Crítica: Red Faction: Origins. ¿La mejor película basada en un juego?

    Cuando se anunciaron los planes de THQ para la saga Red Faction, la verdad es que al principio sonaba bastante descabellado: Armageddon para PS3 y 360 y para unir las dos últimas entregas de la saga, Origins en la cadena «SyFy» con posibilidad de que se convirtiera en serie. La verdad, una película para televisión de una franquicia conocida por las explosiones y la destrucción choca bastante porque obviamente no se tendrá el mismo presupuesto que en una superproducción de Hollywood. Si a esto le sumamos que se dijo que la película sería más bien un drama familiar, pues todo se iba alejando peligrosamente de la explosiva acción de los juegos. Sin embargo, la película ya se estrenó, y sorprendentemente, ha resultado ser bastante buena, y posiblemente, la mejor película basada en un videojuego.

    La historia se sitúa entre Guerrilla y Armageddon. Alec Mason (interpretado por el gran Robert Patrick) ha pasado de ser el libertador de Marte a un borracho debido al asesinato de su esposa y el secuestro de su hija. Es su hijo, Jake (Brian J. Smith, el prota de «Stargate Universe»), quien le tocará poner un poco de orden esta vez. Él vio de pequeño lo que le ocurrió a su madre y su hermana, y aunque nadie le cree, mantiene que los responsables fueron unos soldados vestidos de blanco y no los marauders como se creía. Como os podréis imaginar, la historia trata sobre estos soldados y el reencuentro entre Lyra, la hermana perdida, y el resto de la familia Mason.

    La verdad, aunque el argumento es predecible (sobre todo como hayáis visto alguno de los pilotos de los últimos «Stargate»), está muy bien planteado y logra algo que los últimos juegos no han hecho: presentarnos a unos personajes. Es cierto que quienes llevan todo el peso de la película son Jake y Tess (la genio que tiene complejo por venir de la Tierra, y que está interpretada por Danielle Nicollet) junto a un par de Marauders y en menor medida Alec, y los actores lo bordan. Igualmente, es encomiable que la película la pueden disfrutar tanto los seguidores de los juegos como los que no conocen la franquicia, y lo que es mejor, que una serie podría ser una gran idea para explorar más personajes como el de la líder de los Marauders (la gran Kate Vernon, de «Battlestar Galactica») o hasta del villano (interpretado, tanto en la película como en Armageddon, por Gareth David-Lloyd de «Torchwood»).

    Sin duda, se nota que los que están detrás de las cámaras han sabido utilizar el bajo presupuesto de la televisión para adaptar muy fielmente la franquicia y explorar más el universo de la misma, que reconozcámoslo, apenas se tocaba en los dos últimos juegos. Así que no se puede más que felicitar al guionista Andrew Kreisberg (quien ha escrito algunas genialidades en series como «Star Wars: The Clone Wars», «Fringe», «Crónicas Vampíricas» o «Almacén 13») y al director Michael Nankin (todo un veterano de la gran «Battlestar Galactica»). Sin embargo, eso no quita que haya momentos algo desastrosos en la parte de los efectos especiales, como animaciones de naves realmente cutres, y si se llega a hacer una serie, es algo que se tendría que mejorar bastante, o incluso, usar los modelos del videojuego, que incluso lucen mejor.

    Así que en líneas generales, la película es bastante buena al contar una historia sencilla y algo predecible, pero fiel al universo del juego a pesar de no contar con las explosiones o la destrucción de éste. Así que crucemos los dedos para que se confirme que esta película será algo así como el episodio piloto para la serie, porque realmente se podría hacer un gran show con todo el talento que ha estado involucrado en este film, y sería un gran paso adelante en el campo de buenas adaptaciones de videojuegos sin tener que ser películas de Hollywood que acaban siendo realmente desastrosas.

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