Los chicos de Rebellion Entertainment ya le tienen cogido el pulso a eso de ofrecer shooters que, si bien no son rompedores, enganchan de lo lindo. Por eso, el anuncio de Zombie Army 4 es para emocionarse, al poder combinar lo ya aprendido de la trilogía original (que sigue siendo muy divertida) con las nuevas lecciones de Strange Brigade, su reciente shooter cooperativo bastante más loco.
Y sí, parece que la combinación de ambas series va a dar sus frutos, o al menos, eso lo parece por la demo que pude probar durante la reciente Gamescom 2019. En esta nueva entrega, los nazis zombies que parecían ya muertos (¿o remuertos?) tras la caída de Hitler vuelven a levantarse, ya que el Fuhrer no parece haberse dado por vencido todavía. Ya sabéis, bicho malo nunca muere. Así que nuestro grupo de héroes deberá recorrer Europa (la zona del Mediterráneo para ser más exactos) en busca del motivo para el nuevo levantamiento de los no-muertos, y cómo no, detenerlo.
Mientras que en Zombie Army Trilogy se notaba la esencia de Sniper Elite (no en vano, empezó todo como un DLC de «broma»), en esta nueva entrega han apostado un poco más por la locura, pero sin perder ese toque único y la satisfacción que da reventar la cabeza de un zombie y verlo en la gloriosa cámara de rayos X. Para ello, se ha potenciado la personalización de los personajes y de las armas, de modo que habrá bastantes diferencias entre los usuarios, y por tanto, cómo afrontarán la acción.
A nivel de personajes, no solo tenemos personalización visual (con bailecitos includos, claro) que abrazan lo absurdo del concepto de luchar contra nazis zombies, sino que ahora tienen habilidades especiales. No es algo que convierta al título en un «Hero Shooter», pero sí que nos permite sobrevivir a situaciones peliagudas gracias a habilidades como usar un puñetazo eléctrico que nos puede quitar a una horda de encima.
Una de las cosas en las que Rebellion quiere centrarse en Zombie Army 4 es en la progresión del jugador, y por eso hay un sencillo árbol de habilidades. Con las armas ocurre lo mismo, al poder aplicar diferentes mejoras, que nos harán tener una escopeta eléctrica si así lo deseamos. Sí, todo tiene mucho toque de serie B, y eso me encanta.
Ya en la acción, de nuevo podremos jugar en solitario o con hasta otros 3 amigos. En mi demo, jugué con otro usuario, por lo que éramos dos soldados frente a una horda de zombies. La primera parte de la demo consistía en sobrevivir a una oleada bastante grande, que venía de un tren que se estrella contra la estación que sirve como base. Este primer tiroteo ya nos muestra claramente el cambio de ritmo respecto a los anteriores, ya que hay muchísimos zombies, y sobre todo, el juego nos anima a encadenar las muertes por medio del combo. Aunque en los anteriores el combo solo lo perdíamos al fallar un disparo (animando a que tuviéramos una gran puntería), aquí se basa todo en el tiempo. Llegué a tener un combo de 60 zombies destrozados de forma consecutiva, dándole un toque arcade muy divertido al juego.
Pese a este cambio de ritmo, el rifle de francotirador sigue siendo uno de nuestros mayores aliados, siendo increíblemente satisfactorio lograr una triple muerte al disparar a un grupo de zombies, y ver con la cámara de rayos X cómo la bala atraviesa a los tres con todo lujo de (grotesco) detalle.
A lo largo de este intenso tiroteo, me sorprendió ver cómo los personajes hablaban entre ellos, para que sintamos que hay una camaradería entre ellos que no estaba presente en el original, y que me recuerda a lo visto en los Warhammer: Vermintide. Tras sobrevivir en la estación, vi cómo el nivel se abría bastante, al ofrecer más encuentros, pero espaciados para que no sea todo una horda tras otra. Por el camino, había varios zombies especiales, como los que llevan un lanzallamas y son débiles por la espalda, por lo que en estos encuentros la cooperación es más importante.
Bebiendo de Strange Brigades, ahora los escenarios cobrarán una mayor importancia en nuestra matanza de no-muertos, ya que no sólo podremos usar los siempre barriles explosivos, sino también trampas. En la demo, la que pude usar fue la hélice de un avión, que al activarla, atraía los enemigos para que se convirtieran en picadillo. ¿Lo malo? Que el fuego amigo sí está activo con las trampas, y digamos que mi compañero y yo nos acabamos matando mutuamente al activar la trampa cuando estábamos muy cerca.
Puede que, a la hora de la verdad, Zombie Army 4: Dead War no ofreciera nada revolucionario o sorprendente, pero eso lo compensaba con un arma secreta: diversión desde el primer minuto. Porque a veces, sólo nos apetece pegar unos tiros a los malditos nazis zombies con nuestros amigos, y ahí es donde radica la genialidad de la propuesta de Rebellion Entertainment. ¿Lo malo? Que hasta el 2020 no podremos electrificar, agujerear y pisotear a los nazis zombies, con que nos va a tocar esperar lo más pacientemente que podamos.
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