Hace mucho, muchísimo tiempo, en el año 1987, Nihon Falcom publicó un título llamado Ys: Ancient Ys Vanished en las que Adol Christin, un apuesto y aventurero joven de rojiza melena, naufragaba hasta el continente de Esteria, donde se libró hace cientos de años, una batalla entre las fuerzas del bien y el mal. Cuenta la leyenda que, el Reino de Ys, se alzó a lo más alto del firmamento con la ayuda de un artefacto legendario para escapar de las malvadas hordas del infierno que asolaban al mundo. Las estirpes del caos no se quedaron de brazos cruzados y comenzaron a construir una enorme torre para poder alcanzar el reino celestial y llevar a cabo su misión. El inicio, nudo y desenlace de esta titánica batalla se desarrolla, en su totalidad, en el juego Ys Origin que se publicó nada más y nada menos que 19 años después.
Ys I y II son testigos de las primeras aventuras de Adol, aventuras que vaticinaban el nacimiento de un mito que duraría y perduraría durante décadas en el continente nipón y que tímidamente asomaría en tierras occidentales muchos años después. En estas dos primeras hazañas, Adol debía reunir los seis libros de Ys que le otorgarían el conocimiento y el poder suficiente para derrotar a las fuerzas malignas que, en un nuevo intento de conquistar el mundo, tenía secuestrada a una de las más altas representaciones del Reino de Ys: las diosa Feena. Desde ese mismo instante, nuestro apuesto joven ha vivido todo tipo de aventuras. Durante el paso de los años ha viajado por los distintos continentes que conforman Ys, desde Afroca hasta Celceta, y ha sido testigo junto a su inseparable amigo Dogi, de mil y una aventuras, dejando a su paso su sello personal: encarcelamientos, naufragios y corazones rotos de decenas de mujeres enloquecidas por el color de su pelo. Ese es Adol Christin, el protagonista incontestable de esta popular saga japonesa que plantó cara a otros grandes JRPG de la época como Dragon Quest o Final Fantasy, nada más y nada menos.
Nihon Falcom vuelve a la carga, esta vez con Ys VIII: Lacrimosa of DANA, un título muy ambicioso, con muchas mejoras y novedades que dan un aire más fresco a una saga que parece haber encontrado su camino pese a los constantes cambios de jugabilidad y perspectiva. Lo que no ha cambiado durante estos 30 años de longevidad, es el “sello Adol Christin” y muy pronto descubrirás de qué se trata. Si queréis darle
Lost a la japonesa
La aventura de Adol inicia como manda la tradición, con nuestro aventurero pelirrojo masticando arena tras naufragar del barco que le llevaría hacia una nueva e inesperada aventura. El Lombardia, que así se llama el navío, había sufrido el ataque de una gigantesca criatura de mar cuando cruzaban las peligrosas y misteriosas aguas de Seiren. Barbados, el capitán del barco ya nos advirtió de la legendaria fábula que vuela sobre este archipiélago, donde muchos de los barcos que cruzan sus mares desaparecen misteriosamente. El barco que transportaba a lo que serán los protagonistas de Ys VIII: Lacrimosa of DANA no iba a ser una excepción.
Cuando nuestro héroe se despierta y recoge una maltrecha y oxidada espada como único modo de defensa, nos abruma la espectacularidad de las vistas, lo grotesco de su grandeza, la fluidez de sus movimientos gracias a los 60 frames por segundo que se agradecen, y mucho, en la versión tanto de PS4 como de Steam. El juego destaca por su colorido y su dinamismo; en conjunto es un juego que luce de maravilla, más allá de lo que parezca a cortas distancias; pero es Falcom y ya sabemos cómo se las gasta la compañía nipona a la hora de hacer videojuegos donde, el apartado técnico, no es su fuerte ni pretende serlo. Esto promete, y más cuando tras un primer reconocimiento, nos topamos con nuestra primera compañera de viaje, la noble y hermosa Laxia Von Roswell que nos recibe de la mejor manera posible: acicalándose en un río, con caída de toalla incluida donde Adol se alegra la vista antes de llevarse el bofetón del siglo. Ese es el sello Adol Christin, o una parte de él. Tras conocer a Laxia, Ys VIII: Lacrimosa of DANA comienza su desarrollo, su particular versión de Perdidos en busca de posibles supervivientes para hacer piña, sobrevivir en la, aparentemente, desierta Isla de Seiren y construir un nuevo hogar mientras trazamos un plan para poder escapar de ella.
El juego centra todos sus esfuerzos en esta misión y se mantendrá esta mecánica durante gran parte de la aventura. Adol y Laxia deberán buscar, primero, un refugio donde trazar sus próximos movimientos, y segundo, buscar a posibles supervivientes. Pronto aparecerá el tercer protagonista del juego, Sahad Nautilus, un robusto y extrovertido pescador del continente de Greek que nos ayudará en nuestra misión. A medida que avance el juego, el pueblo náufrago comenzará a cobrar vida gracias a los distintos NPC que rescataremos; se abrirán comercios, enfermerías, se harán fiestas y reuniones para abordar los distintos problemas que se plantean en el día a día. También se construirá un tablón de anuncios para que los habitantes dejen misiones para que nuestro querido – y ahora Junior Bracer – Adol las complete. Por lo tanto, el desarrollo del juego parece simple; recluta supervivientes para que nuestro poblado, nuestro «Firelink Shrine», crezca y prospere adecuadamente.
Para llevar a cabo nuestra misión, se presenta ante nosotros un enorme mapa, donde se marcan varios tipos de marcadores, desde los cofres hasta los materiales para recolectar. Además, se indicarán los puntos de misiones secundarias y las relacionadas con la historia, de color azul y amarillo respectivamente. También encontraremos indicadores de color verde, que son puntos importantes en el mapa, ya sea porque son paradores para contemplar las bellezas que esconde la Isla de Seiren, o bien, un punto de conexión con otra nueva zona. Aquí es donde el desarrollo del juego juega un papel importante ya que, hay rutas que no se pueden abrir si no tenemos a un número determinado de supervivientes.
Esto significa que, para llegar a una nueva zona bloqueada por rocas, por ejemplo, necesitaremos a 6 supervivientes de nuestra aldea. Si no los tenemos, no podremos avanzar por ahí. Esta mecánica también se repite durante toda la aventura así que, en cierto modo, el desarrollo de Ys VIII Lacrimosa of DANA no acaba de ser abierto al 100%, sino que está limitado por esta mecánica. No te asustes, el juego es muy grande y ofrece varias rutas para que no sientas que estás ante un juego que te ofrece una falsa libertad de exploración. En ocasiones – y no es por joder – encontrarás un doble obstáculo, tanto por la necesidad de tener a cierto número de supervivientes como la de tener en nuestro poder un objeto especial para realizar acciones especiales, también llamados Adventure Gear. Y aunque esto suene algo frustrante, la verdad es que el juego nos permite hacer muchas cosas, ya que hablamos de un mapa muy basto y con muchas posibilidades. A mí, personalmente, limitarme el juego con este tipo de restricciones me gusta, porque mantiene viva mi curiosidad por saber qué se esconde tras ese muro infranqueable y eso se mantiene en mi cabeza hasta conseguirlo. Sinceramente, me ha parecido una mecánica muy satisfactoria que me ha tenido intrigado y receptivo a abrir nuevas zonas que me premian con más exploración y secretos.
Además de lo comentado, el mapa se divide en zonas y cada una de ellas cuenta con un determinado número de cofres y materiales que recolectar para poder hacer armas, equipo, accesorios o consumibles, además de conseguir objetos importantes para poder avanzar en determinadas zonas y/o en la historia. Cada porción de isla en Ys VIII: Lacrimosa of DANA es grande, algunas muy grandes, repletas de enemigos autóctonos, incluso enemigos que nos bloquean el paso y que, a simple vista, son imposibles de abatir (otro punto más marcado en el mapa para cuando se pueda volver) además de multitud de bancos de peces para poder ejercer el noble arte de la pesca, algo indispensable en cualquier juego con sello Nihon Falcom, como la cocina, que también la podrás poner en práctica.
Que Adol pueda saltar en este nuevo capítulo no hace más que añadir más verticalidad a los escenarios, que es algo que Ys: Memories of Celceta peca, convirtiendo la exploración en algo plano y solo alimentado por nuestro espíritu explorador. Lacrimosa of Dana gana en ese aspecto, mucho, ya que explorar las zonas es divertido de verdad. Además, la banda sonora que acompaña toda la aventura se encarga de disfrutar mucho más cada porción de mapa, lamentando en ocasiones salir de esa zona (Gendarmes sin ir más lejos). Sin darte cuenta, y pese a las limitaciones – y dobles limitaciones en ocasiones – el juego invita y engancha a seguir más y más.
El mapa, aparte de todo lo que hemos comentado, también tiene algo que estaba presente en Celceta, que es la posibilidad de abrir shortcuts para poder conectar varias zonas entre sí. Y si eres un vago extremo, también tendrás la posibilidad de poder hacer viaje rápido entre los distintos cristales que hay repartidos por toda la isla y que solo serán accesibles si los activas previamente. Dichos cristales tendrán una función relacionada con Dana, la segunda protagonista del juego y que no pienso comentar por su enorme peso en la trama del juego.
¿Tres mejor que uno?
Uno de los aspectos más criticados por los fans de la saga desde Ys SEVEN es el cambio de gameplay que ha sufrido desde la época más gloriosa de la franquicia, la que incluía los títulos Ys: The Ark of Napishtim, Ys: Oath in Felghana y Ys Origin donde solo controlábamos a un héroe y éste se enfrentaba a todo lo que se le venía encima en un combate rápido, frenético y sobretodo, exigente. En el séptimo capítulo numerado, Falcom creyó conveniente darle más profundidad al combate de la saga, añadiendo dos compañeros más junto a Adol y dotando a cada uno de ellos un tipo distinto de ataque que infligiría más o menos daño dependiendo del tipo de bestia a la que se enfrentaran.
Adol, por ejemplo, utiliza un ataque de tipo desgarrador o Slash, que sirve para prácticamente todas las bestias no-voladores ni acorazadas. Su rapidez y daño lo hacen la opción principal siempre y cuando no exista una limitación enemiga. Lexia, en cambio, es rápida y realiza ataques perforantes o Pierce con su estoque; es ideal para enemigos voladores, aunque su daño no es tan devastador como el de Adol, por ejemplo. Finalmente, Sahad, que porta una enorme ancla como arma, funciona a las mil maravillas contra enemigos acorazados con sus devastadores ataques de tipo Strike que destruye la defensa más impenetrable a costa de un poder de recuperación más lento y más lentitud de movimiento. En cualquier momento podemos cambiar de un personaje a otro, adaptándonos al enemigo que tenemos en frente. En este sentido, nada ha cambiado desde Ys: SEVEN y se mantiene el mismo sistema de combate entrega tras entrega. Existen más personajes jugables, como Hummel o Ricotta, que conocerás más adelante y que aportarán su granito de área tanto en historia, misiones y/o combate.
Pero hay más, el gameplay se sustenta con los Flash Move y los Flash Guard que añaden más variedad y reflejos a la hora de combatir. El primero es algo muy parecido al Witch Time de Bayonetta. Si conseguimos esquivar un golpe (dodge) antes de que nos impacte, activaremos este modo que nos ofrece un tiempo extra para lanzar todo tipo de ataques mientras el enemigo está ralentizado en sus movimientos. El segundo movimiento se ejecuta de la misma forma, pero con otro botón y nos otorgará un extra de poder de ataque, dominarlos y combinarlos entre sí es una asignatura que debes aprender y dominar a la perfección, sobre todo en los compases finales de la aventura. Lamentablemente, estos dos movimientos facilitan enormemente el combate ya que ejecutar ambas acciones nos ofrece invencibilidad durante unos segundos.
Y no quería cerrar esta sección sin hablar de las habilidades especiales que Adol y compañía pueden aprender a medida que suben niveles en Ys VIII: Lacrimosa of DANA. Las Skills consumen puntos SP que se consiguen liquidando enemigos. Como en anteriores entregas, pueden asociar hasta cuatro habilidades en cada uno de los botones de acción. Podemos encadenar distintos tipos de habilidades para realizar un daño extra, por ejemplo, si combinamos distintos tipos de ataque terrestre y aéreos. Los enemigos también tienen una barra que indica su grado de aturdimiento; si consigues llenarla, no solo el enemigo se quedará grogui, sino que además recibirá el triple de daño.
A las armas ¡nos atacan!
Uno de las novedades más controvertidas que ha tenido Ys VIII: Lacrimosa of DANA desde que se conocieron los primeros detalles fue el modo de juego tipo Tower Defense o también llamadas Interception. Pese a que todo el mundo se cagó encima al leer esto, la verdad es que la mecánica está bien implementada, tiene sentido a nivel contextual y ofrece un reto jugable y estratégico importante, sobre todo en los compases finales de la aventura. Dogi, nuestro inseparable amigo no nos acompañará en la aventura principal en detrimento de tomar un rol más de “guarda de seguridad” de la aldea; entendible también, dadas sus características y la cantidad de peligros que acechan en la isla.
Será él quien nos avise, cuando llegue el momento, de si tenemos que tomar medidas contra ataques enemigos a nuestra base. No os asustéis demasiado, porque este tipo de misiones aparecen muy de vez en cuando y en el 90% de los casos no son de obligado cumplimiento, pero las que sí son obligatorias, aparecen cuando mejor te lo estás pasando en la ventura principal y eso saca de sus casillas a cualquiera. Sin embargo, una vez nos pongamos el mono de trabajo, serán divertidas porque requiere de cierta estrategia y pericia para que los enemigos no se hagan con nuestro poblado. Para ello, colocaremos anzuelos envenenados, gongs que aturden a las oleadas de enemigos; barricadas, catapultas y otros tantos artilugios que frenaran los avances enemigos el tiempo suficiente como para pensar nuestro siguiente objetivo. Completar este tipo de misiones nos permite conseguir objetos únicos y mejorar la afinidad con todos los integrantes de la aldea, necesario si queremos desbloquear nuevas misiones y cinemáticas inéditas.
Pero no solo defenderemos nuestra aldea, también hay misiones de Supresión, donde nosotros tomaremos el rol de «enemigos» atacando el seno de las bases hostiles. Dichas misiones también son, en su gran mayoría, opcionales y rompen mucho menos el ritmo del juego. Se trata de otro extra del título que le da variedad, por si no fuese poco todo lo que ofrece ya.
Dana, la otra protagonista
No es exactamente una novedad que un Ys tenga dos protagonistas. Ya vimos a Hugo y Yunica protagonizar Ys Origin, aunque sí es verdad que Ys VIII: Lacrimosa of DANA presume de tener dos protagonistas en una misma aventura, juntos. Dana Icarusa, la cual vamos descubriendo poco a poco a través de cortas cinemáticas en los sueños de Adol, es una joven con mágicos dones, de corazón puro y bondadoso. De pequeña es llamada a ser la próxima Doncella del Gran Arbol de los Inicios, una especie de deidad que salvaguarda la seguridad de su pueblo, los Etanianos. Tras jugar con ella durante unos cortos minutos, se nos cae el cliché de la típica chica políticamente correcta y descubrimos a luchadora rápida y letal, que provoca un daño indecente a los enemigos gracias a sus dos enormes espadas curvas. Su carácter es la de una chica despreocupada, a veces gamberra pero sensata y responsable cuando la cosa se pone seria. El mayor problema de Dana es no poder «catarla» más tiempo hasta que no lleguemos al ecuador de la aventura.
Para colmo, su historia retuerce todo el argumento de la aventura que, evidentemente, no pienso desvelar y que debe quedar inmaculada en su totalidad, incluso en el apartado jugable. Lo único que hay que saber es que tanto Dana como Adol guardan una misión conjunta, un destino común y así es como se desarrollará este periplo durante la generosa cifra de 40 horas (como mínimo) que, para ser un ARPG de la saga, está realmente bien. Se os hará muy corto, creedme.
Versión PS4-Steam y extras para el NG+
La llegada de Ys VIII: Lacrimosa of DANA a PS4 y Steam ofrece la experiencia que la saga merece. No es por desmerecer a PS Vita, pero en los tráilers ofrecidos por Nihon Falcom, se podía apreciar una nula evolución respecto a Ys: Memories of Celceta en lo que apartado gráfico se refería y, además, pegaba unas rascadas de frames que rozaban la vergüenza ajena. Con esta versión para sobremesas, tenemos un juego mejor detallado, más frondoso en sus escenarios, mejores efectos de luz, pero sobretodo, tenemos velocidad real gracias a los 60 frames por segundo que ofrecen una experiencia acorde a cualquier juego de acción. Pero hay mucho más, porque la versión de PS4 y Steam incorpora elementos que la versión de Vita no tiene (ni tendrá) por cuestiones técnicas, casi obvias.
La primera es la incorporación de dos nuevos personajes que aparecerán en la segunda mitad de la aventura, durante los eventos de Dana. No es que sean excesivamente importantes, pero si añade un poco más de profundidad, emotividad y hasta cierto punto, misterio a la trama de la joven sacerdotisa. Además, Dana también incluye una mazmorra inédita donde se enfrentará a diversas amenazas y puzles a cambio de importantes recompensas. Los fans de la saga The Legend of Heroes sonreirán al ver el diseño de la misma.
Una vez completemos el juego, se abrirá ante nosotros un montón de opciones extra, nuevos modos de juego, y nuevamente, una nueva mazmorra, esta vez para Adol Christin y compañía. Otro de los aspectos más destacados del NG+ del juego es la posibilidad de poder modificar el atributo de ataque de cada uno de nuestros protagonistas – por ejemplo, que Adol ejecute acometidas de tipo Pierce o Strike – además de poder cambiar el número de integrantes en el juego. ¿Qué significa esto? Pues que podemos hacer un run completo a Ys VIII: Lacrimosa of DANA jugando única y exclusivamente con Adol, o Lexia, o con quien tú quieras. Si lo hacemos con Adol, callaremos esas bocas críticas que odian el gameplay basado en pandis.
El NG+ también desbloquea nuevas misiones de Intercepción que nos permite combatir contra oleadas de enemigos mucho más complicadas y exigentes con el objetivo de defender nuestro poblado de náufragos. Se habilitarán nuevas secciones de ilustraciones además del modo Time Attack en la que podemos combatir contra los jefes finales del título en los distintos modos de dificultad y hacerlo en el menor tiempo posible. Este modo de juego es un clásico de los Ys.
Conclusión
Ys VIII: Lacrimosa of DANA es todo lo que se espera de un Ys moderno y supone un “salto” de calidad más que evidente tomando como referencia su anterior entrega, Ys: Memories of Celceta del cual bebe, indudablemente, por todos los costados. La fórmula funciona, el gameplay es divertido, rápido y adictivo pese a basarse en machacar un simple botón. Pero, ¿qué hace verdaderamente divertido a un Ys? Pues no es su historia, ni su apartado gráfico; lo que hace verdaderamente divertido a un Ys es su exploración, su dificultad y sobretodo, la banda sonora que acompañan siempre las aventuras del inagotable trotamundos Adol Christin.
Dicho esto, la pregunta es sencilla. ¿Todos estos pilares fundamentales funcionan en Lacrimosa of DANA? Pues lamentablemente he de decir que no, una de las reglas de oro de la saga, que es su exigencia en las batallas contra los jefes finales, es poco satisfactoria. Los bosses siempre han supuesto un reto importante en la saga y en Ys VIII no me han supuesto ningún desafío verdadero – de hecho, solo hay un enemigo que me ha hecho sudar tinta, el último y oculto; que no el jefe final – y eso hace que uno de los mandamientos de la saga se caiga por sí solo. Claro que puedes jugar al juego en múltiples niveles de dificultad y llorar por las esquinas en el modo Nightmare o el más difícil, el modo Inferno (el más difícil y limitado) y ver como palmas de un solo guantazo, pero jugarlo en la dificultad normal siempre ha supuesto verdaderos retos para el jugador hasta la llegada de Ys: SEVEN y su gameplay basado en varios miembros del equipo. Si queréis vivir una experiencia óptima recomiendo jugar en modo Hard que es el modo más parecido a un run clásico en Ys.
Esta importante carencia queda tapada, en gran medida, con el resto del desarrollo del juego. Cada vez que entramos en una nueva parte de la isla, la inmensidad de la misma nos invita a explorarlo todo, a husmear cada rincón y descubrir nuevos y preciosos parajes de Seiren. Siempre encontraremos algo que hacer, ya sea buscar nuevos miembros para nuestra aldea, una cueva, un enemigo que nos saca 20 niveles, una ruta que nos lleva a un callejón sin salida, un shortcut que desbloquear o un banco de peces donde poner a prueba nuestra pericia como pescador. Además, una de las funciones más demandadas por los fans era que el botón de salto volviese a la saga y así lo hace en Ys VIII: Lacrimosa of DANA, dotando de mucha verticalidad – esta vez, verticalidad REAL y no plataformeo innecesario e injusto – a los mapas y mazmorras del juego. Y como no podía ser de otra manera, la banda sonora acompaña como hace mucho que no acompañaba un Ys y eso hace que el juego cumpla de forma sobresaliente, dos de sus tres mandamientos.
En resumen, nivelando la balanza, puedo decir que Lacrimosa of Dana sacia las expectativas de cualquier fan y pese a no ser un juego sobresaliente, es un juego muy valiente, incorporando elementos totalmente inéditos en la saga, como las misiones tipo Tower Defense o de Supresión, incorporando misiones nocturnas, viajes temporales y apostando por muchas más líneas de diálogo, ofreciendo una trama más profunda, con posibilidad de subir afinidades entre nuestros compañeros, desbloqueando así, secuencias y misiones inéditas. Además, Nihon Falcom parece querer aplicar a la saga protagonizada por Adol lo aprendido durante todos estos años con otra de sus franquicias más importantes: The Legend of Heroes, incorporando un argumento más maduro, más trabajado; con giros que te dejan la mandíbula en el suelo y con un final que pone patas arriba todo lo conocido por la saga hasta este momento.
Nos consolamos con:
- El desarrollo de la aventura es pura genética Ys, divierte como nunca y los jefes finales tienen ciertos patrones que emulan las batallas clásicas de la saga
- El mimo que ha puesto Falcom en los personajes, el diseño es fabuloso… ¡Hasta Adol habla!
- Mucha exploración, muchas cosas que hacer y mucho contenido para el NG+
- Dana es un personaje fabuloso, en todos los aspectos
- Se nota que se bebe de la saga The Legend of Heroes, con una narrativa más potente y seductora
- La banda sonora acompaña de escándalo este periplo
- El botón de salto devuelve verticalidad real y opciones a los escenarios más allá de ir de A a B
- Se agradece el contenido extra del juego en PS4 y PC y sobretodo, los 60FPS
- El final pone patas arriba toda la saga
Nos desconsolamos con:
- Los personajes de esta entrega, aunque están bien, no tienen demasiado carisma
- Algunas misiones son extremadamente sencillas
- La dificultad de los jefes finales no es nada exigente a no ser de jugar en modo «Hard», en sí, la aventura salvo momentos muy puntuales, no ofrece un reto como lo hace la saga habitualmente.
- Dana tarda mucho en aparecer para lo gran personaje que es
- Aunque sea en un inglés bastante sencillo, no deja de ser una barrera para mucha gente (lamentablemente)
Ficha
- Desarrollo: Nihon Falcom
- Distribución: NIS America
- Lanzamiento: 15/09/2017
- Idioma: Inglés
- Precio: 54.95 €
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