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Silent Hill: Downpour

¿Os enfrentaríais a lo desconocido para lograr la libertad en caso de que fueseis presos? ¿Y a vuestro pasado? Pues estas son algunas de las premisas que toma Silent Hill: Downpour para enmarcar la historia que en él se narra. El juego ya está entre nosotros, y tras haberlo completado vengo para hablaros de qué podéis esperar del último episodio de la saga Silent Hill hasta la fecha (si obviamos el recopilatorio en HD del que nos trajo un completo análisis mi compañero Faust, claro está). ¿Os atrevéis a entrar una vez más en el misterioso pueblo?

Silent Hill: Downpour empieza con Murphy Pendleton, el protagonista del juego, en la cárcel. Tras acabar con un preso con la ayuda de un guardia, nos encontraremos otra vez en nuestra celda. ¿Lo que acabamos de ver era un sueño o era un flashback? Sea como fuere, en la escena que estamos presenciando nos muestra el traslado de Murphy, entre otros presos, a otra cárcel. Poco después, todos ellos suben en el autobús de la prisión y se ponen en marcha… Lástima que no lleguen a ningún lugar porque por culpa de un despiste del conductor, el autobús sufre un brutal accidente. Tras recuperar el sentido, Murphy Pendleton descubre que no hay nadie en la zona del accidente, por lo que considera que si logra escapar de allí será libre. Tras encontrarse con la guardia que custodiaba dicho autobús y lograr escapar escalando por un muro de rocas, llegaremos a una vieja área de servicio que incluye una gasolinera, un motel-restaurante y un telecabina. Allí conoceremos a un misterioso cartero que nos dice un modo de huir de Silent Hill, por lo que haremos todo lo posible para lograrlo. Y hasta aquí puedo contaros para que os pongáis en situación pero sin destripar demasiados detalles, aunque tened en cuenta que todo lo que he dicho aquí tendrá su repercusión en lo que sucederá posteriormente en el juego.

Todo esto, y más (mucho más), se irá desarrollando en el pueblo de Silent Hill, sus afueras y, eventualmente, un mundo de pesadillas. Empezaremos en las afueras del pueblo, y tras completar una interesante introducción (básicamente es lo que os he contado hasta ahora) y tras una primera visita al mundo de las pesadillas (estas secciones siempre incluirán algunos puzzles y una sección en la que huiremos de un enemigo de luz mientras esquivamos trampas e intentamos buscar el camino correcto para volver a la realidad), viajaremos hasta una cuevas que resultan bastante pesadas, pero si tenemos paciencia con ellas llegaremos a Silent Hill, donde el juego se vuelve más interesante. ¿Por qué digo que las cuevas resultan bastante flojas? Pues porque no divierten debido a la poca cantidad (e interés) de los puzzles que allí encontraremos, así como tampoco nos atraparán los combates que encontremos (tranquilos, esto lo detallaré más adelante), ni tampoco nos encandilará su ambientación (en esta parte resulta bastante genérica, no demasiado trabajada. O al menos así me lo pareció a mi, que me recordó a cualquier otro juego antes que a un Silent Hill). Eso sí, tanto durante la introducción como todo lo que veremos después de las minas tiene una ambientación sobrecogedora, transmitiendo mucha tensión al jugador por momentos, y es que aunque los sustos son menos de los que cabría esperar, el ambiente es muy «frío» y nos hará estar pendientes de posibles enemigos constantemente (deciros que acostumbran a venir por delante nuestro, pero en más de una ocasión os aparecerán por detrás, dándoos un buen susto si no los habéis descubierto mirando hacia atrás con el botón que nos permite girar la cabeza para observar qué sucede a vuestras espaldas).

El juego es muy lineal en un inicio, pero una vez llegamos al pueblo se nos permite explorar mucho más y hasta encontraremos unas misiones secundarias que, por lo general, serán de buscar un objeto y llevarlo a algún sitio. No es que sean la panacea, pero ayudan a desarrollar el trasfondo del juego (todas ellas nos cuentan detalles de la vida de algunos habitantes del pueblo o incluso cosas del pasado del protagonista), al igual que sucede con las múltiples notas que encontraremos dispersas por el mapa y que nuestro personaje recopilará en su diario.

A nivel jugable, estamos ante un título que combina la exploración de escenarios y la resolución de puzzles con el combate contra seres sobrenaturales. Si bien los dos primeros puntos los cumple realmente bien (bueno, una pega que se pondría poner es que los rompecabezas, incluso en la dificultad más elevada, no son excesivamente difíciles), todo lo relacionado con el combate es tosco y poco preciso, haciendo que su dificultad se deba a que no podremos controlar como queremos al personaje, y es que muchas veces atacará hacia donde él quiera, sin importar la orden que le demos o hacia dónde estén los enemigos. Tampoco ayuda la ausencia de indicadores de salud (vale, en teoría es la sangre de nuestra ropa y el cambio en los movimientos de Pendleton, muy en la línea de lo que vimos hace ya muchos años en mis queridos The Getaway para PlayStation 2, pero como nuestro personaje siempre vestirá ropa de colores oscuros y los escenarios por los que nos movamos serán poco luminosos esta medida es un tanto ineficiente) ni de estado de las armas (porque sí, las armas se rompen sin previo aviso). Y, para rematarlo, el hecho de que sólo encontremos 4 ó 5 tipos de enemigos en todo el juego y que apenas haya que cambiar nuestra estrategia a la hora de combatirlos tampoco dota de mucho interés las peleas.

Gráficamente el juego corre un motor Unreal Engine 3, al cual los jugadores nos hemos acostumbrado bastante porque muchísimos títulos de esta generación hacen uso de dicho motor. Por tanto, todos conocemos las ya famosas «cargas lentas de texturas», así que el hecho de encontrarlas aquí no nos sorprende. Por si alguno no sabe bien a qué problema me refiero, estoy hablando de cuando empezamos a jugar y vemos que los elementos que nos rodean e incluso el protagonista aparecen con unas texturas precarias (vaya, a una resolución muy baja), pero al cabo de unos segundos se van generando las texturas «buenas» y los objetos se vuelven reconocibles. El problema que tiene este juego no es sólo este de las texturas, no; el problema es que incluso mostrando un escenario muy vacío y con una espesa niebla para generar los objetos de nuestro alrededor sin que se note demasiado, las ralentizaciones están al orden del día. No son continuas, ni tampoco demasiado largas, pero molestan mucho. Eso sí, a nivel artístico el título está cuidado, y es que aunque como ya he dicho, sólo hay unos 4 ó 5 tipos de enemigo común (y además no repite ninguno de los clásicos, con lo que me hubiese gustado encontrarme con las enfermeras embarazadas o incluso con Pyramid Head…) y sus diseños no son espectaculares, todo lo que hace referencia a los escenarios y a los personajes principales (especialmente al protagonista) es sobresaliente. A nivel sonoro el juego tiene unos efectos cuidados, unas melodías más que correctas (aunque lejos de las mejores composiciones de la saga) y un excelente doblaje al inglés.

Como ya viene siendo costumbre en la saga, el juego muestra diferentes finales que cambiarán dependiendo de qué hagamos en el transcurso de nuestra partida, que unidos a una quest secundaria que sólo aparece tras haber acabado el juego una vez como mínimo (y que, por cierto, desbloquea un final alternativo que queda entre lo cómico y lo lamentable, al igual que pasaba con el famoso final del perro de Silent Hill 2), hacen que rejugar el título sea una opción muy a tener en cuenta… y es que hay veces en que las 15 horas aproximadas que dura el juego (aunque conozco casos de gente que ha estado casi 20) se hacen cortas.

Conclusión

Silent Hill: Downpour tiene cosas muy buenas, como una trama bien traída (con múltiples finales, además) o una ambientación muy lograda, pero hay muchos aspectos mejorables, como un control tosco e impreciso o un aspecto gráfico no es gran cosa y sufre ralentizaciones muy molestas. Eso sí, es largo y rejugable, lo que unido a un precio inferior al resto de lanzamientos hacen de éste un juego entretenido.  Sin duda, no es el mejor juego de la saga, pero por suerte tampoco es el peor. En definitiva, estamos ante un título entretenido, pero que podría haber dado mucho más de sí, y que resultará interesante a los fans del género, pero os aviso que como no os vaya mucho el tipo de juego mejor lo ignoréis, porque sus fallos son demasiado numerosos y graves como para iniciaros en esto de los Survival Horror con él.

Lo mejor:

  • Ambientación muy correcta
  • Trama interesante y con múltiples finales
  • Misiones secundarias entretenidas, y que ayudan a conocer un poco mejor el pueblo y sus habitantes
  • Aspecto sonoro muy cuidado
Lo peor:
  • Ralentizaciones, malas cargas de texturas y escenarios muy vacíos son problemas comunes en éste juego
  • Tiene alguna parte poco atractiva (sí, hablo de las minas)
  • Fallos de diseño (no se nos indica el estado de las armas y cuesta ver la salud de nuestro protagonista, entre otros)
  • Poca variedad de enemigos
  • Control muy tosco e impreciso, especialmente en combate

Ficha

  • Desarrollo: VATRA
  • Distribución: Konami
  • Lanzamiento: 29/03/2012
  • Idioma: Textos en español, voces en inglés
  • Precio: 39,95 €

Comentarios

  1. Gracias por dejarme las cosas claras,de momento va ha esperarse en la estantería de la tienda.De nuevo gracias por tu claridad y no cortarte al contar la verdad y toda la verdad…por lo menos sabré a que atenerme en el momento de su adquisición.

    • Gracias por tu comentario. Siempre es un placer recibirlos, especialmente cuando son tan positivos como este. Siempre intento ser lo más claro posible a la hora de hablar de un juego. Me alegra que te haya servido mi texto… 😉

      Como ya digo en el análisis, no es un mal juego, pero por desgracia está lejos de lo que fue la saga años atrás por culpa de unos fallos que con más tiempo, esfuerzo y/o mimo se podrían haber solucionado fácilmente.

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