Uno de los juegos españoles más ambiciosos para los próximos meses es sin duda The Waylanders. La obra de Gato Salvaje promete ofrecer un RPG occidental de gran envergadura, y por tanto, han apostado muy fuerte por el título. De hecho, en la Gamescom 2019 anunciaron que Chris Avellone (¡no para este hombre!) participaría en el guion, mientras que Inon Zur (compositor de Fallout 3, Crysis o Dragon Age: Origins) sería el músico principal.
Más allá de estos grandes anuncios, este año en la Gamescom 2019, el equipo ha decidido mostrar lo mucho que ha evolucionado el juego respecto a la demo que tenían disponible el año pasado, y con la que lanzaron su exitosa campaña de Kickstarter. ¿Lo malo? Que esta vez solo se podía ver el juego y no probarlo, algo para lo que nos tocará esperar hasta 2020, pero a cambio, las novedades y mejoras eran apabullantes, lo que hace denotar que se avecina un gran juego.
Empezando por el principio, The Waylanders será un RPG basado en la cultura celta de las tierras gallegas. La acción se situará en las épocas celtas y la Edad Media, ya que nuestro personaje podrá viajar entre ambas épocas. A nivel argumental, este viaje en el tiempo será muy interesante, ya que los compañeros se reencarnarán en la Edad Media en otros personajes, pudiendo ser del mismo sexo, o no. Por tanto, imaginad que tenemos una relación con un compañero, pero luego en la Edad Media es del sexo contrario. Aunque en la época celta eran bastante abiertos a nivel cultural (y feministas, con mujeres guerreras dispuestas a repartir estopa), en la Edad Media no era así, lo que dará lugar a conflictos interesantes cuando hagamos recordar a los compañeros su vida pasada.
Esto es sobre el papel algo que me llama mucho la atención, pero la demo que me enseñaron se centraba mucho más en las mecánicas jugables. Como ya se anunció el año pasado, estaremos ante un RPG en el que el sistema de clases será muy profundo, al tener clases principales, y luego diferentes sub-clases dentro de éstas. La clave estará en crear un equipo bien equilibrado, y usar tanto el escenario como nuestras habilidades para salir airosos de los numerosos combates en los que nos enzarzaremos.
Algunos ejemplos fueron cómo podemos tumbar varios árboles para bloquear el camino a los enemigos, de modo que les forzamos a ir por otro lado, donde estamos preparados para tratar con ellos en un único bloque. Otra opción es ganar altura, para así alejarnos del combate y atacar desde la distancia.
La otra mecánica principal de The Waylander, y uno de sus aspectos más únicos, será su sistema de formaciones. Básicamente, podremos crear una formación a partir de 3 personajes, con un rol diferente en función de las necesidades. A veces nos vendrá bien una formación de escudo para bloquear los ataques enemigos, mientras que los compañeros que no han hecho la formación pueden atacar desde la distancia. O al revés, al crear una formación de arqueros o magos, mientras que los tanques del grupo atraen a los enemigos, para proteger así la formación.
Un aspecto importante de las formaciones es que, al ser derrotadas, no morirán todos los personajes de forma automática. En su lugar, sufrirán una pequeña penalización de salud, pero por lo general, podrán seguir peleando como luchadores individuales. Esto nos motivará a usar este sistema de forma bastante frecuente, algo en lo que ponían mucho énfasis en esta demo. Lo bueno es que se veían claramente más opciones tácticas a emplear con las formaciones respecto a la demo del año pasado, lo cual son grandes noticias. Incluso los enemigos podrán usar formaciones, de modo que conocer bien el funcionamiento de cada uno será clave para alzarnos con la victoria.
Para crear estas tácticas, podremos usar tanto el teclado/ratón como el mando, ya que The Waylanders también se está diseñando para consolas. Pude ver en funcionamiento las dos interfaces, y la del mando parece bastante intuitiva y cómoda, con una ralentización al activar el menú de las formaciones, para que así el ritmo de los combates pueda fluir, pero tengamos el tiempo necesario como para crear la táctica que queramos.
Porque sí, The Waylanders recuerda mucho a Dragon Age: Origins, con incluso una cámara táctica para planificar mejor qué hacer, dar órdenes individuales a cada personaje, etc. La interfaz también ha evolucionado mucho desde la demo del año pasado, y lo mismo ocurre con los gráficos. Aunque todavía hay cosas por pulir (lo mostrado era una pre-alfa), el estilo artístico me atrae. Además, habrá una gran diferencia visual entre la época celta y la de la Edad Media, para que ambas épocas tengan una identidad visual única.
Como tal, The Waylanders pinta muy bien, pero luego encima están los aspectos de Galicia añadidos al juego. El equipo de Gato Salvaje es de La Coruña, y han querido aprovechar el rico folclore de la zona para absolutamente todo. Incluso visitaremos la Torre de Hércules, con que tener un juego de esta envergadura que quiera celebrar la cultura local es una muy buena noticia.
Así que, Gato Salvaje está poniendo toda la carne en el asador para que The Waylanders sea un RPG muy ambicioso, y sobre todo, divertido. Por desgracia, todavía nos toca esperar hasta 2020 para disfrutar primero de la versión de PC, y unos meses más para la versión de consola, aunque al menos, todo apunta a que la espera va a merecer la pena.
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