Hay muchos motivos para jugar a un Call of Duty. Puede ser la campaña, el competitivo, o el Battle Royale. Pero muchos jugamos por el modo Zombies. Esa constante de tensión de sobrevivir a las oleadas al mismo tiempo que completamos objetivos es increíblemente adictiva. Como amante de la VR, siempre había querido vivir esta experiencia en Realidad Virtual… ¡y al fin va a ser posible! Porque sí, así funciona Drop Dead: The Cabin, el nuevo título de Soul Assembly tras Warhammer 40.000: Battle Sisters.
Este salto desde un shooter sobre raíles no ha sido directo. El estudio siempre ha querido ir paso a paso, ofreciendo experiencias cada vez más complejas, pero accesibles para la principal base de usuarios del momento. Como cada vez más gente pide shooters con movimiento, y lo de ir sobre raíles se ve como un paso atrás (aunque se equivoquen, vivan los Time Crisis), han decidido añadir movimiento libre. ¿Ahora la gente prefiere vivir aventuras con los amigos?
Pues se han centrado entonces en el multijugador, con el objetivo de ofrecer una experiencia infinita, pero cada vez distinta.
Luchando hasta el amanecer
La premisa es muy sencilla: estamos atrapados en una caballa en mitad del bosque. Un montón de zombies quieren comerse nuestro cuerpo serrano, por lo que tenemos que sobrevivir hasta el amanecer para que nos rescaten. Como en Call of Duty, este mapa empieza siendo muy limitado, pero con los puntos conseguidos al matar enemigos, iremos abriendo más secciones del escenario. ¿El contrapunto? Los enemigos aparecerán desde más direcciones, pero tendremos la opción de completar objetivos, conseguir nuevas armas y mucho más.
Porque sí, el objetivo no será sobrevivir todo lo posible y ya. Tendremos que reparar un generador de energía. ¿Problema? Al hacerlo el ruido atraerá más zombies durante unos segundos. La parte ventajosa es que partes de la cabaña ahora tendrán luz, por lo que podremos explorarlas más fácilmente.

En otros casos, tendremos que activar algún mecanismo o recuperar una pieza clave para reparar una máquina. Para ello, tendremos que adentrarnos en una especie de niveles más lineales y aislados de la cabaña, siendo aleatorios cada vez. Es la forma de Soul Assembly de tener secciones más típicas de una campaña individual, pero en el contexto de un multijugador por oleadas.
Para defendernos, tendremos las típicas herramientas de estos juegos: pistolas, revólveres, bates de béisbol, hachas, etc. Todas funcionan bastante bien, y la recarga ofrece un buen equilibrio entre lo arcade y lo realista. Simplemente hay que quitar el cargador y meter uno nuevo de nuestro bolsillo. Todo muy intuitivo, aunque aún tienen que ajustar bien la lógica del agarrado, para que al querer coger algo cercano al cinturón, no cojamos las balas en su lugar.
Menos metaverso en mi fantasía ochentera de zombies, por favor
Si hay una ambientación de moda últimamente, esa es la de los 80. Stranger Things sigue dejando huella, por lo que es también la época en la que se ambienta Drop Dead: The Cabin. Esto se traduce en el uso de disquetes para ir desbloqueando nuevas herramientas, pantallas gigantes en vez de unas más elegantes, finitas y modernas, etc.

De hecho, hay una amalgama de influencias que me gusta mucho. La cabaña tiene mucho de Evil Dead, mientras que la iluminación rosa/morado que emiten los zombies queda de maravilla con la oscuridad de la noche. La iluminación en este sentido me ha gustado mucho. Disparar en una zona oscura produce fogonazos increíblemente efectivos, haciendo los tiroteos en estas secciones muy, muy intensos.
Incluso la música, con lo poco que se podía escuchar por el caos de la feria, era genial. ¿El problema que le veo a la parte visual? Los avatares. Son los de Meta (por ahora el juego sólo se lanzará en Quest 2), y rompen totalmente con esta identidad visual tan marcada. Me han dicho que igual añaden avatares personalizables propios más adelante, y eso espero, porque encontrarse al Mark Zuckenberg del famoso selfie a tu lado te dan más ganas de matarle a él
antes que al zombie que tiene al lado.
Se vienen muchas “una partida más y lo dejo”
Hay shooters de zombies a patadas, pero uno que capte la esencia del modo homónimo de Call of Duty en VR es más extraño. Por eso este Drop Dead: The Cabin me ha dejado con ganas de seguir jugando. De explorar más del mapa. Ver hasta qué oleada logramos sobrevivir. Si podré acabar con el metaverso antes de que llegue el amanecer. Incluso con el tiempo tan limitado de la feria, me he quedado con más.
Y parece que lo vamos a tener. Habrá progresión entre partidas para que poco a poco sobrevivamos más. Parece que habrá múltiples mapas en los que jugar. Todavía quedan muchas armas por descubrir. Vamos, que Drop Dead: The Cabin puede ser el típico juego de “una partida más y lo dejo”… Pero finalmente acaba la sesión al acabarse las baterías de las gafas.
Drop Dead: The Cabin se estrenará, en principio, este invierno en Meta Quest 2. Aun así, es posible un retraso a principios de 2023 para llegar posiblemente a más plataformas y/o añadir más contenido de serie. Sea como sea, tendremos nuestro espíritu anti-zombie ochentero preparado para cuando llegue el momento.
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