Asistimos a la presentación de Spec Ops: The Line en Barcelona

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Si el jueves pasado nos desplazamos hasta un céntrico hotel barcelonés para ver en movimiento Max Payne 3 (de hecho ya os dejé por aquí la crónica del evento), el pasado viernes fuimos al mismo hotel para asistir a la presentación de Spec Ops: The Line y así poder hablaros del título. Y de qué manera nos lo enseñaron, porque además de los PR de 2K Games de rigor, contamos con dos miembros de Yager Development (el equipo de desarrollo) para mostrarnos el juego y despejar nuestras posibles dudas (incluyendo a Enrique Colinet, un español que es quién jugó la demo que tenían preparada para mostrar a los medios).

Spec Ops: The Line nos pone en la piel del jefe del escuadrón Delta Force de reconocimiento que se ha desplazado hasta la ciudad de Dubai, devastada unos meses antes por la mayor tormenta de arena conocida. Esta misión nos lleva a buscar cualquier rastro del pelotón 33, que se desplazó voluntariamente a la ciudad para ayudar con la evacuación de los civiles, pero que desapareció cuando la tormenta se adelantó a las previsiones. Lo único que sabemos es que ahora, tras meses sin noticias, se recibe una transmisión de emergencia de John Konrad (el comandante de esta unidad) que vuelve a poner sobre la mesa la posibilidad de encontrar supervivientes de la catástrofe.

Lo primero que sorprende es que todo resulta muy familiar al jugador medio de esta generación que haya jugado a algún juego de acción en tercera persona: el control, el sistema de coberturas… Incluso la ambientación puede resultarnos familiar, y es que aunque se trata de un juego situado en una Dubai devastada por la arena (destino no demasiado común en los videojuegos, la verdad), sus tonalidades marrones y hasta la autopista llena de coches abandonados puede recordar a otros grandes del género (Army of Two, Gears of War, Uncharted, etc.). Esto, a priori, contrasta con la identidad del juego, que apuesta por una jugabilidad «creativa», haciendo que el jugador sea un poco maníaco y acabe con el enemigo de muchas formas (y todas ellas bastante retorcidas, por qué negarlo), ya sea directamente (con disparos o ataques cuerpo a cuerpo) o indirectamente (con elementos del escenario). Este es un punto clave en el que se sustenta la personalidad del título, porque en cualquier juego podemos disparar a nuestros enemigos, pero no en todos podemos romper los cristales de un autobús lleno de arena para aplastar a los malos, o incluso romper el cristal bajo sus pies para que éstos caigan al vacío. Esto, además, combinado con la ayuda que nos brindará nuestro escuadrón (si es que así lo deseamos, porque nosotros seremos quienes les demos órdenes) hacen que este título tenga personalidad propia.

Pero sin duda, lo más interesante que vimos es el hecho de que en el juego se nos propondrán numerosas decisiones que afectarán al devenir de los hechos, aunque no siempre seremos conscientes de ello o incluso no sucederá lo que habíamos pensado en un principio que era lo lógico. Nosotros vimos algunos ejemplos de diferente magnitud (eliminar a un soldado o ayudarlo, bombardear o no un campamento enemigo) y lo cierto es que puedo decir que tiene muy buena pinta este sistema. Según nos comentaron en la presentación, estos momentos serán muy numerosos, aunque lo cierto es que la mayoría de ellos no tendrán mucho peso argumental, sino que los matices se apreciarán a nivel jugable (mayor o menor resistencia enemiga, por ejemplo) y en un corto plazo. Este aspecto resulta realmente prometedor, y aunque vimos algo más, no quiero detallarlo puesto que supondría un posible spoiler, y es que como ya he dicho no todo saldrá como pensábamos.

Para terminar con esta crónica, comentar un detalle que me dejó muy buen sabor de boca (por irónico que parezca): en este caso estamos ante una representación de la guerra, pero de la vertiente más cruel y salvaje de la misma. Esto implica que no sólo no sabremos bien quienes son los buenos y quienes son los malos, sino que además veremos (y provocaremos) verdaderas atrocidades, y muchas veces las sufriremos en primera persona (ya sea porque nos las hacen o porque debemos enfrentarnos cara a cara con ellas). Además, esto irá transformando a los protagonistas, y afectará a su manera de ser y comportarse, hasta el punto de que por momentos sus personalidades parecerán intercambiadas. Además, este cambio psicológico también será visible con unos protagonistas que irán deteriorándose físicamente a lo largo de la aventura. Sin duda, esto tiene muy buena pinta, y es que hizo que en algunos momentos fuese desagradable e impactante, duro. También comentar que se nos explicó que la arena y las tormentas tendrán mucha importancia en el gameplay, pero de eso no os puedo hablar mucho porque no lo vimos en directo. Sólo comentar que mientras haya una tormenta la visibilidad será muy limitada y deberemos adoptar estrategias diferentes para poder salir victoriosos de los combates (esperar a que nuestros enemigos disparen para localizarlos, por ejemplo).

Recordad marcar el día 29 de junio en vuestros calendarios, porque es el día en que Spec Ops: The Line se pone a la venta para PlayStation 3, Xbox 360 y PC.

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