La Barcelona Games World 2017 ya ha arrancado y todas mis ilusiones se han focalizado hacía un único objetivo: Super Mario Odyssey. La última y más basta aventura del ya retirado fontanero llega a Nintendo Switch el próximo 27 de ocubre entre una gran expectación. Por su planteamiento de “mundo abierto”, sus múltiples y nuevas habilidades, la cantidad de detalles que encontramos en sus grandes y trabajados escenarios; por esto y por el carisma que rezuma el icono de Nintendo, Odyssey se va a convertir en un serio candidato al juego del año, una batalla que bien seguro se librará “en casa” contra todo un The Legend of Zelda: Breath of the Wild.
Hoy, ya os puedo contar porqué Super Mario Odyssey aspira a todo en este 2017. La demo que se presenta en la feria, pese a ser antigua (se nota que corre a 720p frente a los 900p de la versión final) ofrece dos completos niveles, Metropolis Kingdom y Sand Kingdom donde podemos correr y saltar libremente durante un periodo determinado de tiempo. Os aseguro que, o vais directo a por el objetivo principal, o consumiréis el tiempo de la demo de una forma voraz explorando cada rincón del juego. Y las colas para volver a jugar van a ser interesantes…
Un mundo lleno de posibilidades
Las dos fases que he podido jugar en profundidad – tanto en modo dock como portátil – nos ofrecen escenarios bastante grandes donde poder perdernos y explorar sin piedad. Esto es lo que caracteriza a Super Mario Odyssey de otros títulos de la saga, algo que le acerca a un perfil más Super Mario Sunshine que, por ejemplo, a Super Mario Galaxy. Tanto en la ciudad como en el desierto, todo es alcanzable, todo es explorable dentro del perímetro que define el escenario. Y como buen juego collectathon, toda exploración obtiene una recompensa. Esto es algo que os va a sorprender, pues, aunque tengamos una misión concreta y un objetivo claro, el mapa nos va ofreciendo distintas alternativas, y nuestro espíritu aventurero aprovechará esas alternativas para generar nuevas; y así, marcando nuevos objetivos sobre la marcha, nos daremos cuenta que estamos muy lejos del objetivo principal. Una moneda morada, una luna escondida, una fase de bonificación; siempre vas a encontrar algo a cambio si decides apartarte por un momento de tu cometido. Encontrarás NPC que te contarán historias, tiendas para comprar atuendos que, a su vez, serán necesarios para desbloquear nuevos caminos y alternativas, y así, sucesivamente, el mundo de Odyssey se retroalimenta siempre y cuando el jugador esté dispuesto a hacerlo.
Tanto Metropolis Kingdom como Sand Kingdom ofrecen un plataformeo variado y trabajado. Aunque no es demasiado exigente y puede dar la sensación de que lo único que hacemos en Odyssey es perdernos por sus escenarios, lo cierto es que el tramo estrictamente definido para lograr misión principal requiere algo más de pericia (no mucha) y ofrece algunos detalles novedosos donde los saltos y el entorno trabajan conjuntamente para ofrecer algo más que saltar de un lado a otro. Estoy seguro que estos dos reinos, los más vistos por los fans durante este año, son los primeros mundos a los que viajaremos y el reto se irá incrementando, como en todo buen Super Mario.
Pero no solo el mundo de Odyssey crece en posibilidades. Super Mario ofrece un montón de nuevos saltos y piruetas, además de incluir una nueva mecánica gracias a la ayuda de Cappy, el sombrero con ojos que ofrecerá a Mario nuevas y sorprendentes habilidades.
Aunque puedas con el enemigo, poséele
Con un simple giro de muñeca o pulsando el botón Y de tu mando, Mario lanzará a Cappy contra un enemigo, y si éste se puede poseer, entraremos dentro de su cuerpo para aprovechar sus habilidades especiales. En la fase Sand Kingdom, por ejemplo, poseeremos a las míticas Bill Balas para conducirlas contra bloques indestructibles o zonas inalcanzables para Super Mario en su forma carnal y así conseguir más coleccionables, ya sean lunas o monedas especiales. En este mapa, además podemos usar a Cappy para tomar el cuerpo de un tótem de piedra que nos revelará caminos ocultos que nos permiten avanzar y explorar nuevas zonas. En Metropolis Kingdom, utilizaremos la gorra para ascender rápidamente a los edificios, o mover alcantarillas que ocultan fases de bonus donde el HD Rumble cumplirá su estricta función. Como ya hemos visto en muchos vídeos, Cappy puede poseer a un montón de enemigos y obtener sus poderes para facilitarnos y expandir la experiencia, además de partirnos el culo un rato.
Cappy no solo tiene la misión de poseer a los enemigos, encontraremos otros elementos en el escenario, tales como interruptores, que solo serán posibles activarlos con la ayuda de nuestro nuevo partner. Otra de las ventajas de Cappy es que podremos usarlo como una plataforma más si saltamos sobre ella. Para hacer esto debemos dejar pulsado el botón de lanzar la gorra para que se mantenga en su sitio durante unos instantes. Además, nuestro compañero también sirve de escudo protector si agitamos nuestro mando de un lado a otro. La cantidad de saltos y movimientos que tiene el juego no solo se recomienda usar los JoyCon, se torna casi indispensable.
En definitiva, Super Mario Odyssey promete horas y horas de diversión y exploración, combinado con el sello de la casa y de la marca: las plataformas. La demo se hace corta, muy corta para poder hacer una aproximación de cuan es su envergadura, pero solo con estos dos escenarios y la cantidad de posibilidades que ofrecen, multiplicado por la cantidad de misiones y mundos que contará el juego, nos podemos hacer una idea de lo mastodóntica que será la aventura, o no. No, no lo creo.
A nivel técnico, como ya he comentado, se trata de una versión temprana, seguramente la demo que se pudo jugar en el pasado E3 2017 donde el juego corría a 720p tanto en modo portátil como en modo sobremesa. A nivel de controles, he notado un feeling mucho más natural y libre, más acorde a lo visto con Galaxy y no con Super Mario 3D World que parecía seguir unas direcciones muy marcadas en su control. Mi única pega, quizás sin demasiada base dada la antigüedad de la demo, es la imprecisión a la hora de tirar a Cappy, pues parece tener marcadas a fuego ocho direcciones y no un movimiento libre y natural, obligando a buscar una posición y ángulo perfecto para poder poseer a, en este caso, las Billi Balas.
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