Los chicos de Frontier son unos cracks en todo lo que respecta a los simuladores de gestión. Ya lo han demostrado con multitud de títulos, como Jurassic World Evolution el año pasado, Planet Coaster, y próximamente, volverán a hacerlo con Planet Zoo. Tengo que reconocer que este género de gestión de parques es uno que me supera, pero salí muy sorprendido por lo interesante que va a ser esta entrega tras probarlo durante la Gamescom 2019. La cucada de animales también ayudó, claro.
Durante la feria alemana, el estudio mostró el nuevo zoológico de la India, una de las localizaciones que visitaremos a lo largo de la campaña, y que podremos gestionar en el modo sandbox. Pude probar varias de las mecánicas y cuidar de los nuevos animales, pero siempre con la ayuda de un desarrollador de Frontier ya que estamos ante un juego bastante complejo para un novato en el género, pero con bastantes ayudas de accesibilidad para que, con tiempo y calma, cualquiera pueda adentrarse en el mundo de la gestión de zoológicos.
En el zoo donde empecé, había un problema, ya que la gente corría como si no hubiera un mañana. Esto puede ocurrir de vez en cuando si hemos desatendido algún área del zoo, así que, toca descubrir qué ha pasado. Al buscar el origen de la gente corriendo, vi que un rinoceronte indio se había escapado de su zona, y claro, eso muy seguro no parece. Por tanto, la primera tarea en nuestro objetivo de «reparar» este zoo consiste en volver a meter al rinoceronte en su zona.
Para ello, hay que contratar un veterinario (o varios), que dormirán a los animales y los meterán en cajas. Después, se puede hacer «unboxing» para liberar a las criaturas, ya que oye, no les gusta estar en un espacio tan pequeño durante mucho tiempo. Antes de ello, hay que reparar la valla, que es eléctrica. La interfaz para colocar las vallas es bastante intuitiva, algo en lo que me repetiré en todo el avance, ya que pese a la enorme complejidad de todo lo que podemos hacer en Planet Zoo, el juego pone muchas facilidades para que no nos tengamos que pelear más de la cuenta con la interfaz.
Además de la valla, hay que tener energía para alimentarla, o el rinoceronte volverá a escapar. Con todo arreglado, ya podemos devolver a la criatura a su zona, para que podamos volver a tener ingresos por parte de los visitantes. Este pequeño ejemplo de gestión es algo que se repetirá para casi todo, teniendo que hacer una micro-gestión al mismo tiempo que una macro-gestión en muchos de los «problemas» a los que nos enfrentaremos.
Otros problemas no tienen por qué ser para volver a meter a un animal en su área, sino para prevenir que esto ocurra, obtener más ingresos por mejorar el estado del zoo, y de paso, mantener más contento a los animales.
En algunos casos, puede ocurrir que la zona que tengamos delimitada para una criatura no tenga el hábitat necesario para que se sienta cómoda, por lo que tendremos que añadir más zonas de césped, arena, vegetación, etc. También hay que medir que los animales estén contentos y activos, además de alimentados. Por tanto, tener a humanos para que les alimenten no hacen que se sientan animados a comer, pero si hacemos que tengan que ir ellos mismos a por su alimento, como por medio de unos barriles u otros items, no solo mantendremos su dieta, sino también mejoraremos su estado de ánimo. Y claro, interesa que pongamos esto de forma visible al público, para que los visitantes tengan más divertimento, lo que se traduce en más ingresos.
Si «solo» quieren entretenerse, como un caso con los mandriles, hay que ponerles también zonas de escalada. Para ello, hay objetos ya creados por defecto, o podemos crearlos nosotros mismos con un completo editor. Pero claro, hay que tener cuidado por dónde se ponen, o de lo contrario, los mandriles podrían saltar las vallas y tener otra situación como la del rinoceronte entre manos.
La limpieza del parque también será muy importante en Planet Zoo, pero a diferentes niveles. Un ejemplo muy claro es con el agua, ya que el cocodrilo Gavial necesita el agua para vivir e hidratarse. En este caso, estaba muy sucia, algo que incluso podíamos notar al meter la cámara en el agua y no ver nada de la suciedad que había. Para ello, toca poner una planta limpiadora de agua, intentando no ponerla a la vista de los visitantes para que no moleste, pero accesible para el personal de mantenimiento.
Hubo varios ejemplos más de situaciones con las que tocó lidiar, pero os podéis hacer una idea de cómo hay que gestionar muchísimos aspectos al mismo tiempo para tener un zoo exitoso. Para poder detectar todos estos posibles problemas, Planet Zoo dispone de una interfaz bastante limpia y clara, que nos muestra con facilidad las estadísticas de los animales, lo que está bien o mal, etc. Para el tema de la limpieza del agua, por ejemplo, se puede pasar a una vista especial en la que se muestra el área que cubre cada planta purificadora, o ver directamente las zonas de agua que no están en un estado óptimo. Hay varios filtros para poder detectar otros problemas, lo que ayudará a que identifiquemos rápidamente las zonas en las que nos tenemos que centrar.
A la hora de añadir objetos que ayuden a los animales en su día a día, entretenimiento o hábitat, podremos aplicar una serie de filtros en todos los objetos en base a las características que aparecen en la ficha de cada animal (como zona de origen, tipo de animal, etc), para que el juego nos marque lo claramente necesitamos para ese animal en concreto de entre todas las opciones que hay. En mi caso, todavía necesitaba la ayuda de la gente de Frontier, ya que pese a estas ayudas, seguimos estando ante un juego de gestión bastante complejo, donde muchos eventos se cruzan entre sí, y hay que gestionarlos correctamente para que el parque no se vaya al garete.
Algo que me gustó mucho de mi tiempo con Planet Zoo fue el aspecto visual. El trabajo que está haciendo Frontier para mostrar a cada criatura me parece increíble, y ver a los nuevos animales presentados en esta demo (los ya mencionados, junto al antílope americano, el tapir centroamericano o el oso pardo del Himalaya entre muchos otros. Gracias a la cámara, podemos ver claramente las increíbles animaciones de los animales, comprobar su pelaje, etc. El realismo es apabullante, y hasta podemos comprobar parte del estado de los animales simplemente por cómo se mueven o comportan. Por ejemplo, los mandriles empiezan a pelear si no tienen nada que hacer, ya que aumenta su agresividad, por lo que si vemos a unos mandriles peleando entre sí, igual tenemos que revisar mejor su zona del parque.
Tengo que reconocer que entré a esta cita de Planet Zoo sin ninguna expectativa, pero salí bastante impresionado. Sigue sin ser mi estilo de juego, pero para los amantes de gestionar montones de estadísticas (esos juegos de Excel, vamos), o para los que simplemente quieren disfrutar de unos adorables animales recreados con un realismo espectacular, aquí hay una mina de oro. Si estáis en este grupo, atentos al juego, que estará disponible para PC el 5 de noviembre.
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