Últimamente, Ubisoft nos está acostumbrando a ofrecernos un capítulo inicial de una saga que no alcanza todo su potencial, pero crea una base fantástica sobre la que crecer. Esto ocurrió con Watch Dogs antes de ofrecer una secuela fantástica, y todo apunta a que ocurrirá lo mismo con The Division 2. El original se lanzó con varios problemillas, pero gracias a las actualizaciones y parches, se ha quedado en un shooter RPG genial. Esto me hace tener más ganas de que llegue la secuela, y más tras probar la demo disponible en la reciente Gamescom.
Esta demo era la misma que se enseñó en el E3 unas semanas antes, pero ofreciendo un resultado mucho más pulido, demostrando la evolución que va a ir sufriendo el juego hasta su lanzamiento el próximo 15 de marzo. En esta demo teníamos que tomar los restos del Air Force One, en una misión que dejan muy claras varias novedades muy prometedoras para solucionar los problemillas de la primera parte.
En primer lugar, un cambio interesante será la especialización en clases. En función de las habilidades que vayamos desbloqueando, podremos equipararnos a una clase típica de un RPG. No sé muy bien qué clases eran las disponibles, ya que la demo estaba en perfecto alemán, y no es que sea mi fuerte. Al menos, sí pude comprobar un detalle fundamental de las clases: las armas especiales. Cada clase podrá aprender a usar un arma única y muy poderosa, que tendrá una munición muy limitada, pero nos podrá sacar las castañas del fuego en los momentos más peliagudos.
La misión va «in crescendo», al empezar luchando contra unos maleantes en los restos abandonados de un centro comercial. Esta parte de la demo es bastante típica a lo visto en el original, pero sirve para recordar las bases jugables, destacando de nuevo el increíble sistema de coberturas. Incluso tras estos años, me parece que The Division 2 tiene uno de los mejores sistemas de cobertura vistos en un shooter en tercera persona, al permitirnos una gran movilidad por todo el escenario, y sentir que estamos en control de nuestros movimientos en todo momento.
Independientemente de la clase que tengamos, algo fundamental es que el trabajo en equipo es clave si queremos sobrevivir a los duros tiroteos que nos esperan en The Division 2. Los enemigos vuelven a tener bastante vida, lo cual sigue rompiendo con el realismo, pero creo que es algo que ya he interiorizado mucho más, al no preocuparme en absoluto, y sencillamente disfrutar de la acción.
Tras esta zona algo más lineal, pasamos a un parque donde se encuentran los restos del Air Force One. Este escenario es espectacular, al poder ver el Capitolio (o el Senado, o como se llame el edificio de Washington que siempre sale al final de un gran parque), mientras luchamos entre los restos del avión presidencial. El cambio de localización de Nueva York a Washingon le va a sentar a esta secuela como anillo al dedo, ya que podremos visitar una mayor variedad de localizaciones. Que no esté todo nevado también ayuda a crear un look muy, muy diferente.
Otro efecto secundario de este cambio de escenario es que salimos de las clautrofóbicas calles de una Nueva York devastada. Este escenario del bosque nos permite afrontar la acción desde diferentes direcciones, y hasta diferentes alturas gracias a los restos del avión. Al ir en equipo, podíamos dividirnos para cubrir un dúo una zona, y el otro dúo otra zona. Esto no pasaba casi nunca en el original, y es algo que estoy deseando poder experimentar en mayor profundidad en The Division 2.
Este tiroteo era realmente intenso, al enfrentarnos a multitud de enemigos de alto nivel. Esto hacía que el uso de las armas especiales de cada clase fuera esencial para sobrevivir. Mi personaje contaba con un lanzagranadas, por lo que al verme rodeado, pude acabar con unos cuantos soldados enemigos de golpe y salvar el pellejo. Junto a los enemigos normales, había otros especiales, con más vida de lo normal, y que usaban armas únicas. Uno de ellos usaba un lanzacohetes, mientras que otro empleaba una especie de arma pegajosa, muy en la línea del arma vista en Prey. Este oponente era de los más peligrosos de todo, ya que con su munición nos podía dejar bloqueados, lo que nos dejaría al descubierto para que los demás enemigos acaben con nosotros. Al tener el depósito de la munición en su espalda, éste era su punto débil, lo que podría hacer que su munición se volviera en su contra y se quedara completamente inmóvil.
Todas estas dinámicas hacen que la acción en The Division 2 sea increíblemente intensa y divertida. Pero todo esto sin olvidarnos del botín, ya que por el escenario era posible encontrar cofres tanto a nivel de suelo como en los árboles, pudiendo abrirlos de un disparo para recoger su contenido. De nuevo, al estar la demo en alemán, no pude trastear con este aspecto, pero prometen que habrá opciones de personalización para dar y tomar.
En definitiva, esta breve toma de contacto con The Division 2 me ha dejado con más ganas todavía de disfrutar de esta secuela. Viendo lo bien que se le dan a Ubisoft las segundas partes, es más que probable que vayamos a estar ante una joya que disfrutaremos a lo grande en el completo mes de marzo que se nos avecina.
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