Need for Speed SHIFT

Todas las sagas en el mundo de los videojuegos suelen mantenerse iguales a lo largo de los años, y por tanto será imposible que Gran Turismo se pase al arcade o Burnout a la simulación. Sin embargo, cuando se trata de franquicias con entregas anuales la cosa puede cambiar, tal y como nos ha enseñado Electronic Arts con Need for Speed, que ha variado entre el arcade y la simulación en los últimos años.

El problema radica en que todos estos cambios fueron demasiado bruscos, por lo que la calidad de estas vueltas de tuerca fueron bastante baja, y a esto se unió el hecho de que a los usuarios no les agradaron estas versiones. Por tanto, esta conocidísima franquicia ha estado en una decadencia preocupante los tres últimos años.

Afortunadamente, Electronic Arts ha querido buscar un nuevo punto de vista para la saga, por lo que ha habido otro cambio hacia una mezcla entre simulación y arcade. El resultado es Need for Speed SHIFT, en el que se han volcado todas las esperanzas de los aficinados a la velocidad para salvar la franquicia. La pregunta es bastante clara: ¿lo han conseguido o se ha hundido más todavía?

En cuanto a los modos de juego, el principal es la «Historia», que pese a lo que podemos pensar en un primer momento no tiene ninguna clase de argumento.

Al empezar nuestra carrera como piloto tendremos que competir en una carrera preparatoria en un coche muy veloz y que servirá para que el juego calcule la mejor configuración posible acorde a nuestra habilidad. Tras esto empezaremos lo que de verdad importa: nuestro ascenso como piloto novato hasta convertirnos en el vencedor del «Campeonato NFS», la competición más importante del mundo.

Para lograrlo tendremos que ir superando las diferentes carreras que se nos vayan presentando, y que están divididas en cuatro niveles diferentes. Dentro de cada uno habrá varias competiciones que contendrán diferentes prubas, y cada grupo tendrá una serie de características únicas.

En algunos viajaremos por los circuitos urbanos más prestigiosos del mundo, en otros tendremos que competir con vehículos de diferentes regiones, o correr con coches específicos, etc. Ésto nos proporciona algo de variedad, además de los tipos de carreras específicas que nos podremos encontrar.

Lo más habitual es encontrarnos con competiciones normales y corrientes, en las que el objetivo es quedar entre los tres primeros. Otro tipo de carrera son las contrarrelojes «Time Attack», en las que todos los coches se encuentran en el circuito al mismo tiempo, y nuestra meta es conseguir el mejor tiempo de vuelta. Otras competiciones son las de «Drift», en las que conseguiremos más puntos cuanto mejor sea el derrape, teniendo en cuenta la velocidad, el ángulo de giro, la distancia de unos conos especiales… Sin duda, éstas son las pruebas más complicadas de todo el juego, y son las que más práctica requerrirán. En los duelos contra pilotos tendremos que escoger entre dos vehículos de potencia similar, y jugaremos una serie de tres tandas en las que se turnarán los papeles de perseguido y perseguidor, y ganará el piloto que pase primero por la meta o se aleje del rival una distancia equivalente a cinco segundos. Finalmente, las carreras de resistencia nos obligarán a estar pegados a la consola durante pruebas de entre quince y veinte minutos, donde tendremos que tener la sangre fría para no cometer un error en el último minuto y tirar a la basura todo el trabajo realizado.

En cada prueba iremos ganando una cantidad de estrellas que depende de nuestro puesto en la carrera, los puntos obtenidos y alguna clase de objetivos secundarios que tendremos que cumplir. Para ir desbloqueando los nuevos niveles de competición tendremos que ir consiguiendo estos premios.

Para poder mantener el ritmo de la competición tendremos que comprar coches cada vez más potentes, y que también están separados en los diferentes niveles. Además, tendremos que tener en cuenta si se pueden mejorar en el taller, añadirles óxido nitroso o usarlos en las pruebas de «Drift». Pero hay un problema, y es que el juego tampoco nos «obliga» a comprar todos los vehículos, ya que podemos pasar un nivel completo con un único coche, y si nos hacemos con uno de gama alta tendremos casi todas las pruebas abiertas, a excepción de las de «Drift» y en las que se exige que nuestro vehículo sea japonés, americano y europeo.

Sin embargo, no podremos comprar todos los coches al mismo tiempo, ya que nuestro garaje tiene una capacidad limitada, y para ir aumentando el catálogo de vehículos  y el espacio disponible tendremos que ir avanzando en la competición. En cuanto a la mejora de los coches, se han aumentado las posibilidades en el taller mecánico y se han reducido las estéticas para centrarse más en el realismo.

Por esta razón podremos cambiar el motor, los frenos, los neumáticos, añadirle un kit de turbo… Además podremos reducir el peso del coche, cambiarle la carrocería para aumentar la aerodinámica, añadirle óxido nitroso, etc. No son unas opciones tremendamente numerosas, pero sí que nos permiten un grado de personalización.

Por supuesto, esto para los usuarios que buscan las facilidades, ya que hay otra sección dentro del taller llamada «Reglajes», que tiene dos modos de usarlo. Uno de ellos es más sencillo, mientras que el otro es muchísimo más complejo, y solo es apto para los jugadores más experimentados y que sepan algo más de mecánica. Aquí podremos regular la altura del vehículo, ajustar la fuerza de los frenos, y demás parafernalia del mundo del motor.

El último aspecto que podemos cambiar de los coches es el visual, aunque como ya hemos dicho anteriormente, las opciones han sido drásticamente reducidas, estando ahora centrados en las llantas, la pintura y los vinilos. Por suerte, hay una buena variedad de elementos para colocar en el coche, aunque para ser sinceros, lo más probable es que escojáis las pegatinas de competición que son las que menos trabajo piden y quedan muy bien, además de que son las más acordes dentro del mundo realista en el que nos encontramos.

Antes hemos dicho que para ganar estrellas tenemos que conseguir una cantidad específica de puntos, pero no hemos comentado que se trata de uno de los pilares centrales de todo el juego.

Ante todo, hay que destacar que en Need for Speed SHIFT es muy importante nuestra forma de conducir, ya que éso determinará si el juego nos coloca como precisos o agresivos. Para hacer esta distinción el título calcula la cantidad de puntos agresivos o de precisión vamos ganando.

Para conseguir los primeros tendremos que adelantar limpiamente, dominar las curvas de los circuitos, realizar salidas perfectas, etc. Por contra, para los agresivos será primordial golpear a los contrincantes, derrapar, ponernos a rebufo y otras acciones poco elegantes.

Todos estos puntos se irán contabilizando en todas las carreras, y cuando la barra de lo alto de la pantalla se rellene al máximo todas nuestras acciones valdrán doble, por lo que se recompensa a los jugadores que hacen acciones especiales en las competiciones.

Pero no solo srvirán para marcarnos dentro esos dos grupos, sino que también servirán para subir de nivel a nuestro piloto. En total hay 40 niveles de habilidad, y con cada uno conseguiremos diferentes recompensas. Algunas pueden ser dinero, otras más espacio en nuestro garaje, pruebas por invitación (carreras de un alto nivel y muy exclusivas) o incluso coches de recompensa. Todo esto engancha mucho, y os aseguramos que es un place ver cómo nuestro nivel de habilidad va aumentando progresivamente.

Y esto es más o menos el modo historia del juego. En líneas generales es una modalidad increíblemente adictiva y larga (más de 150 pruebas en total), además de que puedes sentir realmente cómo vas mejorando poco a poco según vas accediendo a niveles superiores.

En «Partida rápida» podemos competir en cualquier prueba que queramos, y en el circuito que nos apetezca. Además podemos seleccionar las condiciones atmosféricas, el número de rivales y los vehículos que queremos que predominen (siempre basándose en el nivel de los coches).

El modo online es seguramente el más decepcionante de todos, ya que no tiene apenas opciones. Tan solo nos encontramos con la posibilidad de participar en las diferentes pruebas disponibles y retar a otros pilotos en duelos para ir ascendiendo en una especie de campeonato. Lo malo es que las opciones acaban ahí, y aunque las carreras son muy intensas y emocionantes, les falta algo de profundidad en esta modalidad. Pero no vamos a negar algo positivo, y es que no hay nada de lag, y es algo muy de agradecer.

Aunque algo positivo es que nuestra cuenta corriente dentro del juego (la cual se puede aumentar con dinero auténtico) y el nivel de piloto asciende también en estas dos últimas modalidades. Ésto recompensa a los jugadores haciendo que siempre haya una progresión, lo cual es algo muy positivo.

En lo que respecto a la jugabilidad, los chicos de Electronic Arts han hecho un trabajo fantástico juntando con maestría la simulación y el arcade. Por un lado, el juego es principalmente realista, lo cual nos obliga a adaptarnos a cada nuevo vehículo, su física, sus características técnicas, etc.

Sin embargo, es bastante obvio que los seguidores de la saga Need for Speed son principalmente jugadores de arcades, por lo que este cambio no puede gustarles mucho. Por esta razón hay diferentes configuraciones que hacen el juego más o menos realista, siempre dependiendo de nuestros gustos.

Por tanto, si jugamos en el nivel de dificultad más sencilla los coches se controlarán mucho mejor, y apenas habrá diferencia entre los diferentes modelos. Además, la trazada será visible, tendremos freno y direción asistida y los rivales serán mucho más débiles.

Por contra, si escogemos el máximo realismo tendremos que valernos únicamente de la trazada y nuestra habilidad, los vehículos tendrán un control diferente dependiendo de la tracción y la potencia que tengan. Además, los coches sufrirán daños que, aunque no sean muy realistas, pueden dejarnos fuera de la carrera. El problema es que necesitaremos demasiados golpes, lo cual le resta realismo, y es que incluso chocándonos a más de 200 km/h podremos continuar la carrera. Es cierto que es un gran avance respecto a las anteriores entregas de la saga, pero ya que estaba implementado habría estado bien que se hubiera perfeccionado un poco más.

Otro elemento importantísimo dentro de la jugabilidad son las medallas que iremos recibiendo a lo largo del juego. Estos trofeos se desbloquearán tras colisionar contra los rivales, adelantarlos limpiamente o de forma antideportiva, ponerse a rebufo, etc. Para ganar otras tendremos que dominar todas las curvas de un circuito o hacer una carrera perfecta, es decir, sin chocarnos contra nada ni salirnos de la pista. Otras están relacionadas con los eventos del modo historia, y los últimos con diferentes opciones online.

Estas medallas tienen cuatro niveles: bronce, plata, oro y épico. Para ir ganando cada una de ellas tendremos que ir cumpliendo los objetivos para cada trofeo, y para cada nivel superior más veces tendremos que cumplir estas condiciones.

Para lograrlas todas necesitaremos muchísimo tiempo, aunque hemos descubierto unos fallos que hacen que ganar las medallas de carreras perfectas sea un paseo, lo cual tendría que haber estado revisado por Electronic Arts. Aún así, conseguir el resto, ganar todas las carreras y llegar al nivel 40 de piloto nos darán muchas horas de juego, lo cual es de agradecer en los tiempos que corren, ya que la mayoría de juegos se acaban en un santiamén.

En lo que respecta al apartado técnico, todo son elogios para el trabajo realizado por Electronic Arts. Por un lado, los gráficos son tremendamente espectaculares. Los más de 60 coches disponibles (lo sabemos, es una cifra un poco pequeña) tienen un diseño exquisito, y son exactamente iguales a sus homólogos auténticos.

La sensación de velocidad es una pasada, ya que realmente podemos sentir que estamos dentro del coche. Ésto se ve acentúado con la cámara interna, en la que podemos ver el interior del vehículo y a los brazos del piloto con un realismo nunca antes alcanzado. Por si esto fuera poco, con cada impacto nuestra visión se volverá borrosa durante unos segundos, creando un efecto muy logrado y que realmente nos llega a desorientar.

Los circuitos son tremendamente realistas, y hay algunos elementos que os dejarán boquiabiertos, como ver un avión totalmente aleatorio pasar y ver su sombra de una forma espectacular. Además, las texturas de la carretera, la tierra y el césped están muy logrados. Los elementos típicos de las carreras, como el público y demás parafernalia están representados con el máximo detalle, aunque bien es cierto que las animaciones de los personajes que dan luz verde a la salida son demasiado robóticos. A pesar de esto, el apartado gráfico es de lo mejorcito en este género.

En el apartado sonoro nos encontramos con unos sonidos de los motores muy realistas, y realmente se puede apreciar una diferencia entre los diferentes bólidos disponibles. Además, el ruido que hacen al derrapar, cuando pasan por la tierra, o incluso en las colisiones está muy logrado (en especial éste último efecto, ya que realmente sientes que te estrellas).

La banda sonora del juego es quizá lo más decepcionante, ya que no tiene muchas licencias y apenas son conocidas. Quizá reconozcáis la canción de «Wiki, Wiki» (no se llama así, pero es lo que más se reconoce de la letra), que se ha hecho popular recientemente gracias al desastroso programa «Fama». Sin embargo, lo que no nos ha gustado es el hecho de que no podamos seleccionar nuestra propia banda sonora, ya que eso habría hecho las carreras más divertidas si cabe.

Además de estos efectos hay un doblaje al castellano de nuestro mánager, que nos hablará al inicio de cada prueba y nos dará información sobre los diferentes niveles de competición y las carreras a las que nos enfrentaremos. Todo esto en unos vídeos muy bien montados, además de que esta voz está bien escogida y resulta pesada.

En conclusión, Need for Speed SHIFT resulta ser el salvador de una saga que estaba en una preocupante decadencia, y lo hace de la mejor manera posible. Esto es así porque este juego de velocidad gustará a los seguidores del realismo y del arcade, ya que la configuración escogida por los chicos de Electronic Arts es excelente. Por no hablar del apartado técnico, que tiene algunos de los mejores elementos que hemos visto en ningún videojuego, como la híper-realista visión interna del coche.

Así que si os gustan los juegos de velocidad que os propongan retos y enganchen, Need for Speed SHIFT es vuestro juego. Eso sí, hay que tener en cuenta que no es un juego perfecto, y si lo que estáis buscando es la experiencia online definitiva en el género de la velocidad os llevaréis un buen chasco. Para todos los demás, aquí encontraréis toda la adrenalina que estabáis esperando de esta conocida franquicia, y seguro que el juego no sale en mucho tiempo de vuestra consola.

Comentarios

  1. Gran análisis, la gente de EA esta vez ha puesto toda la carne en el asador con este Shift, pero la competencia es muy feroz, sobre todo en simuladores (Forza 3 sale en nada, y habrá quien prefiera esperar a GT5), pero sin duda quien se acerque a las tiendas a por este no se sentirá defraudado, tiene juego y diversión para un buen puñado de horas.

  2. Sin duda, es una mera imitación de GRID o un intento desesperado de superar al Gran Turismo 5.

    Need For Speed murió al haber hecho su maxima obra: el Most Wanted.
    Aunque si uno se pone a resumir toda la saga, lo unico destacable de la saga son el Need For Speed III: Hot Pursuit del ’98 y el Most Wanted un poco mas actual, del 2005.

    Y si uno se pone a pensar, La saga de NFS es como Windows.

    Primero sacan un sistema operativo novedoso (NFS3), Luego sacan una version expandida y lo arruinan (High Stakes), Luego lo arruinan aun más haciendo un NFS exclusivo para Porsche y como Windows, trata de sacar una edicion de mala calidad, pero usando el nombre de su maximo exponente. Asi nace el Hot Pursuit 2.

    Afortunadamente gracias al auge de las peliculas como Fast and Furious, salio la saga NFSU y NFSU2 que es un respirar a productos de calidad mediocre para terminar en su maxima expresión, lo mejor de NFS a ojo critico: NFS MOST WANTED, que seria como el XP de Microsoft.

    Sin contar el Carbon, que sin dudas es una copia del animé Initial D, en el cual derrapar era la clave (Robado tambien de Fast and Furious: Tokyo Drift), largan lo que todos nos temiamos: El Windows Vista de NFS, el PRO STREET… que tira toda la reputación de NFS a la basura…

    Ahora, SHIFT no es ningun Windows Seven, Sino un Windows que quiere imitar a un MACOSX 😛 Inalcanzable.

    Hasta con hacer un remake del viejo NFS3 con motor actual, haria una millonada… pero NO, NFS se sigue metiendo en el rubro de otros monstruos de la simulacion y obviamente, siempre será opacado.

    Ay ay ay…un saludo 😀

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