[Gamescom 2018] Metro Exodus. El viaje de tren más peligroso de la historia

Metro Exodus

Durante la pasada generación, era demasiado habitual mostrar una paleta de colores oscuros, sin que muchas veces estuviera justificado por el universo o la narrativa. En el campo contrario tenemos a la saga Metro, que debía presentar una ambientación oscura y opresora para ser fiel al escenario en el que se desarrollaba: el metro de Moscú tras un apocalipsis nuclear.

Durante dos entregas no hemos salido de Moscú, por lo que tanto los túneles como las zonas urbanas destruidas del país ya nos eran muy familiares. También lo deben de haber sido para los desarrolladores, ya que en Metro Exodus, los protagonistas se montan en un tren para hacer un peligroso viaje por diferentes partes del mundo, lo que ofrecerá un mayor abanico de posibilidades para los escenarios. En la Gamescom he podido probar una demo bastante extensa en la que este contraste con los originales se nota muchísimo, al tener que sobrevivir en mitad de un bosque lleno de vida y color, pero cómo no, también hasta arriba de monstruos y bandidos. ¿Tenéis el abono de transporte en regla para emprender semejante viaje?

La demo no nos introduce absolutamente nada, sino que directamente vemos cómo Artyom es salvado de morir ahogado en un asqueroso pantano por alguien que no ha salido del bosque en su vida. Nos insta a que nos vayamos y que, si queremos hacerlo con vida, lo hagamos como un fantasma, ya que hay multitud de bandidos en el bosque de dos facciones enfrentadas. Sin embargo, no podemos irnos sin más, ya que parece que íbamos con un compañero y tenemos que descubrir qué ha pasado con él.

Metro Exodus

En Metro Exodus no estaremos en escenarios claustrofóbicos, sino que se han abierto notablemente. En ocasiones se ha hablado de mundo abierto, pero si esta demo es muestra de ello, estamos más bien ante niveles muy extensos que nos dan más libertad a la hora de completar la misión de turno.

Como estamos sin pistas del paradero de nuestro compañero, toca explorar. El mapa es muy amplio, y aunque hay un indicador tanto en el mapa que llevamos nosotros (lo de tener que mirar un mapa para verlo me sigue pareciendo un toque genial) como en la brújula de nuestra brazo que nos indica la posición de nuestro siguiente objetivo, nosotros podremos deambular más o menos lo que queramos.

Metro Exodus

Al poco de empezar, podía haber seguido un camino directo para llegar a una especie de fábrica abandonada, pero decidí dar un rodeo tras escuchar unos gritos de auxilio. Por el camino tuve que enfrentarme a un monstruo mutante, pero también rescaté a alguien a quien los bandidos habían dejado para morir a manos de esta naturaleza modificada por la radiación. Gracias a los que nos dice, podemos averiguar algo más de la situación actual de este peligroso bosque, lo que siempre ayuda para meternos más de lleno en la historia.

Tras volver al camino principal y girarme sobresaltado más de una vez por culpa de varias serpientes que no paran de hacer “sssshhhh”, volví a la zona del objetivo principal. Esto supone progresar, pero también toparse con varios bandidos. Como en la anterior entrega, podemos elegir entre ir pegando tiros o mediante sigilo. Los recursos son siempre limitados, y Artyom es frágil, por lo que yo siempre aposté por el sigilo, que funciona muy bien en este Metro Exodus. Gracias a la ballesta es fácil acabar sigilosamente con enemigos alejados, mientras que el diseño de niveles más amplios y los diálogos entre los guardas, nos dan muchas más opciones a la hora de avanzar sin ser vistos.

Metro Exodus

Apagar luces, noquear sigilosamente, lanzar cuchillos y escondernos en las sombras siguen siendo nuestras mejores herramientas. De hecho, en un punto posterior de la demo, al ver que se acercaba una patrulla enemiga, me escondí en una pequeña cueva sin salida que había en un lateral para que pasaran de largo sin meterme en un tiroteo. Esto me hizo ahorrar munición, y me dio pistas sobre qué había pasado con mi compañero, y la situación actual en el conflicto entre las dos facciones de bandidos del bosque. En otro momento, las conversaciones de los guardas me reveló una ruta alternativa al campamento enemigo, y lo que es mejor, la existencia de trampas cerca del mismo para los incautos.

Estos detalles hacen que te metas de lleno en el universo de Metro Exodus, ya que sientes que tienes que hacerlo así por la falta de recursos, obtienes información de manera orgánica, etc. Obviamente, los tiros son siempre una alternativa, y en este sentido, el juego sigue funcionando bastante bien. Los enemigos se cubren con soltura para ponernos las cosas complicadas, y si nos despistamos, hasta nos pueden rodear.

El ritmo de la demo estaba bastante bien, ya que poco a poco nos íbamos enterando más de estos misteriosos bandidos y qué monstruos se esconden en el bosque. En una escena con la que descubrimos la presencia de las trampas, vemos un oso mutante gigantesco a solo un palmo de nuestras narices. Entre esto, detalles como la fuerte respiración de Artyom al estar cansado, la brújula en nuestro brazo y demás, la inmersión por la que es conocida la saga se mantendrá en este Metro Exodus.

Metro Exodus

La única novedad del juego no será este diseño de niveles más abiertos, sino que el sistema de inventario ha cambiado por completo. Para empezar, ahora la acción no se detiene si queremos ver el inventario, ya que será nuestra mochila, y veremos cómo Artyom se quita la mochila de la espalda y se pone a observarla. En la mochila podremos craftear objetos o munición, por lo que, al igual que ocurre en The Last of Us, hacerlo en el momento menos oportuno puede hacer que acaben con nosotros, algo que siempre añade bastante tensión a los tiroteos y a los momentos de sigilo.

A nivel técnico, desde 4A Games siguen demostrando que les gusta reventar tarjetas gráficas, ya que esta demo en PC iba de lujo. El equipo no llevaba las RTX 2080 para ver el efecto del Ray Tracing, pero entre las animaciones, los efectos, la iluminación o el diseño del escenario, el juego entra por los ojos. Y sobre todo, hay color, lo que supone un cambio de aires increíble respecto a las anteriores entregas, sin por ello perder un ápice de su intensidad.

La saga Metro ya se ha consagrado como una de las mejores para sentirnos inmersos en su universo, historia y jugabilidad, por lo que me encanta comprobar que el estudio sigue en forma para mantener el nivel en Metro Exodus. El diseño de niveles más abierto me encanta, ya que pude probar diferentes rutas de infiltración en varios momentos, lo que unido a la libertad para afrontar las situaciones a tiro limpio o como un fantasma, podremos experimentar bastante hasta encontrar con nuestro estilo ideal. Al mismo tiempo, el juego no se ve diluido por estar totalmente alejado del metro de Moscú, sino que incluso puede respirar mejor para ofrecer estos encuentros y situaciones tan intensos. En principio esta demo es solo una pequeñísima muestra de lo que nos espera, con escenarios todavía más variados (en teoría habrá una zona desértica a lo Mad Max), monstruos más terorríficos y humanos más locos todavía. Estoy harto de coger el metro todos los días, pero ahora tengo más ganas de que llegue el 22 de febrero para subirme a Metro Exodus con Artyom y compañía.

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