Bionic Commando Rearmed 2

    Allá por el año 1987 apareció en los extinguidos salones recreativos un plataformas de desplazamiento horizontal (como todos en esa época) que nos ponía en la piel de un personaje con un brazo ortopédico que lanzaba un gancho para agarrarse a las paredes y acabar con los enemigos. Este héroe era Nathan Spencer, un antiguo miembro de las fuerzas armadas de EEUU que vio interrumpida su carrera por la pérdida de su brazo izquierdo debido a la explosión de una granada. Mediante la tecnología robótica del TASC, la división de los militares de inteligencia de la FSA, le colocaron un brazo biónico que le proporcionaba ciertas habilidades para el combate.

    El juego fue un éxito por aquél entonces e inmediatamente fue versionado a NES donde se vendió como churros. Todo un clásico de Capcom, considerado juego de culto, que ha sido injustamente olvidado hasta hace tres años, cuando la propia Capcom decidió rescatarlo para traérnoslo adaptado a los tiempos modernos, bajo el nombre de Bionic Commando Rearmed. Al mismo tiempo que anunciaron una nueva versión del clásico pero esta vez adaptado a las 3D actuales, aparecido en mayo del 2009. Este Rearmed fue un remake 100% del original de NES con gráficos actualizados en alta definición, conservando el mismo espíritu, jugabilidad y dificultad que el mencionado clásico.

    Tal fue el éxito de este Rearmed que decidieron crear su segunda parte, Bionic Commando Rearmed 2, para la cual han querido ir más lejos, conservando la misma estética gráfica, con esos preciosos diseños en HD pero intentando adaptar un poco la jugabilidad a los tiempos que corren.

    De ahí la principal novedad que nos encontramos en este título, el nuevo movimiento de salto, nunca visto hasta ahora (sin contar el Bionic Commando en 3D). Un movimiento que simplifica un poco las cosas, aunque se puede desactivar desde el menú de opciones una vez terminado el juego, como homenaje a los más clásicos (es más, conseguimos un logro si terminamos la aventura sin saltar).

    Otro aspecto novedoso es el bigote que se ha dejado nuestro protagonista, que le aporta esa madurez que representarían esos años que han pasado desde el anterior juego. Ahora Spencer es supervisor de la formación de nuevos “comandos biónicos”, que son enviados a la isla Papagaya (¿no encontraron un nombre mejor?), gobernada por el General Sabio (un clon de Fidel Castro en sus tiempos mozos) para investigar la desaparición del primer batallón enviado por la FSA al mando del Coronel Brubaker.

    Este nuevo movimiento de salto ha venido acompañado por algunas mejoras en el sistema de enganche. Para los nuevos jugadores estos cambios no supondrán ningún problema, pero puede que para los seguidores más fieles de la saga si, ya que verán alterada esa jugabilidad clásica y tendrán que adaptarse al nuevo control (el nuevo sistema requiere en todo momento que se apunte en una dirección antes pulsar el botón para lanzar el gancho hacia allí). Pero seamos sinceros, esa jugabilidad estaba algo desfasada y creo que era necesaria esta actualización. El problema viene cuando se pierde precisión con un control algo más lento o al intentar combinar el nuevo salto con el enganche, que puede llegar a resultar frustrante en algún momento.

    Nuevamente disponemos del escáner biónico, que nos muestra y detecta tanto enemigos como objetos del escenario que podemos usar; y del abundante armamento que encontraremos por toda la isla, escopetas, granadas, rifles de francotirador o bazucas, a parte de nuestra pistola (la única con munición ilimitada). Por si esto fuera poco, también nos ponernos a los mandos de un helicóptero con una ametralladora instalada que nos hará sentir como John Rambo en su última película.

    Los niveles, pese a no ser de una gran inventiva, están bien diseñados de manera que invitan a profundizar en ellos, fomentando la exploración del entorno en busca de mejoras para las armas, nuevas habilidades para nuestro brazo biónico o rutas alternativas en el caso de que juguemos sin salto, lo que se traduce en una mayor rejugabilidad.

    La aventura nos lleva por 20 niveles de plataformas de una duración más que respetable, donde es habitual encontrarse soldados dotados de una pobre IA, todo hay que decirlo, y de algunos enemigos de cierta envergadura francamente brillantes que nos pondrán en un aprieto en más de una ocasión. Como he comentado, será fácil que juguemos varias veces estos niveles para encontrar y desbloquear todas las habilidades.

    El modo cooperativo es sencillamente magistral. La verdad es que jugando con un amigo compartiendo consola (es la única opción que nos ofrecen) es toda una garantía, no solo de diversión sino a la hora de afrontar los retos, pues es más fácil.

    Para alargar un poco más la vida útil del juego, disponemos del modo Sala de Desafíos, que consiste en superar 24 pruebas de habilidad en un escenario de lo más sencillo con el único objetivo de establecer el mejor tiempo para subirlo al ranking online y picarnos con la comunidad.

    En el apartado gráfico lo que más destaca es la ligera disminución del tamaño de los personajes. A parte de eso, cuenta con escenarios preciosos, aunque como comentaba anteriormente, estos no sean ninguna proeza artística; unas animaciones notables y un buen motor de físicas que nos garantizan unas explosiones y destrucciones muy buenas. El nuevo look del protagonista le sienta muy bien, la verdad, y los diálogos… sin comentarios.

    Las melodías no son tan buenas como las del anterior título, donde nos encontrábamos las melodías del juego original remezcladas, pero siguen en la misma línea retro que busca el juego, sencillas, repetitivas y ligeramente estridentes.

    Esta segunda entrega de Bionic Commando rearmed sigue el mismo camino que el anterior, avanzar por niveles haciendo un buen uso de nuestro brazo biónico, pero mejorado. Aunque no es capaz de llegar al excelente nivel de calidad del anterior, dando un aspecto algo menos pulido aunque a simple vista sea igual. Sin embargo, el título contiene motivos suficientes para que os hagáis con él, el principal es la diversión, ya que con ese aire retro que se respira constantemente, esos coloridos gráficos y esa modalidad para dos jugadores nos garantizan buenos momentos. Sí, tiene aspectos que podrían haberse mejorado y son palpables, lo que no quiere decir que sea más incompleto, sino que es menos redondo.

    Lo mejor:

    • Su alta rejugabilidad, como en el clásico
    • Poder jugarlo con un colega, es la bomba
    • Ese aire retro que rodea al juego
    • El cuidado apartado gráfico
    • Las nuevas habilidades

    Lo peor:

    • Modo cooperativo únicamente local, no hay opción de jugar online
    • Control menos preciso
    • Los diálogos son demasiado “chorras”

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