Enslaved: Odyssey to the West

En el 2007 salió a la venta Heavenly Sword, un juego exclusivo para PS3 precedido por un gran hype que le vino muy mal en su lanzamiento (aunque personalmente me encantó). Sus desarrolladores, Ninja Theory, desaparecieron de la escena videojueguil poco tiempo, ya que al poco tiempo anunciaron su próximo proyecto: Enslaved: Odyssey to the West. Ya en su anterior juego pudimos comprobar el gran trato que le dan a la historia en sus títulos, y esto se palpaba en cada nuevo tráiler de Enslaved. Sin embargo, la gran mayoría de usuarios estábamos escépticos sobre cómo saldría este nuevo proyecto. Tras unos tráilers cada vez más espectaculares y una demo realmente impresionante, por fin tenemos el juego completo entre manos. ¿Será éste el juegazo que lanzará a Ninja Theory o les hundirá por completo?

Un sombrío futuro en una fantástica historia

El argumento del juego nos sitúa 150 años en el futuro. La humanidad se encuentra al borde de la extinción tras una gran guerra global, y ahora, los mecas que se usaron durante la guerra siguen activas y por alguna extraña razón están esclavizando a los humanos y los llevan al oeste. En una de las naves de esclavos se encuentra Monkey, que logra escapar después de que una joven se liberara liando una buena.

El destino hace que, tras el accidente de la nave y una huida en el último minuto, Monkey se despierte con una diadema de esclavo que le ha colocado la chica llamada Trip. Si Monkey no ayuda a Trip a regresar a su poblado, ésta le matará con la diadema, y si ella muere, él también.

Así empieza una gran historia escrita por Alex Garland, guionista de «28 días después», que nos enganchará de principio a fin gracias a la evolución en la relación entre Monkey y Trip, además de otros misterios que mejor vayáis descubriendo por vosotros mismos. Sin embargo, lo mejor es que el desenlace deja un montón de posibilidades, dande pie a más entregas en un gran universo ya establecido.

Sencillez y espectacularidad

Ésas son las dos palabras que mejor describen la jugabilidad del título. A lo largo de la aventura nos encontraremos básicamente dos tipos de juego: plataformas y combate. Para las primeras, tan solo tendremos que pulsar el botón de salto y mover el stick analógico hasta alguno de los objetos brillantes a los que nos podemos agarrar. El camino está muy prefijado, y este sistema hace que no haya ninguna complicación. Únicamente al final del juego se animan un poco al meter alguna que otra trampa, pero ni siquiera entonces suponen un reto. Sin embargo, hay una cosa que no se puede negar: son muy emocionantes y espectaculares. Esto se debe a que podemos pasar por una grúa que se derrumba mientras la escalamos a una carrera contrarreloj para salvar a Trip. Es cierto que recuerdan mucho a Uncharted 2, pero eso no es en absoluto algo malo.

En el combate la cosa cambia bastante, ya que intervienen muchos más factores. Para empezar, los golpes cuerpo a cuerpo los elaboraremos con el bastón de Monkey, con el que podremos crear diferentes combos para destruir a nuestros enemigos. Básicamente, solo tenemos dos botones de ataque, uno de defensa y otro para esquivar, pero realmente se logran unas peleas variadas que no nos cansan gracias a los diferentes robots a los que nos enfrentaremos. Vale que en esencia hay tres tipos de enemigos normales contados, pero al tener algunos de ellos «fallos mecánicos» que nos permiten acabar con ellos mediante una ejecución para luego usarlos a nuestro favor hace que disfrutemos enormemente los combates. Así, podremos incapacitar a los enemigos cercanos, usar a otro como escudo o arrancarle su ametralladora. Esto hace que los combates sean simples, pero muy emocionantes y cinematográficos al mismo tiempo, además de ampliar nuestras posibilidades tácticas.

Los jefes finales fallan un poco en mantener esta intensidad, ya que habrá veces que incluso nos podrán costar menos que las peleas normales. Esto se debe a que tenemos que seguir todo el rato una rutina muy fácil de esquivar, o incluso ser tan fácil como repetir un mismo combo hasta que le vacíemos la barra de vida. No es que sean unos problemas graves, pero ciertamente el combate contra el perro, por poner un ejemplo, puede llegar a cansarnos, mientras que el resto de jefes serán igual de sencillos, pero al menos más intensos.

El bastón de Monkey no sólo servirá para dar golpes, sino que podrá ser utilizado como un arma a distancia con la que disparar rayos aturdidores o plasma explosivo. La munición no es para nada abundante, pero siempre que tengamos que disparar tendremos munición más que de sobra. Eso sí, eso no evitará que nos podamos encontrar algunas secuencias del más puro estilo shooter en tercera persona. Esto se verá expadido cuando controlemos cañones montados en unas emocionantes secuencias.

La exploración también cobrará una parte importante de la aventura, ya que aunque los niveles serán completamente lineales, habrá algunas zonas ocultas para encontrar más orbes rojos (que nos permitirán mejorar la salud, los escudos, nuestros ataques y el bastón de una forma básica pero eficiente) y las máscaras que nos darán flashes de antes de la guerra.

La presencia de Trip será fundamental en la aventura, ya que aunque no la controlemos, nos será de enorme utilidad, al mismo tiempo que tendremos que mantenerla a salvo si no queremos morir. Mediante un sencillo menú de órdenes podremos decirla que nos siga, que cree un señuelo para despistar a los robots armados con ametralladoras o que realice diferentes comandos para situaciones concretas. De vez en cuando tendremos que llevarla a cuestas para lanzarla o huir de algún enemigo, recordándonos que está en nuestra mano que sobreviva.

Pero tranquilos, porque esto no significa que sea un lastre. Más bien todo lo contrario, ya que la mayoría de las veces ni notaremos que tenemos que cuidar de ella, siendo esto algo positivo al no lastrar el juego, pero negativo también al no ser tan importante su presencia como en un principio se podía pensar.

Donde más notaremos la presencia de Trip será en los puzzles que nos encontraremos a lo largo de la aventura, y que supondrán un pequeño respiro después de tanto salto al límite y combate intenso. Por contra, los rompecabezas no pasarán de mover palancas de una forma concreta y combinar esto con unos pocos saltos, lo cual decepciona un poco al poder tener muchas más posibilidades con estos dos personajes tan distintos.

Otras secuencias importantes serán en las que controlemos la nube, una especie de aerodeslizador que sólo podrá ser activado en puntos concretos y que nos brindará algunos de los momentos más emocionantes de todo el juego.

Si bien estos tipos de jugabilidad por separado son muy buenos, lo que los hace realmente especiales es el excelente ritmo que hay entre uno y otro, además de su alternancia. De esta forma, en cada capítulo haremos un poco de todo, haciendo que no nos cansemos al ser cosas diferentes y ser todas ellas muy espectaculares. Dicho esto, durante las 6-8 horas que dura la aventura no nos aburriremos ni un instante. Eso sí, una vez acabada la historia no tendremos demasiados alicientes para rejugarla más allá de encontrar todos los orbes y máscaras, algo que no engancha.

¿Personajes o actores de carne y hueso?

Lo primero que salta a la vista en el aspecto gráfico es sin duda lo bien hechos que están Trip y Monkey. No en vano han sido recreados con la más moderna tecnlogía de captura de movimiento, y todas estas sesiones han sido dirigidas por el gran Andy Serkins (Golum en «El Señor de los Anillos»), quien mismamente hace de Monkey. Todo esto se traduce en unas animaciones muy naturales y unas caras tremendamente realistas, creando así unas escenas de vídeo en la que no parece haber personajes de videojuego, sino actores, lo cual es un gran logro. Si a esto le sumamos un gran diseño y animaciones ingame tenemos unos personajes brillantes.

Los escenarios no se quedan atrás, porque lejos de tener un aspecto post-apocalíptico clásico, casi todo está lleno de vegetación, haciendo que Nueva York luzca completamente diferente a como es ahora. Luego habrá otros niveles más post-apocalípticos, pero que igualmente están genialmente diseñados. Los robots por contra son algo más genéricos, pero cuando son destruidos mediante una ejecución nos podremos quedar asombrados de lo cinematográfico que resultan, algo que se podría trasladar a todo lo que hagamos en el juego. Por desgracia, los gráficos no son perfectos, ya que el uso del «Unreal Engine 3» acarrea una carga de texturas que podría estar más optimizada. El frame rate también da algún que otro problema, causando pequeños tirones de vez en cuando, sobre todo cuando más enemigos hay en pantalla. Pero tranquilos, que esto no es algo que os perjudicará cuando juguéis.

En el sonido, el juego nos ha venido con todas las voces dobladas al castellano, y he de decir que me han encantado. Pero puestos a pedir, no habría estado de más dar la opción de escuchar el también fantástico doblaje original sin tener que cambiar el idioma de la consola. La música tampoco se queda atrás, adecuandose perfectamente a los grandes eventos que vemos en pantalla y que nos meterá de lleno en la acción.

Conclusión

Enslaved: Odyssey to the West logra cumplir su objetivo: brindarnos una experiencia de lo más cinematográfica. Esto lo consigue gracias a una fantástica historia, un ritmo frenético, unos geniales personajes y unas secuencias muy espectaculares. Sin embargo, eso no hace que el juego sea perfecto, ya que jugablemente jugablemente es demasiado simple (sobre todo en las plataformas), la rejugabilidad es casi nula y la carga de texturas daña el aspecto visual en algunos momentos.

Aun así, si os gustan los juegos de aventuras que os sumerjan en su universo y os enganchen de principio a fin Enslaved no os defraudará. Si por contra esperáis un desafío os sentiréis decepcionados, ya que el objetivo del juego es divertir por encima de todo, algo que logra con nota. De todas formas, con este título Ninja Theory ha demostrado que puede hacer juegos de mucha calidad, dándonos esperanzas para que el nuevo Devil May Cry sea igual de bueno o incluso mejor que Enslaved.

Lo mejor
Fantástica historia que engancha de principio a fin
Gran ritmo durante toda la aventura
El diseño artístico y los personajes es muy bueno

Lo peor
Problemas técnicos con el frame rate y la carga de texturas
Plataformas demasiado sencillas
Nula rejugabilidad