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Dragon’s Dogma: Dark Arisen

Capcom lanzó, hace un año aproximadamente, Dragon’s Dogma para Xbox 360 y PlayStation 3, y ahora vuelve a ser tema de actualidad gracias al lanzamiento de Dragon’s Dogma: Dark Arisen para los mismos sistemas. A continuación, encontraréis mi análisis de un título que tiene mucho que decir, tanto a los que creían haber explotado todo lo que tiene que ofrecer la primera entrega como a los que aún no se han hecho con ella.

Antes de empezar, eso sí, confieso que no he terminado aún esta expansión, pero creo que ya he jugado lo suficiente como para poder hablar con propiedad de lo que nos espera en la isla de Bitterback, la nueva zona en la que se desarrolla el juego.

Y ahora pasemos a hablar propiamente del juego. ¿Qué es Dragon’s Dogma: Dark Arisen? Pues se trata de una reedición del Dragon’s Dogma original, pero con montones de extras (estos extras, básicamente, son una nueva región). Y horas, montones de horas de vicio. Y lo mejor de todo: lo hace a un precio reducido pese a ser una edición física (aproximadamente 30€). Por cierto, en caso de comprarlo digital no podréis haceros sólo con la expansión por un precio más económico, tenéis que adquirir todo el pack).

Por tanto, es lógico que debido a la naturaleza de este juego, me remita a lo que ya dije en su momento del Dragon’s Dogma original y ahora sólo me centre en comentar las novedades. Dejémonos de introducciones y aclaraciones, pues, y centrémonos en Dragon’s Dogma: Dark Arisen.

Como comentaba hace un rato, tenemos a nuestra disposición una nueva zona, llamada Isla de Bitterback. En esta isla encontraremos un pequeño campamento base en el que podremos descansar, acceder a nuestro almacén de objetos y equipo, conseguir nuevas misiones (del tablón de la isla, cuyas misiones sólo se pueden completar en esta región), quitar la maldición sobre algunos objetos que encontraremos en nuestras aventuras (algo nuevo de esta expansión). Además, tendremos acceso a una mazmorra realmente grande.

Para que os hagáis una idea, aquellos que habéis completado el juego original, estamos ante una zona similar en apariencia al Everfall (pero sin el tema de las caídas interminables). Esto contrasta mucho con lo que se puede ver en el juego principal, ya que éste tenía muchos parajes coloridos y exteriores, y en esta ocasión se ha optado por interiores oscuros y siniestros.

Este cambio en la ambientación también se hace palpable gracias a la inclusión de nuevos enemigos: algunos nos sonarán, puesto que se trata de “revisiones” de los básicos (por ejemplo, hay lobos con un color distinto y que son más agresivos y poderosos, que reciben el nombre de Huargo), mientras que hay otros totalmente nuevos. Estos enemigos son mucho más temibles y poderosos que cualquier criatura que os hayáis encontrado por Gransys, y os lo harán pasar realmente mal en algunos momentos.

Probablemente, todo esto tenga algo que ver con la coletilla Dark Arisen del título, que se puede interpretar como un intento de acercamiento a los exitosos Demon’s Souls y, especialmente, su “secuela” Dark Souls. Y claro, eso significa dificultad. Mucha. Algo que, por cierto, os puedo asegurar porque en el momento de empezar esta expansión mi personaje y mi peona estaban a nivel 72 (y según me han comentado en muchas ocasiones, mi peona es realmente efectiva) y he tenido problemas para acabar con los enemigos.

Ojo, no me malinterpretéis, no digo que sea imposible o que los enemigos “comunes” supongan mucho problema (realmente no mucho más que los enemigos que encontrábamos en el tramo final de la aventura original), pero los monstruos especiales y los bosses son mucho más frecuentes y realmente complicados. Y no sólo eso, sino que en ocasiones nos enfrentaremos a varios de ellos a la vez. Sólo diré que a uno en concreto (recuerda mucho a La Muerte en su diseño) se le ha dotado de un poder desmesurado, haciendo que con recibir un único ataque muramos sin remedio (o nuestros peones, y estos no podrán ser resucitados como hacemos normalmente cuando caen en combate, sino que deberemos esperar a encontrar una Piedra del Despertar para convocarlos de nuevo), para que os hagáis una idea de lo que puede suponer entrar en esta zona.

A esto hay que añadir algunas mejoras jugables que si bien no son revolucionarias ni implican cambios drásticos, sí que se agradecen. Por ejemplo, ahora hay algunos escenarios en los que podemos agarrarnos a elementos que cuelgan del techo (cadáveres, para ser más concretos), con lo que podremos usar una nueva forma de desplazarnos con la que llegar a puntos inaccesibles de otra manera, o incluso los podremos usar para esquivar ataques de enemigos o para escalarlos más fácilmente, ya que aportan verticalidad a los combates. Pero no todos son tan “agradables” (aunque eso no tiene por qué hacer que sean malos cambios…): la aparición de monstruos carroñeros que vienen tras pasar un rato en un escenario en el que hemos acabado con varios enemigos o la inclusión de cofres “trampa” que al abrirlos contienen un enemigo que nos atrapa y nos va debilitando poco a poco (pero que al acabar con ellos, además de una buena cantidad de experiencia, nos darán unos cuantos objetos).

Otros cambios que se han introducido, aunque más sutiles, son la inclusión de nuevas habilidades de personaje o los nuevos objetos (materiales, consumibles y equipo). La gracia de esto último es que para poder usarlo, antes deberemos desencantarlo en el campamento base de la isla (salvo los materiales, que esos los recogemos tal cual). Y hablando de equipo, además de incluir nuevas armas y armaduras, ahora podemos subir de nivel todavía más el que ya teníamos, ya que el forjado de dragón tiene ahora dos niveles extra. Para mejorarlos deberemos pagar y llevar los objetos necesarios a un NPC concreto que deambula por la mazmorra). Y un último cambio que quisiera comentar: las Piedras de la Falla han de ser restauradas (pagando una cantidad de Cristales de la Falla) antes de ser usadas por primera vez.
Un detalle que quería comentar antes de terminar con este escrito, es la no inclusión de nuevos logros/trofeos. Vale, no es nada imprescindible (de hecho, hasta esta generación, no existían como tal), pero se hubiese agradecido que se incluyesen nuevos retos que nos ayudasen a engrosar nuestro marcador personal durante las múltiples horas que pasaremos deambulando por la isla.

Para terminar, y como de costumbre, me centraré en los aspectos más técnicos. A nivel gráfico, el juego se mantiene prácticamente igual (aunque, en lo referente a la expansión, al menos en Xbox 360, se consigue tras la instalación de un pack de texturas HD en el disco duro de la consola). Abundarán los momentos en los que se juntarán varios enemigos y múltiples efectos (especialmente si os acompañan magos), y como podréis deducir, estos son los instantes en los que el juego sufre más y ocasionalmente tendremos alguna ralentización (nada terrible, pero están ahí). A nivel sonoro, el título mantiene un muy buen nivel. Lo más destacable es la inclusión de voces en japonés para los personajes (tranquilos, eso no afecta a los subtítulos), aunque es totalmente opcional. Oh, y aunque no es especialmente sangrante, decir que la canción del menú principal se ha cambiado (y yo, personalmente, prefería la anterior. Pero vaya, que solo es un apunte sobre un detalle que no afecta para nada al juego en sí).

Conclusión

Para todos los que disfrutamos con el Dragon’s Dogma original, esta es una ocasión excelente para revivir nuestras aventuras, aunque aportando un plus de dificultad que se agradece si Gransys ya no tenía mucho reto para vosotros (los niveles altos, en torno al 70, sabréis de qué hablo). En cambio, para los que aún no han podido jugar al primero, Dragon’s Dogma: Dark Arisen supone la oportunidad de hacer con todo el contenido de golpe y a un precio realmente atractivo. Eso sí, ni se os ocurra meteros en la mazmorra extra hasta tener un nivel “decente” y haber acabado la historia principal u os arrepentiréis mucho…

Lo mejor

  • Incluye el título original para quienes no lo pudieron disfrutar
  • Largo y, sobretodo, desafiante
  • Nuevas habilidades y equipo
  • Los nuevos enemigos
  • La ambientación, bien diferenciada con respecto al original

Lo peor

  • Ralentizaciones más frecuentes
  • Si no llegas con buen nivel, no se disfruta de la expansión…
  • No incluye nuevos logros/trofeos

Ficha

  • Desarrollo: Capcom
  • Distribución: Koch Media
  • Lanzamiento: 26/4/2013
  • Idioma: Voces en inglés/japonés, textos en castellano
  • Precio: 29,95€

Comentarios

  1. Todavía no me he hecho con él, que estoy a las puertas del final del primero, pero ¿sin logros? Joder, daba por sentado que habría más. Qué pena.

    De todas formas caerá. Pero lo primero es lo primero xD

    • Gracias por tu comentario.

      Sabes que a mí el tema de los logros me gusta «un poco» y, la verdad, es que fue un jarro de agua fría descubrir que no los tiene. Y más viendo lo trabajado que está todo en esta expansión y sabiendo como DLCs mucho menores sí han tenido los suyos. Tirón de orejas para Capcom. Lo cual no quita que este sea un juegazo, claro está.

      Ah, y como ya digo, el juego incluye la aventura original completa, por lo que no hace falta esperar a que lo termines para que lo compres. Y dale más, leñe, que mi Charlotte quiere compañía en la Isla de Bitterback… 😛

  2. Yo también estoy en el primero. Es gigante el juego, seguro que hay otros más grandes que el en cuanto a mapeado, armas, personajes, etc, pero ese lujo por las pequeñas cosas de diseño, conjuntamente con la variedad de misiones es lo que lo hace tan bacanoso! x)

    • Gracias por tu comentario.

      La verdad es que sí, que el primero era ya un juego enorme (aunque, como bien dices, hay otros más grandes en mapeado, con más posibilidades de armas y armaduras, con más personajes, etc.), y esta expansión no hace más que añadir contenido adicional. A nivel de diseño, este podríamos decir que es una versión oscura del original, así que sigue bastante el estilo del original.

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