Hacía tiempo que no se creaba tanta polémica en torno a un periférico, juego o consola. Ha habido de todo. Desde amores a primera vista a odios irreconciliables. Ambos incluso antes de haber probado el periférico. También ha habido desengaños de gente que esperaba «otra cosa» o gente que era reticente a hacerse con él y tras haberlo probado se plantea su compra para estas navidades. Para que podáis valorar mejor este análisis os diré que mi postura ante Kinect era la de pensar que estábamos ante un accesorio de gran potencial, que si no contaba con un gran respaldo de los desarrolladores ofreciendo un buen catálogo se iba a ir de bruces en pocos meses.
Veamos si después de instalar el aparato en casa sigo pensando lo mismo.