A principios de mes, si la memoria no me falla, se anunció con un escueto twit en japonés que Yoko Taro (padre de la saga NieR y Drakengard) estaba desarrollando un nuevo RPG de cartas. Pocos detalles más se dieron en ése momento, y no fue hasta el Nintendo Direct de la semana pasada que no conocimos los primeros detalles de Voice of Cards: The Isle Dragon Roars. La sorpresa fue mayúscula al ver que recibiríamos ése mismo día una demo del juego, y tras haberla jugado, vamos a hablar un poco de qué nos depara el título.
Para empezar, vamos a dejar clara una cosa: es un juego de cartas, pero no es un juego de cartas. Dejadme que lo explique: todo, absolutamente todo, está contado a través de cartas, tenemos un Game Master que narra los acontecimientos, el combate se realiza mediante cartas y dados, y hasta hay un minijuego de emparejar cartas. Pero, pese a ello, no es un juego de cartas, pues no dependeremos de un mazo, ni de factor aleatorio, ni nada de eso. En el fondo estamos ante un JRPG bastante tradicional en el que los personajes tienen un valor de ataque y uno de defensa, en función de los cuales recibirán daño en combate… y ya, no hay más similitudes con otros juegos de cartas como, por ejemplo, Shadowverse: Champion’s Battle.
Siguiendo con el combate, ya que he abierto dicho melón, decir que es muy satisfactorio aunque acaba resultando un tanto sencillo, no se si será la tónica general del título o es porque se trata de lo que parece el inicio de la aventura. En todo caso, tampoco me quejaría demasiado, pues es de agradecer, de vez en cuando, un juego que sea más permisivo y relajado.
Pero bueno, no nos desviemos del tema. Como comentaba, nuestros personajes harán uso de ataques y habilidades en su turno para atacar al enemigo, que hará lo propio con nosotros. La gracia del asunto es que cada turno que pase, iremos acumulando unas gemas que podremos canjear por ataques especiales, ya que no habrá contador de puntos de magia o algo por el estilo. Estas habilidades pueden consumir distinto número de gemas, dependiendo de sus características. Y ojo, que algunas irán acompañados del lanzamiento de un dado de 6 caras (d6) o incluso de más (la verdad, no se si se trata de un d8 o un d10, aunque a decir verdad no es lo importante en estos momentos). Estos lanzamientos marcarán la efectividad de nuestros ataques, añadiendo un plus de daño, por ejemplo.
Los ataques, por cierto, pueden causar estados alterados o tener un elemento asignado, por lo que habrá que prestar atención a qué ataques usamos para realizar ataques contra los que el enemigo es débil y, por tanto, efectuar daño extra (y cuidado, porque también podemos hacer ataques menos efectivos dada la resistencia elemental del enemigo). Entiendo que lo mismo pueden hacernos ellos a nosotros, aunque a decir verdad, en la demo no me encontré con ello.
Pasando a la exploración de escenarios y mapamundi, un aspecto que parece clave, estamos ante un juego que se desarrolla en casillas (cartas, en éste caso) por las que deberemos mover nuestro peón. Estas casillas pueden ser genéricas (un camino, una pradera, un bosque, etc.) o tener asignadas localizaciones específicas (una posada, la tienda de armas, una botica…) bastante típicas del género. Estas casillas, además, pueden estar ocupadas por NPCs con los que charlar e interactuar.
Una cosa que me ha gustado es que al explorar el mapamundi, podremos entrar en combates aleatorios (lo normal en el género, vaya, y no me explayaré más porque ya hemos hablado del tema hace nada), pero también podemos encontrar eventos aleatorios (como, por ejemplo, uno en el que encontramos un monstruo envenenado al que podemos intentar ayudar… o no), así como también habrá casillas en las que encontrar un tesoro.
Visualmente, por cierto, es un juego muy resultón, más por el estilo artístico que por los gráficos en sí. Todo el juego imita una partida de rol en la que nos movemos por el juego y usamos cartas. De hecho, al entrar en combate, veremos cómo el GM coloca un tablero en el que se desarrolla la acción, a la vez que diferentes elementos (como un cofre) nos sirven de indicadores. Sin duda, un puntazo y algo muy original aunque, en cierto modo, me recuerda al Crimson Shroud que se lanzó como parte de la compilación Guild01 en exclusiva para Nintendo 3DS, hace cerca de 10 años…
No voy a hablar mucho más del juego, en parte porque no hay mucho más que rascar de una demo que me ha durado un par de horas, pero también porque quiero que algunas sorpresas que incluye el juego (como el simpático mensaje que nos aparece si intentamos explorar “más de la cuenta”) las descubráis vosotros mismos si os animáis, tras leer mis palabras, a darle una oportunidad. La demo está ya disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4 (y 5, vía retrocompatibilidad) y PC (vía Steam), plataformas en las que se lanzará el juego el próximo 28 de Octubre a un precio de 29,99€ (un poquito más si queremos los DLCs temáticos de NieR) en formato digital, de la mano de Squre-Enix. Yo, tras lo visto, le tengo muchas ganas y ya os digo que se me va a hacer muy largo este mesecito de espera que nos separa del juego final…
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