Me encanta la saga Persona, por lo que todos los juegos que me recuerden un mínimo a ella, entran en mi radar. Así es como conocí a Demonschool, ya que la inspiración de Necrosoft Games es más que evidente. ¿La diferencia? Pasamos al género del RPG táctico, y dejamos el instituto atrás. ¡Hora de ir a la universidad!
Durante la reciente Gamescom pude probar el juego, y por suerte, no se quedará en un clon de Persona más. Desde el primer momento, Demonschool tiene una personalidad única, además de un enfoque bastante interesante para la jugabilidad. ¿Cómo os suena una versión pixelada del terror italiano con una dosis de The Caligula Effect? Pues ojo, que se viene un título de lo más interesante.
Un buen movimiento es un buen ataque
Al ser una demo en una feria como Gamescom, os podéis imaginar que no había mucho tiempo para probar todas las mecánicas a conciencia. Sin embargo, el combate de tutorial ya apunta maneras. En vez de estar ante peleas por turnos clásicas, Demonschool plantea algo diferente. Todos los turnos tienen lugar a la vez. ¿Cómo atacamos? Yendo de frente a por los enemigos.
En la fase de planificación, indicaremos a cada personaje qué hacer y en qué orden. Al hacerlo, veremos el resultado, pero claro, siempre hay que tener en cuenta lo que harán los compañeros. Atacar a un enemigo para moverlo de carril puede ser bueno, si luego hay un aliado para rematar la faena. Igual mover a un enemigo hace justo lo contrario, evitando que podamos acabar un buen combo.
Me recuerda bastante a la fórmula de The Caligula Effect, al ver lo que puede ocurrir según nuestras acciones, y así establecer la mejor estrategia para la pelea. Aquí la diferencia es que los turnos se ejecutan de golpe, por lo que la pelea se vuelve una especie de ajedrez contra el enemigo. Además, es un soplo de aire fresco que no haya infinitos puntos de vida ni nada por el estilo. Demonschool no quiere alargar innecesariamente las peleas. Si hemos dado con una buena táctica, entonces se aplica y listo. Nada de luchar contra esponjas de daño ni nada por el estilo.
La vida estudiantil mientras se evita el fin del mundo
Antes hablaba de la inspiración de la saga Persona y eso significa tener una parte estudiantil. Cada día se divide en tres momentos, pudiendo visitar las diferentes zonas de la isla donde tendrá lugar el juego. Veremos cómo el paso de las horas afecta notablemente a la iluminación, ofreciendo algunas estampas bastante bonitas. Gracias a la mezcla de técnicas 3D con el píxel art, se logran escenarios muy dinámicos.
La paleta de colores es muy propia de las películas de terror italianas, algo que se incrementará en los combates o el diseño de criaturas. Así se crea una identidad visual llamativa desde el primer momento, destacando, cómo no, el diseño de los personajes protagonistas.
Para mejorar las estadísticas de Demonschool habrá que conseguir nuevo equipo, ya que no habrá niveles. La manera de desbloquear más habilidades será asistiendo a clases, lo cual llevará tiempo. Eso sin olvidarnos de los eventos sociales. Así que nada de hacer pellas, ya que a la hora de combatir, haber empollado será esencial si queremos tener a la party bien preparada. Organizar las clases en base a los eventos importantes será la clave de la victoria, estando ahí el sistema de calendario de la serie de ATLUS.
La mejor fiesta universitaria infernal de la historia
Hay muchos elementos aún por ver de Demonschool. La historia y los personajes con los que establecer amistad son una parte esencial, al igual que toda la parte social o cómo pueden ir evolucionando los combates. Dicho esto, lo visto en esta breve toma de contacto me ha dejado unas muy buenas sensaciones.
Necrosoft Games tiene todos los ingredientes para ofrecernos un RPG indie único. A nivel artístico y mecánico no hay un juego igual. Nunca me imaginé diciendo esto: ¡estoy deseando volver a la universidad!
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