras horas de juego nos dará algún que otro quebradero de cabeza: la cámara. Ésta se sitúa demasiado cerca de nosotros, y no solo nos perjudicará al intentar ir con cuidado, sino con el movimiento en general. Cuando llevemos varias horas jugando nos llegaremos a acostumbrar, pero podrían haberla hecho mejor.

Si por contra optamos por la acción contamos con movimientos de combate cuerpo a cuerpo y armas de fuego. Al ser un RPG la mecánica de disparo no es exactamente igual que en los shooters debido a que entran en juego las peculiaridades de los diferentes tipos de armas. La pistola será nuestra mejor aliada si queremos realizar disparos a una distancia media, y si contamos con un silenciador para ir con sigilo. Los subfusiles no son muy precisos, pero su cadencia de fuego es excelente. La escopeta es ideal a distancias cortas, pero en las lejanas no es muy efectiva. Por último, el fusil de asalto es el arma más equilibrada al ser excelente para las distancias largas, pero también para las cortas. Cada una tiene un disparo crítico diferente (para la pistola tenemos que tener la mirilla en el enemigo hasta que nos lo indiquen, con el rifle de asalto quedarnos quietos o con el subfusil tener rachas de muertes) que será primordial, ya que de serie las armas no son demasiado precisas, siendo éste un pequeño problema que puede disgustar a más de uno, pero si tenéis paciencia os encantará. Además, podremos usar distintos tipos de munición en cada arma para lograr resultados diferentes, aparte de varios artefactos como granadas, minas, walki-talkies para suprimir las alarmas, etc.

Otro grave problema es la pésima IA, que puede hacer cosas tan estúpidas como perdernos el rastro por girar una esquina o ver algunos cadáveres sin que les importe. No es que haga las cosas aburridas o demasiado malas, pero es un aspecto que se debería de haber trabajado mucho.

Por suerte, de vez en cuando nos encontramos algunos momentos especiales que son bastante buenos, como poder usar un potente rifle de francotirador, abrir cerraduras con un minijuego contrarreloj, o piratear servidores de una forma bastante interesante y que me ha encantado. Algo también bueno es el sistema de cobertura o el de salud, que mezcla una resistencia (algo así como nuestro chaleco antibalas) que se regenera con una salud que no lo hace de forma automática, dándonos así como una segunda barra algo menos efectiva en la recámara antes de recibir verdaderos daños.

Otro aspecto bastante positivo es que, debido a la linealidad, entre misión y misión pasaremos por nuestro piso franco, donde podremos armarmarnos para la próxima misión, personalizar el equipamiento con los accesorios que tengamos, elegir nuestra armadura (serán variadas y algunas serán mejores para la acción o para el sigilo), comprar más armas, responder a los emails, disfrutar de algunos trofeos conseguidos por parte de los personajes, personalizad a Michael (por desgracia no hay muchas opciones) o comprar información para las misiones. Es un buen «kit-kat» que ha sido recreado a la perfección.

¡Pero qué duro es decidir!

Antes hemos comentado que es muy importante la toma de decisiones para el argumento, pero claro, ¿cómo se toman? La mayoría las haremos desde un excelente sistema de conversaciones, elemento muy frecuente en el juego. Este sistema consistirá en pulsar uno de los tres botones disponibles (en algunos momentos especiales serán tres) para dar respuestas profesionales, informales o agresivas durante la mayoría de las veces, mientras que en otras ocasiones serán para hacer diferentes preguntas.

En mitad de los diálogos las diferentes opciones aparecerán, y tendremos que seleccionar una antes de que se acabe el tiempo, que será cuando el otro personaje termine de hablar y nos toque a nosotros. De esta forma, tendremos que ser muy cuidadosos y pensar rápidamente en qué actitud tomar dependiendo del personaje con el que hablemos o de lo que nos hayan dicho antes, ya que cada personaje tiene una personalidad propia y no le agradará el mismo tipo de respuestas que a otro.

Otro aspecto positivo es que no hay decisiones buenas o malas propiamente dichas, sino que simplemente hacemos lo que mejor nos parezca. Y para rematar, en mitad de la conversación veremos qué le ha parecido nuestra respuesta al otro personaje, creando así un sencillo pero efectivo sistema de relaciones.

De esta forma, a nuestros jefes les gustará que seamos profesionales, a otro le gustará que seamos paranoicos y descerabrados, a otro que seamos directos, etc, y será nuestra tarea ver cuándo tenemos que actuar de cada forma. Así, si lo hacemos bien podremos crear alianzas que nos vendrán muy bien en algunas misiones al poder contar con ayuda o información extra, enemistarnos con algún personaje y entablar una pelea, o lo que es mejor, pasar desapercibidos y evitarnos cualquier tipo de acción peligrosa.

Sin duda alguna es uno de los mejores sistemas de conversaciones que he visto en ningún juego, ya que es tremendamente natural y hace que tengamos que pensar rápidamente en lo que decir, añadiendo un plus de intensidad, sobre todo en algunos momentos. El resto de decisiones serán de tomar un camino u otro para cumplir un determinado objetivo, o dar un desvío para salvar un aliado, etc.

En resumen, la jugabilidad de Alpha Protocol tiene muchas virtudes, pero también algunos defectos graves. Sin embargo, será raro que no os enganche al poco de empezar, y teniendo en cuenta que hay 30 finales distintos dependiendo de las decisiones que toméis y que para completar el juego una vez necesitaréis entre 15 y 20 horas, seguro que tenéis Alpha Protocol para rato.

¿Estos gráficos son realmente actuales?

Sin duda alguna, uno de los peores aspectos del juego es el gráfico. El motor usado es el conocidísimo Unreal Engine 3, solo que no muestra su mejor cara esta vez. Los personajes tienen modelos correctos que no destacan en nada (al menos no los han puesto hipermusculados como en muchos otros juegos con este motor), pero lo que es peor, tienen unas animaciones horribles. En serio, ver a Michael ir agachado es al mismo tiempo divertido y bochornoso de lo mal que está. Y qué decir del resto de movimientos. Muy robóticos y poco inspirados tanto en el protagonista como en el resto de personajes (increíble cómo los golpes cuerpo a cuerpo parecen tan irreales). Las expresiones faciales no es que sean muy allá, pero por lo menos son mejores que las animaciones.

En los escenarios nos encontramos con texturas bastante planas y simples, y unos diseños que se repiten bastante. Si acaso nos podemos encontrar algunos mapas interesantes, pero serán los mínimos. Otro problema general es el de la carga de texturas, que nos puede dejar en algunos momentos con algunas estampas incluso peores que cuando están. Con esto, los gráficos están completamente desfasados, y es una pena que no estén más trabajado.

Por suerte en el sonido pasa lo contrario, y nos encontramos un trabajo bastante bueno. Todas inlas voces están en inglés (tranquilos que hay subtítulos en castellano, aunque algunas veces irán demasiado deprisa) y en su mayoría son bastante buenas. Pegan muy bien con la personalidad de cada personaje, y realmente la única de menor calidad es la del propio Michael, que es demasiado rígida y no transmite sensación alguna.

En las melodías nos encontramos alguna musiquilla interesante que nos puede poner más en tensión, y suele ser bastante efectiva en las conversaciones más importantes. Los efectos de disparos, golpes y demás no es que destaquen demasiado, pero están bien.

Conclusión

Alpha Protocol es un juego de pros y de contras. Por un lado nos encontramos una maravillosa historia, un perfecto sistema de conversaciones, una gran rejugabilidad y una jugabilidad bastante buena en su planteamiento y evolución, mientras que en el lado negativo nos encontramos con unos gráficos completamente desfasados, una IA malísima y algunas taras jugables que pueden molestar durante los primeros compases de juego.

Sin embargo, estos fallos no nos impedirán engancharnos al poco tiempo de juego, y más si os gustan las pelis de espías. Así que si os gustan las pelis de espías y los RPG occidentales Alpha Protocol no os defraudará en absoluto.

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