Una de las grandes incógnitas del mundo de los videojuegos es qué ocurre con Amazon Game Studios. Hace tiempo que anunciaron la compra de varios estudios, el desarrollo de un motor propio (o mejor dicho, la adaptación del CryEngine a sus necesidades), y aun así, todavía no hemos visto materializado ningún título. Esto va a cambiar en breve, ya que durante la Gamescom pude probar dos de sus próximos lanzamientos, y en este avance toca hablar de New World.
A priori, parece que estamos ante un MMO que cumple todos los requisitos actuales: sistema de combate inspirado en Dark Souls, mundo persistente online con la posibilidad de construcción de bases y facciones, sistema de crafteo, etc. A pesar de parecer otro MMO más en un mercado algo saturado por este tipo de propuestas, salí bastante emocionado por New World, eso que no es un género que controle en absoluto.
Lo primero que hace algo único a New World es su ambientación. Estamos en un siglo XVII alternativo al nuestro, donde la humanidad ha encontrado una nueva región gigantesca sin explorar. Así que, como colonos, nuestra tarea será investigar la zona y preparar diferentes colonias para aprovechar los diferentes recursos únicos de la región. Por este motivo, el sistema de crafting será esencial, al empezar sin prácticamente nada más que nuestros puños y un hacha. Gracias a estas herramientas básicas ya podemos talar árboles para obtener madera, picar piedra en busca de minerales, o cazar animales para extraer sus recursos gracias al cuchillo que hemos fabricado con la madera y los minerales.
A medida que vayamos realizando actividades, nuestro nivel de personaje evolucionará, siendo capaz de especializarnos en diferentes profesiones, como guerreros, cazadores, herreros, etc. La idea principal de New World es la de ofrecer un enorme mundo en el que los cientos de jugadores que poblarán cada servidor creen un ecosistema social propio. Para ello, el título traerá varias herramientas muy útiles, como creador de clanes, la posibilidad de establecer contratos entre jugadores para así obtener recompensas automáticas una vez se han completado los términos del trato, sistema de penalizaciones para los asesinos al poner recompensas especiales sobre sus cabezas, etc.
Algo que me gustó mucho de la demo que probé era lo intuitivo que era todo esto. Los menús están hechos para ser bastante sencillos, ya sea a la hora de explorar el loot de una zona, combatir, etc. Las peleas es otro punto que me gustó, ya que, aunque el equipo es importante, lo es más la habilidad. Gracias a un sistema de resistencia para los ataques en tiempo real, y un sencillo sistema de combos y habilidades, es posible que un jugador habilidoso con un equipo peor pueda derrotar a un torpe con un equipo legendario. En este sentido, las peleas que realicé eran intuitivas y, sobre todo, eran divertidas, algo que, personalmente, no me suele parecer en muchos MMOs.
Antes mencionaba la posibilidad de establecer facciones, y una de las gracias de New World es la de conquistar el territorio. De esta forma, marcamos nuestro poder, y obviamente, llegará un momento en el que nuestras fronteras chocarán contra la de otra facción. En este caso pueden ocurrir diferentes hechos: una alianza para compartir recursos, una tregua para que nadie ataque al otro bando, o la guerra total.
En la demo que probé, el asalto frontal contra una facción enemiga fue el camino a seguir. Una mecánica interesante es que en cualquier momento podemos colocar un campamento provisional en el mapa. Solo podemos tener uno colocado, pero es muy importante, ya que si morimos, reapareceremos ahí o en el campamento principal que queramos. Esto permite plantear estrategias interesantes a la hora de asaltar fortalezas, ya que igual nos interesa dejar los campamentos cerca de la base enemiga, pero no lo suficiente como para que vean dónde están y vayan directamente a destruirlos, ya que perderíamos nuestro punto de control.
Como todo en el escenario es destructible, el asalto a la base comenzó colocando varios barriles explosivos, para así romper los muros de la fortaleza y empezar el combate. Es en esta parte de la demo donde brillaba el combate, ya sea usando el arco, un hacha enorme, una lanza o el conjunto de espada y escudo, que es lo que seleccioné. No es que las peleas lleguen al nivel de un Dark Souls, pero contra otros humanos son bastante intensas, al tener que gestionar muy bien la resistencia para no quedar al descubierto en el momento más inoportuno.
Para tomar una base en New World, es necesario eliminar la bandera enemiga y darle a este elemento central de la base un número determinado de recursos como madera o minerales, para así considerar que la base es nuestra. Durante este tiempo, el enemigo puede seguir reapareciendo en la base, con ciertas penalizaciones de tiempo al morir, por lo que hay que actuar rápido si queremos tomar la base. Al hacerlo, acababa la demo, no sin antes comprobar lo mucho que habíamos avanzado desde el campamento inicial, y eso que estábamos en una minúscula región del gigantesco mapa que habrá disponible.
Como decía antes, me sorprendió para bien New World, ya que pese a no jugar mucho a MMOs, me gustó y divirtió todo lo que probé. Es cierto que sobre el papel no estamos ante ningún juego revolucionario, al tomar elementos de los MMOs tradicionales y los títulos de supervivencia del momento como ARK, pero la combinación funciona muy bien. Además, todos los sistemas sociales prometen dar mucho juego, sobre todo cuando haya cientos de personas en un único mapa explorando, conquistando y mejorando a su personaje al mismo tiempo. Todavía no hay fecha de lanzamiento clara, pero próximamente habrá diferentes pruebas públicas para recoger más feedback de los usuarios, y prepararse para un lanzamiento masivo en PC más adelante.
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