Harmonix ha sido un estudio que en su genial trayectoria solo ha trabajado en consolas, hasta el lanzamiento de A City Sleeps, su primer título para PC que intenta mezclar dos géneros: el shoot’em up de doble stick y el musical. La premisa es muy básica: somos Poe, una chica de la ciudad de SanLo que se puede meter en los sueños de los demás, para purgarlos de los demonios que han invadido las mentes de los habitantes, siendo Poe la única que puede salvarlos.
La historia es lo de menos en el juego, ya que incluso la podemos obviar por completo si simplemente queremos pasar a la acción, al estar explicado todo en unos textos en la selección de nivel que son completamente opcionales. Al estar el juego completamente en inglés, para los que no dominen el idioma pasará todavía más desapercibido, pero tampoco importa, ya que es en la jugabilidad donde el título brilla con luz propia.
En esencia, los controles son muy simples: con el stick izquierdo del mando controlamos a Poe, y con el derecho hacia dónde dispara. El juego se puede jugar con teclado y ratón, pero la verdad, lo más recomendable es usar el mando, como indican en la propia página de Steam.
Si apuntamos hacia un enemigo que está muy cerca, en vez de disparar atacaremos cuerpo a cuerpo. Si lo hacemos mucho, cargaremos el medidor rojo que hay encima de nuestra vida, y al estar lleno, podremos lanzar un devastador ataque final durante unos segundos, que nos salvará en más de una ocasión.
Siendo un juego de Harmonix, la música tenía que jugar un papel importante, y básicamente es la que dicta qué va a ocurrir. Los enemigos aparecerán y atacarán al ritmo de la música del nivel. Lo mismo se aplica a nuestra velocidad de disparo o incluso a la anchura de nuestras balas, teniendo que tener en cuenta no sólo las balas que estarán llenando la pantalla, sino también llevar bien el ritmo para anticiparnos a los enemigos y que no nos pillen con la guardia baja.
Poe estará sola contra las decenas de enemigos que hay en los sueños de cada persona, pero podremos usar varios fantasmas que nos ayudarán en la lucha. Estos fantasmas los podremos equipar antes de iniciar un nivel, y se colocarán en varios tótems que aparecerán a lo largo de la fase. Al igual que todo lo demás, su funcionamiento irá acorde al ritmo de la música, cada uno con un sonido que queda genial con la composición musical del nivel.
Estos fantasmas se dividen en tres categorías, dependiendo de si son para ir a la ofensiva, defendernos o bloquear a los enemigos. Ir experimentando qué grupo de fantasmas funciona mejor es clave para superar los niveles, ya que son bastante desafiantes. Al combinar bien nuestros movimientos siguiendo el ritmo de la música para saber cuándo nos van a disparar con el uso de los fantasmas, se asiste a unos combates realmente espectaculares, y que además resultan muy vistosos y sonoramente impecables. Los apartados técnicos del juego son una verdadera pasada.
Todo esto es genial, pero hay un grave problema: solo hay 3 niveles. La gracia está en ir superando las 5 dificultades que hay por cada fase, pero en realidad solo hay 3, y en las dos más altas hay una versión «maldita» en la que hay una restricción que nos lo pone más complicado, como morir de un solo impacto, que los enemigos lancen más balas, etc. La diferencia principal entre una dificultad y otra está precisamente en la aparición de nuevos tipos de enemigos desde diferentes posiciones, y disparando todavía más.
El problema de que haya tan poco contenido es que, a pesar de estos cambios, básicamente estamos haciendo lo mismo una y otra vez. El mayor incentivo para seguir aumentando las dificultades es desbloquear reliquias que nos dan varios bonus, o nuevos fantasmas para usar. Pero claro, el juego no perdona ni una, y si ya en la dificultad más baja hay momentos desafiantes, según vamos ascendiendo en la escala de dificultad, es fácil ver cómo las cosas se nos pueden ir de las manos.
Por un lado, esto es bueno, ya que el típico «solo una vida más» o «esta vez lo consigo sí o sí» son una constante a partir de la dificultad «Lúcido», pero al mismo tiempo, es normal que muchos se lleguen a frustrar. La verdad, es complicado llegar a los niveles de dificultad más altos, y muchos ni los llegarán a experimentar por culpa de esta frustración.
Conclusión
A City Sleeps es un estreno muy bueno por parte de Harmonix en PC y en el género del shoot’em up, ya que estamos ante una propuesta muy sólida y divertida de jugar, que sobre todo, entra por los ojos. Hacer que todo vaya al ritmo de la música, y ver cómo eso nos puede ayudar es sencillamente genial, igual que la sensación que se te queda después de haber superado un nivel tras bastantes intentos.
Por desgracia, tiene una grandísima pega, y es que la falta de contenido es lo que echa para atrás. La rejugabilidad es alta, sí, pero cuando uno ve lo maravillosos que son los 3 niveles del juego y cómo están en perfecta armonía jugabilidad, gráficos y sonido, uno se queda con ganas de mucho más.
A los fans del género y de los juegos musicales les encantará, a pesar de esa falta de contenido, pero esperemos que para su próxima aventura en PC, los chicos de Harmonix puedan ofrecer otra experiencia musical así de espectacular, pero con más horas de juego.
Nos consolamos con:
- Fantástica banda sonora.
- La integración de la música con la jugabilidad.
- Artísticamente genial.
Nos desconsolamos con:
- Muy poco contenido.
Ficha
- Desarrollo: Harmonix
- Distribución: Harmonix
- Lanzamiento: 16/10/2014
- Idioma: Inglés
- Precio: 14,99 €
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