En HoYoverse ya están con tres exitazos entre manos. El gigante que es Genshin Impact, el reciente pelotazo de Honkai: Star Rail y el más veterano Honkai Impact 3rd. Como claramente no era suficiente, próximamente estrenarán Zenless Zone Zero y va a ser otro éxito seguro. En esta ocasión se adentran dentro de la acción al más puro estilo hack and slash con en principio varios elementos rogue-like.
En Gamescom el juego me robó el corazón y ya estoy deseando volver con varios de sus personajes. Sí, la demo que probé era muy antigua, por lo que muchas de sus mecánicas estaban algo desfasadas con lo visto en el último metraje, la parte rogue no estaba nada presente, al igual que la progresión o el tema de la monetización… Pero no me importa. A nivel puramente mecánico Zenless Zone Zero es una bomba con un estilo arrollador que te atrapa desde el primer momento.
Carisma en estado puro
La demo se dividía en tres secciones, siendo la que más chicha tenía la centrada en el Modo Historia. ¿Primera sorpresa? El uso de secuencias tipo cómic. Además de algunas con el motor del juego, gran parte de la narrativa se dará mediante cómics en movimiento, saltando de viñeta en viñeta con un estilo artístico fantástico.
La mejor forma que tengo para describirlo es una mezcla de Persona 5 con Jet Set Radio, logrando un entorno urbano llamativo donde todo derrocha ESTILO. Así, con mayúsculas. También ayuda que los personajes son hilarantes a más no poder. Esta parte de la historia sigue al grupo de Nicole, Billy y Anby. Están realizando un robo, que obviamente, sale mal. Nicole es puro nervio, mientras que Anby es lógica como un robot. Luego está Billy, que es más tonto que las piedras, y le quiero por eso. Es básicamente como Ryuji de Persona 5.
El dinamismo de las secuencias tipo cómic, la unión con las realizadas con el motor del juego y los diálogos hacían que quisiera seguir viendo más y más cinemáticas. La música y los actores de voz acompañaban, por lo que podría ver discutir a estos compañeros de fatigas mientras dicen paridas antes de liarse a tortas durante horas.
El trabajo en equipo hace maravillas
Pero estamos aquí para combatir, que es donde también Zenless Zone Zero brilla con luz propia. Llevaremos equipos de hasta 3 personajes, pudiendo cambiar entre ellos con sólo pulsar un botón. Pude probar un total de 9 personajes, siendo todos totalmente diferentes. Cómo no, su esquema de control es similar, al tener un ataque básico, uno fuerte o las esquivas. Al cargar nuestra energía, el ataque fuerte cambiará ligeramente para ser más potente, gastando nuestra energía. Si además lo enlazamos con la rotura de la defensa del enemigo, podremos hacer un combo devastador mientras cambiamos rápidamente entre todos los personajes.
Esto nos permite luchar de manera dinámica como si estuviéramos en Bayonetta o Devil May Cry, pero combinado con este cambio constante entre nuestros personajes. Suena raro, pero es algo súper intuitivo además de satisfactorio. Eso por no mencionar los ataques finales, con animaciones exageradas e hilarantes, como no podía ser de otra forma.
Aunque no lo pude probar, toda esta idea de cambiar de personaje se podrá usar también para realizar parries, algo más efectivo que «sólo» esquivar en el último momento. Así el combo nunca se para, al atacar con alguien, hacer el parry, cambiar de muñeco y seguir repartiendo estopa. Como cada héroe es totalmente distinto, es genial experimentar con cada personaje. Por lo que pude ver en un jefe final donde se podía elegir ya al equipo, cada uno hace ataques elementales, además de tener combos únicos.
Por ejemplo, el furro Von Lycaon ataca con sus puños, por lo que no tiene mucho alcance, pero pega bastante fuerte. En cambio, el oso Ben Bigger usa una taladradora, lo que lo hace lento pero es una apisonadora. Al llevar también a Koleda, que es de su mismo equipo, logré un combo especial en el que colaboraban, por lo que será posible incluso encontrar sinergias entre los personajes. ¿Para algo más elemental? Hoshimi empleaba su katana, creando bloques de hielo que se pegaban al jefe tras sus combos para ir haciendo daño poco a poco. Y luego está Billy, que revienta a sus rivales desde la distancia con sus pistolas.
Lo dicho, estilos de combate muy distintos, pero que tienen algo en común: lo increíblemente bien que funcionan a los mandos. Como os podréis imaginar, Zenless Zone Zero se lanzará también para móviles, con que no se usan muchos inputs o botones, pero eso no impide que el combate pueda ser tanto técnico como satisfactorio. Lograr estos gigantescos combos es sencillamente espectacular, y estaba con la adrenalina tan a tope como tras los jefazos de Metal Gear Rising u otros hack and slash de renombre, lo cual es mucho decir.
La ciudad otaku por excelencia
Una diferencia importante de Zenless Zone Zero respecto a otros juegos de Hoyoverse es que habrá un par de protagonistas fijos. Serán los hermanos Wise y Belle. Ellos estarán en el mundo real, que será un hub que podremos explorar. Aquí habrá tiendas donde comprar mejoras, actividades como minijuegos en los recreativos, nuevos personajes que nos encomendarán misiones, etc.
En esta demo todo estaba desactivado, con que sólo se podía pasear. Aun así, era incluso divertido. Esta pequeña ciudad desprende carisma, la música tipo jazz hace que sea una delicia perderse por los callejones, o simplemente viendo al robot que hace ramen. La idea será que, cuando queramos saltar a la acción, nos iremos a la habitación desde la que ayudamos a los «Hollows» cuando se adentran en la dimensión oscura donde se lían a tortas con los monstruos. Algo más directo y al grano que Genshin Impact, lo que hace que me llame la atención todavía más.
Por si no se ha notado, Zenless Zone Zero me ha gustado muchísimo más de lo que esperaba. El estilo que desprende el juego se sale de la escala, a nivel jugable es una auténtica delicia y su estructura más directa suena de maravilla para los que ya de por sí vamos pillados de tiempo. Todavía no hay fecha de lanzamiento para el juego, pero tengo claro que cuando salga en PC, móviles y consolas, me voy a enganchar como si no hubiera un mañana.
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