La fórmula de Moonlighter o Persona claramente ha creado escuela. No es para menos, ya que resulta de lo más divertida y variada. Combinar mazmorreo con elementos sociales en nuestro pueblo. ¿Hay algo mejor? El equipo de Microbird Games pretende llevar esta idea un paso más allá, con toques de The Legend of Zelda para rematar esta unión de géneros. Estos son los ingredientes que detecté en Dungeons of Hinterberg, que fue una sorpresa de lo más agradable durante la reciente Gamescom.
La idea es muy sencilla: unas mazmorras especiales se han convertido en el principal atractivo turístico de un pueblo de los Alpes Austriacos. En el papel de Luisa, una abogada en prácticas que pretende huir del caos de la ciudad para conocer gente nueva en el pueblo de Hinterberg mientras explora las mazmorras, nos tocará unir estas dos facetas tan distintas. La parte social mientras nos hacemos amigos de los habitantes (¿o incluso llegar a enamorarnos?) y el mazmorreo con resolución de puzzles, combates y algo de plataformeo.
No es Link, sino Luisa
La demo de Dungeons of Hinterberg se centraba más en la parte del mazmorreo, ya que en una feria como Gamescom, el tiempo es oro, con que había que ofrecer algo más directo. Desde el primer momento, las similitudes con The Legend of Zelda están muy presentes. Hay peleas contra varias criaturas usando nuestra espada, tenemos varios gadgets como bombas o un gancho que sirven para resolver puzzles, etc. Pensaba que las mazmorras iban a ser procedurales, pero nada más lejos de la realidad. Habrá un total de 25 grandes mazmorras a completar, cada una más complicada que la anterior.
En esta demo completé la primera mazmorra, acabando con un sello para marcar nuestro hito. ¡Todo lo que una buena atracción turística necesita! El diseño de esta fase era excelente, gracias a su ritmo y variedad de mecánicas. Tan pronto estaba resolviendo un rompecabezas donde mover los carriles de unas vagonetas hasta dar con la salida, como luchando contra una serie de criaturas.
La gracia de los artilugios es que no tienen un uso único. Con la bomba no sólo podía reventar muros o activar interruptores de presión, sino que en el combate causaba estragos entre las filas enemigas. Al combinar las habilidades de Luisa con los gadgets, el combate pasaba de ser un trámite a una nueva forma de ver cómo derrotar a los oponentes lo antes posible.
La importancia de buscar nuevos amigos
La parte del mazmorreo me sorprendió de manera positiva, y si bien las secciones de escalada me parecieron excesivamente básicas, todo hacía click. Era como vivir una gran aventura, y la verdad, con el caos personal que tengo entre el trabajo y otras cosas de la gran ciudad, me sentí identificado con Luisa sobre desconectar yendo a explorar esta región de Hinterberg.
Pero claro, de resolver puzzles o luchar contra monstruos no se puede vivir. Es algo solitario, y hay que buscar amigos. Ahí entra la sección social de Dungeons of Hinterberg, con un sistema de calendario que promete ser infinitamente más laxo que el de Persona. Cada día podremos elegir con quién pasar el tiempo, mejorando poco a poco nuestra amistad, conociendo a los personajes, y quién sabe, igual hasta florece el amor.
Sólo pude escoger un evento, así que me fui con la camarera de un puesto local, a quien hicimos compañía en un turno donde no había mucho que hacer. El bucle jugable del título promete ser explorar alguna mazmorra principal, al mismo tiempo que nos vamos haciendo más fuertes por los vínculos sociales que vamos formando. Igual obtenemos más vida, más energía o mejoran nuestros artilugios, por poner varios ejemplos. No hará falta hacer una mazmorra por día por lo que me comentaron los desarrolladores, ya que el juego pretende ser tanto relajante como adictivo. Ya sabéis, la típica idea de «un día más y lo dejo» que nos ha tenido hasta las tantas en Persona o Moonlighter.
Cómic de mazmorreo
Para el final, he querido dejar algo que creo es evidente: Dungeons of Hinterberg luce genial. La estética de los cómics europeos es espectacular, ofreciendo unos escenarios y personajes que son muy atrayentes.
Pensaba que el juego iba a ser más «normal» o incluso un rogue-like, pero me he llevado una sorpresa fantástica. Una mezcla única de The Legend of Zelda, Persona y Moonlighter que estoy deseando volver a jugar. Descubrir más mazmorras con sus diferentes rompecabezas, conocer a más lugareños y seguir con el turismo de mazmorreo. Tocará esperar hasta el 2024 para ver el resultado final, yo ya estoy deseando hacer otro viajecito a Dungeons of Hinterberg.
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