Hay bastantes juegos de rallys en el mercado, con que cuando entré a la cita de Dakar 18 durante la Gamescom, pensé que vería otra iteración más de lo mismo, pero esta vez con la licencia oficial del Dakar y poco más. Por eso, no os podéis imaginar mi sorpresa cuando me encontré un juego tremendamente diferente, que va a ser realmente único en el género de la velocidad, y por supuesto, en el de los rallys.
Los encargados de desarrollar esta obra son Bigmoon Studios, que ya tienen mucha experiencia en el género tras haber trabajado en varias entregas de MotoGP y WRC, por lo que esta vez querían hacer algo diferente, que al mismo tiempo fuera lo más fiel posible a la competición real en la que se están basando. Por este motivo, han hecho un juego de rallys de mundo abierto en el que la resistencia y nuestra capacidad de navegación serán clave si queremos siquiera completar una etapa, y ya ni digamos el ganar la competición.
En Dakar 18 tendremos las diferentes disciplinas de la competición, como coches de rally, camiones, motos o quads, eso sin olvidarnos de los vehículos licenciados de cada disciplina. Nuestro objetivo será hacer el mismo recorrido que harán los pilotos, por lo que recorreremos gran parte de América sin ningún tipo de GPS ni dispositivo electrónico. Sólo podremos depender de la libreta de nuestro co-piloto y nuestro ingenio.
Cada etapa de la competición es muy larga, teniendo que pasar por varios puntos concretos del mapa abierto para poder progresar. Al igual que en la competición de verdad, no podemos saltarnos ninguno de estos puntos, o seremos descalificados. El cómo lleguemos de uno a otro dependerá completamente de nosotros. Para guiarnos, la liberta nos indicará posibles peligros, hacia qué grados en la brújula se encuentra el siguiente punto de navegación de la libreta, o si tenemos que seguir el camino en el que estamos.
Aunque en la dificultad más baja sí habrá en la brújula un indicador de nuestro próximo objetivo (siempre que no sea seguir un camino), en la dificultad más realista solo tendremos la brújula y la libreta. Nada más, y creedme cuando os digo que es más fácil perderse de lo que uno se podría imaginar. Cuando estás centrado en pasar una zona llena de rocas y de repente toca cambiar de dirección, cuesta un poco reaccionar, por lo que tenemos que estar atentos a muchos factores al mismo tiempo. Si nos perdemos o vamos por el mal camino, no os penséis que el juego nos pondrá un gran indicador en pantalla. Como mucho, el copiloto nos dirá que nos hemos perdido y que volvamos al último punto de navegación por el que pasamos, pero nada de marcarlo en grande en pantalla ni nada por el estilo. Dado lo enorme que es el mundo (es el mapa más grande creado para un juego de conducción), la sensación de poder perdernos en cualquier momento está muy conseguida en Dakar 18, por lo que la competición es intensa a más no poder.
El único peligro de la competición no es perdernos, ya que también deberemos cuidar el coche. Las etapas son muy largas, por lo que deberemos de ir rápido, pero al mismo tiempo con cautela. Así que cuando pasemos por una zona de dunas, más nos vale soltar el pedal del acelerador para no dar un salto muy grande que nos haga empotrarnos o dañar el coche. Sí, esto me ocurrió, y aunque no lo destrocé, sí que vi cómo, tras apenas 5 puntos de control, ya tenía muchas partes del coche a un 80% de su estado óptimo, cuando todavía quedaban más de 20 puntos de control para llegar al final de la etapa. En otra situación sí que perdí el control y tuve suerte de no tener un accidente de manual, pero siempre estaba tenso, al tener en cuenta el estado del coche, de la carretera, las indicaciones del piloto, etc.
En Dakar 18 también habrá ciertos elementos de RPG, pero nada que ver con los coches, sino más bien con los pilotos. Al ir ganando experiencia podremos desbloquear habilidades que nos permitan coger una pala e intentar sacar el coche del barro si nos hemos quedado atascados, o incluso salir a pedir ayuda a otros pilotos si directamente nos hemos quedado tirados. Otras habilidades nos permitirán hacer pequeños apaños al coche, a costa de perder varias horas, lo que nos dará un tiempo desastroso.
Algo bueno de que la competición sea por gran parte de América es que visitaremos lugares muy variados. Yo jugué en una zona más bien desértica, pero a mi lado había otro periodista en una etapa de montaña mucho más peligrosa, eso que iba pilotando un enorme camión. Aun así los dos sucumbimos en la etapa, yo por saltarme uno de los puntos clave por los que hay que pasar obligatoriamente, y él por un accidente bastante aparatoso. Ir jugando con volante fue una experiencia genial, gracias al feedback, que hacía que realmente sintiera cada bache incluso cuando iba por un camino en principio llano, por lo que para los usuarios con un buen volante, aquí van a tener toda una delicia para disfrutar al máximo realismo.
Al principio del avance lo había dicho, y lo quiero volver a repetir: Dakar 18 no va a ser un juego de rallys típico, ya que será más bien un juego de resistencia y de navegación en un enorme mundo abierto. Todo esto al mismo tiempo que intentamos hacer los mejores tiempos y no quedarnos tirados en la cuneta para no tener una situación de «¡Arráncalo Carlos!» entre manos. Los diferentes sistemas de los que hace gala el juego prometen ofrecer una experiencia realmente única, y sobre todo, divertida. Sí, todo es bastante complejo, pero no pude evitar divertirme durante todo el tiempo que estuve jugando, además de estar más intenso que en los más recientes DIRT, que siguen siendo espectaculares, pero el no saber exactamente qué camino es el bueno le da una nueva dimensión a Dakar 18. Lo mejor de todo es que no tendremos que esperar demasiado para adentrarnos en esta durísima competición, ya que estará disponible el próximo 11 de septiembre para PC, PS4 y Xbox One.
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