Prototype

    El género de los sandbox ha estado dominado por juegos basados en ambientes realistas. Sin embargo, desde la llegada de Spiderman 2 ha empezado a aparecer diversos títulos de este género en los que el protagonista tenía superpoderes.

    En ese campo destacó Hulk: Ultimate Destruction gracias a la enorme destrucción y posibilidades de caos que nos brindaba.

    Ahora de sus creadores (Radical Entertainment) nos llega Prototype, que ha recibido un mayor apoyo mediático y, por tanto, el hype es considerable. Tras completar el juego a fondo os aseguramos que el título ha sobrevivido a la expectación creada, pero también es cierto que hay un par de aspectos mejorables.

    La historia del juego ha sido promocionada como una de las mejores disponibles este año, y en un principio parece ser así. Sin embargo, al final nos damos cuenta de que hay ciertos elementos que quedan sin explicar (y no porque quede claro que vaya a ver una secuela) y hay unos giros de guion previsibles que quitan emoción a la trama.

    El juego nos mete en la piel de Alex Mercer. Todo comienza con Nueva York sumida en el caos, y nosotros tenemos la misión de eliminar tanto a militares como infectados hasta llegar a consumir a un oficial de alto rango. Para lograrlo, en este tutorial vamos probando diversos poderes destructivos de nuestro protagonista.

    Tras esto, empieza como una retrospectiva, en la que Alex habla con otro personaje desconocido hasta el final, y va contando lo que ha acontecido en la ciudad desde el día uno de infección hasta el dieciocho.

    Esta historia comienza con Alex despertando de la morgue, tras ser abatido por alguna razón todavía desconocida. Tras despertarnos nos damos cuenta de que son los científicos de la compañía farmacéutica «Gentek» los que nos iban a practicar la autopsia.

    Sin embargo, cuando salimos de la morgue observamos cómo los médicos son asesinados sin miramientos por los militares de la «Blackwatch», una misteriosa división del ejército de Estados Unidos. Nosotros, malheridos, escapamos a duras penas del lugar mientras vamos descubriendo la enorme resistencia de Alex y su capacidad destructiva.

    Después de esta misión descubriremos que nuestro protagonista está amnésico, por lo que tiene que encontrar a alguien conocido para que el ayude a recobrar la memoria.

    Para lograrlo empezaremos buscando a Dana Mercer, nuestra hermana, a la que recordaremos después de absorver por primera vez a cierto soldado. De esta forma descubriremos que podemos coger los recuerdos de la gente que absorvamos.

    Tras esto iremos a rescatar a nuestra hermana, que está siendo asediada por el ejército. Después del rescate empezaremos a investigar a Gentek, y trataremos de descubrir qué nos pasó y por qué tenemos estos destructivos poderes.

    Así iremos descubriendo una historia de conspiraciones, terrorismo bacteriológico y experimentos inmorales. Algo positivo del guion es la «Trama», una serie de nodos de información que se irán revelando según absorvamos a ciertos personajes que aparezcan indicados en la ciudad.

    Cuando demos con alguien que sepa algo será marcado con un indicador naranja, y nuestro objetivo (siempre secundario, ya que lo podemos hacer si queremos) es absorverlo, para ver un flashback que combina escenas con actores y elementos auténticos con otros momentos prerenderizados por ordenador.

    Estas escenas están muy bien y realmente van añadiendo misterio al asunto, pero hay algunos flashbacks que nos revelan giros de guion y traiciones futuras, y aunque lo sepamos, el protagonista actúa como si no supiera absolutamente nada de eso.

    Respecto a los personajes, todos son planos y no tienen carisma alguna, ni siquiera Alex. Otro problema con la trama es que tiene varios puntos flacos que quedan sin explicar, y al final no se sabe qué es lo que pasa con ciertos personajes.

    No es que el guion sea malo ni nada por el estilo, ya que consigue su objetivo y motiva para avanzar en la historia, pero podría tener ciertos elementos mejores y representar los giros de guion de otra forma para que sorprendan y nos dejen con la boca abierta.

    Gráficamente el juego está a un gran nivel, a pesar de ciertos fallos menores.

    El modelado de Alex es el mejor del juego. Las texturas de su ropa habitual son muy buenas, al igual que sus animaciones en el combate y en el movimiento. Su única pega es la cara, que es altamente inexpresiva durante el juego, y rara vez articula su expresión facil durante las escenas de vídeo.

    Los enemigos infectados por el virus son espectaculares, y se dividen en varias clases dependiendo del nivel de infección. Lo típico es que tengan zonas rojas por todo el cuerpo, junto a un movimiento de estilo zombie. Por otra parte, los cazadores son de mayor tamaño y mucho más poderosos, y su modelado es mejor que el de los infectados estándar.

    Lo de los militares y los ciudadanos es otro cantar. Los primeros suelen tener unas texturas de baja calidad en su uniforme, junto a su alta repetitividad. Con los transeúntes pasa un poco lo mismo.

    La ciudad de Nueva York está bien representada, y los edificios más emblemáticos (como el Empire State) y las zonas más conocidas (Times Square) son reconocibles. Sin embargo, el tamaño general del mapeado se nos hace algo escaso dada la gran velocidad de movimiento de Alex, y al gran parecido de los edificios entre sí.

    Respecto a las estructuras de los edificios en sí, en sus niveles inferiores lucen bastante bien, pero cuando empezamos a ascender tienen un aspecto demasiado cuadrado. Esto no quiere decir que sean horribles, pero podían estar más trabajados.

    En un juego donde tenemos tanto poder destructivo es obligatorio tener elementos interactivos, y aquí llega el peor aspecto técnico del juego. Únicamente podremos destrozar los vehículos, algunos árboles y farolas, escaleras de incendio y otros elementos pequeños, y lo mayor que podremos destruir serán las bases del ejéricito y las colmenas de infectados, pero siempre explotan de la misma forma. Nada de edificios que se desmoronan de una forma realista ni nada por el estilo.

    Aunque por estos fallos parezca que el aspecto gráfico del juego es malo, no es así, y es que hay muchos aspectos que nos han encantado.

    Por un lado, el número de personajes que vemos en pantalla simultáneamente es altísimo, y cuando empezamos a desatar los poderes destructivos de Alex es una pasada ver cómo salen volando los cuerpos de una forma realista, o también visualizar sus violentos y sangrientos desmembramientos.

    Los poderes de transformación de nuestro protagonista son excelentes, y los efectos de las diveras armas que crearemos con nuestro cuerpo es muy espectacular.

    Las explosiones son vistosas, sobre todo si implican la destrucción de numerosos vehículos en cuestión de segundos, con el consiguiente caos y destrucción formado por los cadáveres de los transeuntes. Además, ver cómo se desploman las bases militares y las colmenas de infectados es algo muy espectacular, a pesar de que siempre sea igual.

    El aspecto de la ciudad también es algo positivo, ya que se aprecia un gran cambio entre zonas de infección y zonas seguras. En las primeras veremos edificios quemados, cuervos volando alrededor por el gran número de cadáveres, y un aspecto mucho más rojizo. Por contra, las zonas seguras estarán limpias, con gente andando tranquilamente por las calles y militares vigilando ciertas partes de la ciudad.

    El ciclo de día y noche es correcto, sin alardes ni nada que destaque. Sin embargo, lo que sí es ligeramente decepcionante es que no hay lluvia ni ningún otro efecto meterológico.

    Todos los sandbox tienen ciertos fallos gráficos, y este no iba a ser ninguna excepción. El popping se disimula de una forma excepcional a nivel de suelo, ya que únicamente aparecen de forma repentina algún pequeño elemento del escenario. Sin embargo, en las zonas altas se puede apreciar una niebla que deja Nueva York un poco vacío y falto de vida.

    Con todo esto, el aspecto gráfico del juego nos ha gustado gracias a la genial representación de los poderes de Alex, el caos y la destrucción, pero podría haber estado más cuidado y haber pulido los fallos comentados.

    La jugabilidad es la típica de un sandbox, pero todo aderezado con las increíbles aptitudes atléticas de Alex y sus destructivos poderes.

    La historia irá avanzando gracias a las 31 misiones principales, que tendremos que completar en orden. Estos niveles son los más variados del juego, ya que nos encontraremos con situaciones en las que tendremos que huir de los militares, infiltrarnos en alguna base, destrozar colmenas, recoger material genético, seguir objetivos, etc. Vamos, que no nos aburriremos en ningún momento siempre y cuando nos guste el concepto de juego. El mayor fallo de estas misiones es su duración, ya que si nos centramos en la historia completaremos el juego en 8-10 horas.

    Entre misión y misión podemos explorar libremente Nueva York, lo cual es muy sencillo gracias a la habilidad de esprintar de Alex, que le permite saltar automáticamente cualquier obstáculo que tenga por delante y escalar cualquier edifico a toda velocidad. Además, podemos planear (cuando desbloqueemos la habilidad), por lo que surcar los cielos será algo muy sencillo.

    En estas excursiones por la Gran Manzana nos podremos encontrar con dos tipos de marcadores. Uno de ellos son simple bolas de energía  que nos dan Puntos de Evolución para mejorar a nuestro personaje. Las otras son pistas  que también nos dan PE, pero también consejos para mejorar nuestras habilidades con el mando.

    La evolución de Alex se efectuará mediante el menú «Mejoras», donde compraremos diversas actualizaciones para nuestros poderes con los Puntos de Evolución que consigamos por nuestras acciones y misiones completadas. La cantidad de elementos desbloqueables es altísima, por lo que conseguir todas las mejoras y movimientos de nuestro protagonista no será una tarea sencilla. Por contra, es cierto lo más básico se obtiene muy pronto, y prácticamente desbloquearemos todos los poderes de los que disponemos hacia la mitad del juego.

    Una de las mejores formas de obtener PE es completar las misiones secundarias que abundan por la ciudad. En total hay seis tipos diferentes: Contrarreloj, Guerra, Asesinato, Planeo, Consumo de militares y Consumo de infectados.

    En el primer tipo nuestro objetivo será pasar por todos los puntos de control en el menor tiempo posible. En Guerra nos aliaremos temporalmente con los militares y los infectados, y tendremos que acabar con el bando rival en una zona concreta.

    En Planeo siempre empezaremos en un punto alto de Nueva York, y nuestra tarea será la de planear hasta la zona marcada, y caer lo más cerca posible de una baliza. Asesinato es seguramente la misión secundaria del juego más divertida, ya que nuestro objetivo es matar a los enemigos que encontremos con diversas restricciones, como usar un vehículo, poder o arma específica.

    En Consumo de militares tendremos que consumir a los militares marcados en el mapa dentro de un límite de tiempo. En estos niveles, aparte de PE, obtendremos nuevos nodos de la trama esclarecedores y más habilidades con el equipamiento militar. Consumo de infectados es básicamente lo mismo, pero con el bando contrario en esta guerra urbana que se ha desatado. En ambos tipos de misiones nos encontramos con diferentes niveles de dificultad, que irá aumentando según progresamos.

    En los cuatro tipos restantes al final conseguiremos un calificación entre Bronce y Oro. Si conseguimos la mejor puntuación en TODAS las misiones segundarias se desbloqueará el desafío platino, mucho más complicado que el oro, y por supuesto, solo apto para los más hábiles.

    La jugabilidad de Prototype mezcla los mejores elementos de Hulk: Ultimate Destruction y añade otros nuevos más característicos del resto de sandbox.

    Por un lado, los poderes de Alex se basan en la fuerza, agilidad y transformación. La fuerza porque podremos levantar y arrojar cualquier objeto del escenario, desde carteles a camiones. La agilidad por la habilidad que ya os habíamos mencionado al esprintar y la transformación por casi todo.

    El aspecto básico de Alex nos permite atacar con nuestros puños al desnudo. Sin embargo, podemos activar hasta cinco transformaciones diferentes para obtener resultados más destructivos, como látigos afilados, el uso de púas en nuestro cuerpo y el escenario, cuchillas, puños reforzados, etc.

    Se dice que una buena defensa es un buen ataque, por lo que también podemos usar un escudo para protegernos de los ataques enemigos, o directamente usar una coraza que nos hace mucho más resistentes, pero que reduce drásticamente nuestra movilidad.

    Para atacar disponemos un botón de golpe fuerte y otro de débil, y combinándolos podemos crear combos altamente destructivos. Además tenemos la posibilidad de agarrar a nuestros enemigos para atacarles mientras les sostenemos, o directamente arrojarlos contra los demás.

    Cuando nuestra salud llega al máximo o al mínimo entramos en masa crítica, un estado en el que somos mucho más poderosos y tenemos la posibilidad de desatar los ataques más poderosos del juego, que se ven acompañados de unos espectaculares efectos especiales e increíbles giros de cámara.

    Durante el combate es cierto que todo parece bastante caótico, y que en muchas ocasiones se basará en machacar un botón hasta acabar con todos los enemigos en pantalla, pero lo cierto es que resulta divertido. Un poco anticuado, pero altamente entretenido.

    Si por el contrario sois más de infiltración, Alex tiene la capacidad de adoptar la forma de la gente que aboserve. De esta forma nos podemos hacer pasar por militares, infiltrarnos en su base tras consumir al comandante de la zona, y aniquilar a los enemigos desde dentro, sin que nadie se de cuenta.

    Esta forma de jugar también es divertida, ya que no es tan sencillo como parece. Solo podremos adoptar la forma de la última persona absorvida. Además, en las bases militares nos encotraremos con escáneres que nos detectarán incluso con nuestro disfraz si nos quedamos en una zona marcada demasiado tiempo.

    Sin embargo, resulta tremendamente satisfactorio realizar consumiciones sigilosas para después empezar a culpar a los militares de que ellos son el objetivo, y así hacer que se disparen entre ellos.

    Sin embargo, esta mecánica tiene algún problema, ya que debe ser tremendamente normal ver cómo alguien sabotea un escáner de virus y que alguien completamente desconocido acuse a otra persona de ser un monstruo y todos le crean, ya que el resto de militares actúan de forma impasiva.

    Finalmente nos queda otro poder, que en esta ocasión se trata de diferentes tipos de visión para captar a los enemigos, o únicamente a los infectados una vez desbloqueemos la evolución del primer tipo de visión.

    Pero aparte de sus poderes, Alex puede usar cualquier arma de los militares, ya sea rifle de asalto, lanzacohetes o ametralladora. Su funcionamiento es muy simple, ya que únicamente tenemos que bloquear la vista en un enemigo y pulsar el botón de ataque para dispara. No tendremos que preocuparnos para recargar, ya que al ser un momento totalmente arcade no será necesario hacerlo nunca.

    Otro arma altamente destructiva es el ataque aéreo, que lo podremos utilizar cuando estemos disfrazados de militares. Tras marcar un objetivo de gran tamaño podremos ver cómo cae una gran cantidad de misiles en la zona marcada.

    Por si esto fuera poco, también podremos coger «prestados» los vehículos enemigos que veamos. En total podremos conducir solo dos tipos: los tanques y los helicópteros. Puede parecer un número muy escaso, pero dentro de cada clase hay diferentes modelos más o menos destructivos, y dado el carácter de acción del juego y los poderes de los que disponemos nos parecen dos tipos de vehículos muy apropiados.

    Para conseguirlos tendremos que introducirnos en ellos disfrazados, o si nos han descubierto terminar un pequeño quick time event consistente en machacar un botón.

    El control del tanque es muy sencillo. Con el stick izquierdo lo movemos, con el derecho giramos el cañón, y con otros dos botones usamos los ataques primario y secundario.

    El helicóptero es algo más complicado de control, pero con un poco de práctica podemos convertirnos en los reyes y señores del aire.

    Los enemigos a los que nos enfrentaremos se dividirán en militares e infectados. Los primeros será más letales en las distancias largas, ya que aunque seamos muy poderosos unos cuantos impactos de tanque o lanzacohetes nos pueden hacer mucho daño, y si no tenemos cuidado, acabar con nosotros irremediablemente.

    Los infectados nos atacarán constantemente cuerpo a cuerpo, y nuestra mayor preocupación serán los cazadores, ya que un buen combo y nos pueden quitar la mitad de la salud, con el consiguiente peligro si nos enfrentamos a más de uno.

    A priori, ambos grupos pueden ser un peligro muy grande, aunque pensamos que los militares son los que más debéis vigilar, ya que pueden pedir refuerzos y tanques y helicópteros aparecerán para complicarnos la existencia considerablemente, mientras que con los infectados podemos coger las armas humanas y atacar desde la distancia con seguridad.

    Los jefes finales son realmente espectaculares, y aunque solo haya cinco hay un par de ellos que nos dejaron impresionados por su impresionante tamaño. Sus pautas de ataque es cierto que son sencillas, y que no suelen ser peleas muy complicadas, pero tendréis que reconocer que ver a un monstruo de más veinte metros de altura en Times Square liquidando tanto humanos como infectados con enormes tentáculos es una pasada.

    Pero estas pelea tienen un pequeño fallo, y es que su planteamiento siempre consiste en alejarse, coger objetos pesados y lanzárselos, ya que de cerca son mortales y el que saldrá peor parado seremos nosotros. Que un combate sea así tiene un pase, pero que en todos sea estrictamente necesario cansa un pelín, y más si jugasteis a Hulk: Ultimate Destruction, ya que había que hacer básicamente lo mismo en el anterior título de la desarrolladora.

    Con todo esto tenemos que reconocer que Prototype tiene una jugabilida rápida y directa, pero que si preferimos otras maneras diferentes a la acción el sigilo es satisfactorio. Es cierto que luego en las partes de combate todo es un poco caótico y no tiene mucha profundidad, pero eso no le quita un ápice de la diversión que produce ser el antuhéroe más poderosos que jamás hemos controlado.

    El apartado sonoro no decepciona en ningún aspecto gracias a la calidad de su doblaje y a las excelentes melodías que amenizan la acción y nos meten más en el juego.

    El doblaje se ha mantenido en versión original. Antes de que os preocupéis, os aseguramos que las voces inglesas son muy buenas, ya que se adecúan perfectamente con los personajes. Por ejemplo, Alex tiene ese tono de solitario oscuro y siniestro, mientras que los militares tienen las típicas voces que tienen en las películas de este género. Es cierto que podrían haberlo doblado, pero antes de un doblaje al castellano de mala calidad nos quedamos con la versión original, ya que podemos entender todo gracias a los subtítulos y podemos escuchar unas buenas voces para una calidad cinematográfica.

    Las melodías no son las más numerosas que os vayáis a encontrar en un videojuego, pero son pegadizas y se adecúan a la acción perfectamente. Además, un aspecto positivo es que nunca se hacen pesadas, y nos motivan más a seguir con el caos y la destrucción en los momentos de acción y a preocuparnos por los personajes en los momentos tiernos (aunque luego no se consiga por la falta de carisma de éstos).

    Los efectos de explosiones y armas no están nada mal, y logran el cometido a la perfección. No llegan a destacar ni positiva ni negativamente.

    Lo que sí tiene más calidad son los sonidos de las diversas transformaciones que sufrirá Alex a lo largo del juego, dándole ese toque serpenteante que se merece el increíble poder de este antihéroe.

    La destrucción del escenario quizá es lo que más cante de este apartado, ya que realmente no tenemos la sensación de destrozar algo cuando nos cargamos una farola o una escalera de incendios.

    Por estas razones el apartado sonoro del juego nos ha gustado mucho, ya que tiene unas voces y unas melodías excelentes, y los efectos sonoros se mantienen a un nivel correcto, pero sin destacar.

    En conclusión, Prototype es la mejor apuesta para descargar adrenalina y descubrir una buena historia (aunque mejorable en ciertos aspectos). Además, es uno de los sandbox más divertidos del año gracias a su apuesta por la acción directa si lo queremos, o una mezcla entre la infiltración y la acción mezclada con unas transformaciones y unos poderes espectaculares.

    Así que si siempre habéis querido saber cómo es tener unos poderes altamente destructivos en la Gran Manzana éste es vuestro juego, ya que os encontraréis diversión, accesible jugabilidad y buen apartado técnico. Su único gran fallo puede ser la duración, ya que la campaña se puede completar en 8 horas, pero cumplir todas las misiones secundarias y conseguir todos los trofeos/logros puede hacer que Prototype no salga de vuestra consola en mucho tiempo.