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For Honor

For Honor

Todos nos hemos imaginado alguna vez qué gran luchador de la historia saldría victorioso. En ese sentido, las figuras de acción siempre han dado rienda suelta a nuestra imaginación, sobre todo cuando éramos pequeños y los poníamos a pelear entre sí. ¿Por qué? Pues porque sí.

No hacía falta más justificación que porque queríamos verlos luchar, y algo así debe de haber sido el proceso de creación de For Honor, al plantearnos una pregunta genial: ¿quién ganaría en una guerra entre vikingos, caballeros y samuráis? Desde que se anunció todos nos quedamos enamorados de esta absurda (pero siempre gran) premisa, al prometer al mismo tiempo un nuevo tipo de multijugador al que estamos acostumbrados normalmente. ¿Listos a luchar por vuestro honor?

¿Campaña o tutorial largo para el multijugador?

Aunque el enfoque del juego desde que se anunció ha sido en su multijugador, uno de los pilares del título es su modo campaña. Aquí nos contarán de una forma muy general por qué estas facciones han acabado en una misma zona, lo que da pie a que se puedan enfrentar. La antagonista de la campaña será Apollyon, una caballero que pretende hacer que las tres facciones se enfrenten entre sí, y no haya ni rastro de paz.

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El argumento lo viviremos desde el punto de vista de las tres facciones, controlando a varios personajes, pero dando protagonismo a uno en concreto. Cada personaje es una de las clases dentro de cada facción, lo que nos permitirá conocer el funcionamiento de estos personajes. Este es el objetivo principal de la campaña, ya que lo que es disfrutar de un argumento profundo no es claramente el objetivo de For Honor.

Sí, Apollyon es más o menos un personaje interesante, pero no se llegan a marcar claramente sus motivaciones, y el resto de personajes no tiene apenas personalidad. Se toman todo el argumento muy en serio, pero sin llegar a profundizar en ninguno de los temas que nos presenta. Incluso el universo y los motivos por los que las facciones están juntas es algo totalmente secundario, cuando podría haber sido algo interesante. Sin embargo, para saber más de este universo, sólo dependeremos de varios coleccionables de cada fase. Personalmente, hubiera preferido una historia más loca a lo Mortal Kombat, cambiando de forma dinámica de personaje de cualquier facción, que lo que aquí tenemos.

A pesar de estos aspectos mejorables y no haber una narrativa que nos enganche, la campaña no está mal y logra ser divertida en varios puntos. Además, es algo casi fundamental si queremos adentrarnos en el multijugador sabiendo más que dar un par de golpes básicos.

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El desarrollo de la campaña está pensado para que vivamos varias situaciones propias de las partidas multijugador, como duelos de uno contra uno, batallas más multitudinarias o ayudar a avanzar a nuestros minions hasta una parte del mapa. Lo bueno es que de vez en cuando el desarrollo varía sensiblemente, con alguna mecánica que no aparece en el multijugador (como disparar desde una balista o una sección a caballo), u ofrece variaciones a las situaciones típicas, como realizar un duelo sobre una fina capa de hielo que se va rompiendo por estar encima de ella.

Esto es lo que permite que la campaña sea entretenida, si bien no será memorable bajo ningún concepto. De hecho, hay aspectos que no logro comprender, como que nos vuelvan a decir al principio de cada capítulo cómo centrar la cámara en un enemigo, cuando es algo que llevamos haciendo todo el tiempo. Vale que el sistema de combate requiere un buen tutorial, pero a veces llega a ser excesivo.

Un sistema de combate espectacular

Si la campaña llega a divertir es porque el sistema de combate de For Honor es sencillamente genial. En esencia, contamos con un botón de ataque rápido y otro fuerte, consumiendo ambos cierta resistencia. Hasta aquí lo tradicional. También hay que destacar cómo es muy diferente combatir contra minions (a los que matamos de un golpe) y con un héroe, que son la «chicha» del juego.

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Cuando nos enfrentamos a un héroe, tendremos que fijar la cámara. Entonces la postura de nuestro ataque será clave. Si atacamos a la misma postura que la que tienen nuestro oponente, éste bloqueará nuestro ataque. Esto hace que cada combate sea un duelo de reflejos y nervios de acero, por ver quién es el primero que ataca para defenderse, y luego cambiar de postura para realizar un golpe que realmente haga daño.

Esta es la base del sistema de combate, pero hay muchos más elementos a tener en cuenta. Por ejemplo, si lanzamos un ataque fuerte, éste tardará más en lanzarse, y si nos atacan mientras lo efectuamos, nos lo frenarán y nos harán daño aunque tengamos la misma postura que el rival. Además, hay una forma de romper la defensa del rival momentáneamente, y acto seguido atacar o empujarlo hacia algún peligro del escenario, lo que puede acabar rápidamente con cualquier pelea.

Aunque alguien podría pensar que atacando sin parar lograría derrotar a cualquier oponente, en realidad esto no es así gracias a la resistencia. Si nos cansamos, los ataques tardarán mucho más en lanzarse, por lo que tendremos que pasar a la defensiva, pero sin la posibilidad de rodar, ya que es otro movimiento clave que no podremos usar.

Todos los personajes comparten estos aspectos básicos, pero cada uno tiene sus particularidades, empezando por los combos. No hay una gran cantidad de combos por personajes en For Honor, pero sí que usan bien los pocos botones que se usan, los contraataques y las paradas para realizar diferentes movimientos especiales. Algunos personajes se basan en su velocidad para lanzar contraataques, mientras que otros son tanques andantes más lentos, pero muy dañinos. Como si de un juego de lucha se tratase, conocer qué puede hacer cada personajes es muy importante si queremos alzarnos con la victoria, y en ese sentido, la campaña funciona muy bien para que sepamos cómo funcionan la mayoría de héroes.

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Algo que también nos enseña la campaña es a combatir contra varios héroes a la vez, al usar un cambio de postura en el momento antes del ataque para defendernos de un personaje diferente al que estamos fijando. Esto es útil en la campaña, pero luego en el campo de batalla online, no tanto.

Luchando por el honor de nuestra facción

Si la campaña nos sirve para aprender bastante de cara al multijugador, éste tiene que ser el pilar de For Honor, y vaya si lo es. Es curioso, porque no hay una gran cantidad de modos o mapas, pero el contenido que ofrece el juego de serie es perfecto para mantenernos pegados a la pantalla durante muchas partidas.

El modo de juego más destacable es sin lugar a dudas Duelo. Aquí nos enfrentaremos en combates de 1 vs 1, o 2 vs 2, siendo preferible la primera opción. Aquí las comparaciones con un juego de lucha son más palpables, ya que sólo estás tú y tu rival, luchando por ser el mejor de 5 rondas. Aunque la IA funciona francamente bien en el juego, y los bots nos pueden enseñar mucho (es muy de agradecer la existencia de bots competentes para todos los modos), no hay nada como luchar contra un humano.

Cada momento de la partida es súper intenso, y nuestro conocimiento sobre nuestro personaje y el del oponente se convierten en clave. Por nuestro personaje es obvio para poder realizar combos y movimientos que acaben con nuestro rival, pero sobre éste, para al mismo tiempo saber qué esperar y poder contraatacar de la forma adecuada. Por ejemplo, contra un Orochi (mi clase favorita) o la Asesina, los ataques fuertes pueden volverse casi inútiles como empiecen a realizar esquivas, lo que además nos dejaría vulnerables a un contraataque no muy dañino, pero que a la larga puede ser fatal.

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Otro de los modos estrella es Dominio, donde en partidas de 4 vs 4 tendremos que luchar en un gran campo de batalla por controlar los tres puntos marcados del mapa. Aquí no sólo tenemos que valernos de nuestras habilidades, sino también del trabajo en equipo. Enfrentarse a dos jugadores humanos a la vez por nosotros mismos es muy peligroso y casi mortal, por lo que si se coopera, se es mucho más efectivo en este modo.

En los modos de 4 vs 4 destaca una zona central de cada mapa, ya que hay minions de los dos equipos luchando, y podemos participar en dicha batalla para favorecer a nuestro equipo. Es una mentalidad un poco extraída de los MOBA, pero que funciona a las mil maravillas.

Los dos modos restantes son pequeñas variantes de Duelo por Equipos. En uno, no hay respawns, por lo que las reanimaciones son esenciales. En el otro, se lucha hasta que se llega al límite de puntuación, y entonces se agotan las vidas extra del oponente. La principal característica de ambos modos es que hay power-ups repartidos por el escenario, lo que hace que las partidas sean algo más caóticas de lo normal.

Como en todo multijugador, en For Honor hay un sistema de progresión, siendo un punto a favor y en contra a la vez del juego. Por un lado, cada personaje tiene su nivel independiente, desbloqueando nuevos perks (únicos para cada clase) y armaduras a medida que vamos subiendo de nivel a dicho personaje. Esto está bien, ya que nos permite especializarnos en nuestro personaje favorito, de modo que los desbloqueables serán para dicho personaje y no para uno que no usemos.

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El problema está en la parte cosmética y la personalización del equipamiento, por un terrible conocido de muchos juegos actuales: las microtransacciones. En cada partida conseguiremos acero (y también en la campaña), que sirve como la moneda del juego. A su vez, conseguiremos algún objeto que altera nuestras estadísticas. Para mejorar dicho equipamiento, deberemos usar acero y materiales obtenidos al deshacer otros objetos, obteniéndolos de una forma bastante lenta.

Gracias a las microtransacciones, es posible comprar muchos objetos para mejorar cualquier equipamiento que queramos, lo que puede desequilibrar alguna partida. Al mismo tiempo, la tasa de desbloqueo es bastante lenta al jugar de forma normal, sobre todo para los elementos cosméticos, lo que unido a la constante presencia de la tienda,  hace muy pesadas las microtransacciones.

Es cierto que hay objetivos para conseguir acero y experiencia adicionales, junto a la Guerra de Facciones con sus recompensas únicas (no es algo muy adictivo ni complejo), pero a veces da la sensación de que se ha implementado un sistema propio de un F2P en un juego ya de pago. Es una pena, porque ensucia parte del gran acabado de, por otro lado, un gran multijugador.

Si hay una pega clara a la parte multijugador es la conexión con los servidores. Desde el lanzamiento ha habido numerosos problemas, lo que ha provocado desconexiones o no poder jugar a nada, ya que es necesario estar conectado incluso para jugar a la campaña. Todavía a día de hoy puede haber problemas para conectarnos por primera vez a una partida, lo cual resulta chocante. Al menos, en una partida, la conexión es bastante buena, pero es algo en lo que tienen que seguir trabajando.

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Una idea fantástica anclada en el realismo

Algo que me ha gustado mucho de For Honor es que, a pesar de partir de una idea absurda, se basa muchísimo en el realismo. Cada facción está recreada con todo lujo de detalles en lo visual, y también en las animaciones. Los personajes están llenos de detalles en ambos frentes, con aspectos tan cuidados como poner al caballero estándar animaciones en las que coge la espada por el filo, porque era algo que se hacía en la época medieval en una de las formas que tenían de combatir.

Este mimo y cuidado es una auténtica delicia, lo que se traduce en unas batallas que entran por los ojos. Las posturas de cada personaje lucen distintas pero son realistas, y cada animación tiene un peso que cuadra con lo que están haciendo o lo que llevan encima. Si esto está bien, las ejecuciones ya ni digamos. Es cierto que podría haber alguna ejecución extra por cada personaje, pero las que hay son espectaculares.

En general, el apartado visual del juego es muy bueno, gracias a unos escenarios cuidados con algunos efectos que lucen genial, como la lluvia o la nieve. Habría estado bien que también las caras fueran expresivas, sobre todo en la campaña, pero como casi todos los personajes llevan casco, es algo que han omitido casi por completo.

El apartado sonoro también está muy bien, con un gran doblaje al castellano (ya típico en Ubisoft), unos efectos de las armas increíbles y una música que acompaña muy bien a la acción.

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Conclusión

Es una pena que la campaña de For Honor no llegue a ser tan sobresaliente como su multijugador, ya que si lo fuera, estaríamos ante un juego impresionante en todas sus facetas. Sin embargo, al funcionar la campaña más como un tutorial largo que como un modo independiente, pierde algo de su fuerza, pese a ser de lo más útil para no salir al multijugador como un novato al que le darían por todos lados.

Por suerte, el multijugador de For Honor es sencillamente genial. El sistema de combate funciona a las mil maravillas, y las partidas de Dominio, y sobre todo, los Duelos individuales son de lo más intenso y espectacular que nos podemos encontrar en cualquier juego online a día de hoy. Lástima de su sistema de progresión y la presencia tan fuerte de microtransacciones, que pueden molestar a más de uno. Sin embargo, estamos ante un inicio muy bueno para una IP que tiene mucho recorrido por delante. Si buscáis un juego multijugador diferente a lo normal, os gusta alguna de las facciones (aunque todos sepamos que la mejor es la de los Samuráis) y queréis entrar en una comunidad online mucho más honorable de lo normal, For Honor no puede faltar en vuestra colección.

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Nos consolamos con:

  • Sistema de combate increíble. Sencillo de comprender, pero con mucha complejidad por detrás.
  • Gran variedad entre los 12 personajes controlables.
  • El modo de Duelo individual es sencillamente perfecto.
  • Técnicamente ofrece algunos detalles magníficos.

Nos desconsolamos con:

  • Problemas con los servidores incluso un mes más tarde del lanzamiento del juego.
  • La campaña no pasa de ser un simple tutorial muy largo. Entretenido, pero poco memorable.
  • Microtransacciones por todos lados.

Ficha

  • Desarrollo: Ubisoft
  • Distribución: Ubisoft
  • Lanzamiento: 14/02/2017
  • Idioma: Textos y voces en castellano
  • Precio: 69,99 €

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