Battlefield: Bad Company 2

El año pasado, en el género de los FPS apareció un juego que, a pesar de que no gustó a todos, se convirtió en el principal exponente de este tipo de títulos. Por supuesto estamos hablando de Modern Warfare 2, que tras el arrollador éxito de ventas y de crítica que tuvo es el juego a batir dentro de los FPS de corte bélico.

Desde su salida no ha habido ningún rival a su altura (siempre hablando respecto a los que sí les pareció magnífico, ya que a mí no me pasó), y por eso el desarrollo de Battlefield: Bad Company 2 ha sido vigilado muy de cerca por los aficionados del género, y es que los chicos de DICE saben cómo hacer muy buenos shooters.

Así que aquí estamos, tras una beta multijugador tremendamente divertida, unos tráilers espectaculares y una guerra directa entre los títulos de Activision y Electronic Arts por fin llega el momento de ver si el juego es todo lo que se esperaba, y puede medirse con el hasta ahora rey de la guerra.

De vuelta a la Bad Company

La historia de esta entrega empieza con la Operación Aurora de la Segunda Guerra Mundial. En ella vemos cómo un grupo de soldados tiene la misión de rescatar a un ingeniero desertor del bando japonés, aunque al final todo sale rematadamente mal. Tras una impactante primera misión volvemos al presente, junto a los miembros ya conocidos de la Bad Company. De nuevo, el protagonista será Preston Marlowe, que junto a sus compañeros (Haggard, Sweetwater y Redford) tienen la que en principio será su última misión.

Esta operación consiste en arrebatarle un arma (que está relacionada con lo ocurrido en la misión de la Segunda Guerra Mundial) de gran importancia a los rusos, que se han propuesto invadir Estados Unidos y están en plena campaña de expansión global. Tras salir mal la misión al ser una prueba lo que conseguimos iniciaremos una carrera contrarreloj por todo el mundo para obtener este arma y detener a los rusos.

Como podéis ver la historia es bastante tópica (los enemigos siempre son los rusos o los árabes) y es bastante predecible a pesar de algún que otro giro. Además, la búsqueda del oro de nuestros personajes en la anterior entrega ni se menciona, lo que puede decepcionar algo si se esperaba algo de continuidad. Al menos esta vez hay un enemigo claro y todo se deja encaminado para una tercera parte, lo que ya es algo bueno.

Sin embargo, tal y como ocurrió en la primera parte, lo mejor es la carisma de los personajes. Y es que los miembros de esta compañía no son nada disciplinados, por lo que en sus diálogos escucharemos muchos chistes y una gran dosis de humor negro. Por ejemplo, en una misión desarrollada en Sudamérica Haggard le dice a Redford (que es de color) que si no le da cosa disparar a afroamericanos al creerse que estaban en África, o directamente actuar como niños al proponerse una carrera de quads. Y una muy buena adición (que sustituye a Miss Noviembre) es Flynn, el piloto de nuestro helicóptero que es un hippy creyente en el karma, y todo esto da lugar a más diálogos divertidísimos.

Esto sí es una campaña

Cuando se anunció la subsaga Bad Company se dijo que el modo campaña cobraría mucha importancia, y que no por ello se resentería el modo online. La primera parte la verdad es que no llegaba a cuajar en el modo historia, y es que aparte del gran grupo de protagonistas la acción no parecía ser mucho más aparte de una preparación para el modo multijugador. La culpa la tenían unas situaciones poco emocionantes (salvo algún momento puntual) y un sistema de puntos de control que al morir simplemente nos hacía retroceder hasta una zona con todo lo que habíamos hecho, lo que hacía que morir casi ni nos importara. Por suerte los chicos de DICE han sabido escuchar a los aficionados y han sabido arreglar la mayoría de los problemas.

Para empezar, ahora habrá situaciones especiales que nos metan en tensión, como por ejemplo tener que superar una ventisca buscando refugios para no quedarnos congelados o hacer de francotirador mientras disparamos en mitad de una tormenta y usando los rayos para encubrir nuestros disparos. Otro buen ejemplo son las secciones on-rails en las que dispararemos desde unos vehículos (ya sean helicópteros con sus ametralladoras o desde la parte trasera de un camión con nuestro rifle de asalto) o simplemente zonas en las que controlaremos vehículos específicos como quads o tanques en espectaculares momentos que nos engancharán sin remedio.

Otra mejora es la aparación de algunos jefes finales, que son en realidad vehículos de combate que tenemos que destruir antes de que ellos hagan lo propio con nosotros. Como mejora final nos encontramos con que el sistema de puntos de control de la anterior entrega ha sido eliminado, para contar ahora con el tradicional. Por contra, el sistema de salud se ha vuelto regenerativo en lugar del tradicional por puntos y que se recuperaba con botiquines. Esto puede gustar o no, pero dado el nuevo enfoque de la campaña me parece muy acertado.

Sin embargo no todo iba a ser bueno, y es que si algo gustó de la primera entrega era que los mapas de cada nivel eran enormes, y que teníamos una gran libertad para poder afrontar nuestros objetivos. Eso ahora ha cambiado, y es que las fases son prácticamente lineales, con muy pocas vías alternativas y pocas alternativas tácticas. Esto hace que encontrar los diferentes objetos escondidos en los niveles (estaciones de comunicaciones que hay que destruir y armas, que incluso están marcadas en el minimapa) sea mucho más sencillo y que la exploración se resienta notablemente. Además, ahora no podremos pilotar todos los vehículos que veamos, ya que solo lo haremos en las secciones preparadas para ello. Como último fallo hay que volver a repetir la imposibilidad de tumbarnos, lo cual no es demasiado lógico en un juego de estas características.

En cuanto a las armas que podremos usar, dispondremos de rifles de asalto, pistolas, ametralladoras, ametralladoras ligeras, escopetas y rifles de francotirador. Cada tipo de arma tiene varios ejemplos que pueden ser mejores o peores en aspectos concretos. Durante la partida podremos llevar dos al mismo tiempo, y en algunos puntos concretos de cada nivel (en las cajas de suministros) podremos escoger el armamento que podemos llevar, y las que estén disponibles serán las que hayamos cogido a lo largo de nuestra aventura en manos del enemigo. Todo esto está muy bien, pero ya os adelantamos que si en algún punto concreto veis que hay un lanzacohetes por ahí tirado tened en cuenta que lo tendréis que usar, por lo que no os hará falta ir con un lanzamisiles como arma ya que si lo necesitáis aparecerá, lo cual merma en parte las posibilidades tácticas que podríamos usar en situaciones adversas si no tenemos el arma adecuada.

Por suerte en el aspecto táctico sigue habiendo un elemento que funciona muy bien: la destrucción. Al igual que en la primera parte casi todo lo que veamos podrá ser destruido con nuestros disparos o a base de explosiones, lo cual puede hacer que nos quedemos sin coberturas o dejar sin ella al enemigo, crearnos una nueva línea de fuego o atajar si reventamos la pared de una casa. Además, en esta entrega se ha añadido la destrucción de las casas al destruir todas sus paredes, lo cual nos puede servir para eliminar a todos los soldados que estén dentro de ella. La verdad es que este aspecto sigue funcionando de forma casi exacta a lo ya visto, pero por suerte se ha mejorado el tema de la veracidad en la destrucción, ya que ahora no podremos destruir los árboles con el cuchillo.

Como último aspecto de la campaña nos queda por comentar la IA, que por desgracia no es nada brillante. Los enemigos son muy tontos y no seguirán ninguna táctica ni nada, y nuestros aliados no son nada mejores. La única diferencia que hay es que los enemigos tienen buena puntería y los buenos no. Con todo esto, la campaña de Bad Company 2 es mucho más satisfactoria que antes, gracias a sus mejoras y su correcta duración (entre 8 y 10 horas), aunque sigue sin ser perfecta por culpa de los fallos ya comentados.

Una nueva joya multijugador

Si hay algo que siempre atrae de la saga Battlefield es su modo multijugador, y de nuevo vuelve a convertirse en el mejor apartado del juego. Para empezar, el total de usuarios que podrán participar en las batallas online será de 24 en las consolas y de 32 en el PC, cifras nada despreciables.

Uno de los principales fallos (al menos para mí) de la anterior entrega era que solo había dos modos de juego, y por suerte aquí se ha duplicado. El principal de los modos será Asalto, en el que un equipo tendrá que defender unas estaciones de comunicaciones mientras que los oponentes tienen la misión de destruirlas. Al ir perdiendo bases el bando defensor se irá replegando, ampliando así la duración de las batallas de una forma emocionante y que nunca nos cansará. En Conquista (el modo de juego más conocido y característico de la saga) los dos equipos se disputarán el dominio de tres banderas en el campo de batalla, y cuantas más banderas se tenga más rápido irán descendiendo los puntos del rival, y cuando éstos lleguen a cero se habrá acabado la partida.

Después hay otros dos modos centrados en las patrullas, y que consisten en batallas menores pero más estratégicas. En el primero dos patrullas de 4 usuarios cada una participarán en Asalto, haciendo todo mucho más táctico. El segundo modo con las patrullas es el típico duelo a muerte, pero con la pecualiridad de que hay un vehículo de enorme poder en el mapa y que el equipo que se haga con él tendrá una ventaja muy evidente frente a sus oponentes.

Por si estos cuatro divertidísimos modos de juego no fueran suficientes, tendremos la posibilidad de jugar a todos ellos en una modalidad más dura, aumentando el daño de las armas y limitando el HUD. Como os podréis imaginar, es solo recomendado para los más experimentados en la saga.

Otro «fallo» de la primera entega era la falta de las típicas clases de soldados, lo que disminuía el aspecto táctico de juego y la cooperación entre los usuarios. Por suerte se ha remediado en este juego, y vaya que si lo han solucionado bien. En total habrá cuatro clases de soldados: de asalto, francotiradores, ingenieros y médicos. Cada uno de ellos tendrán unas habilidades y unas armas concretas. Así los de asalto tendrán los rifles de asalto con los lanzagranadas, los francotiradores tendrán camuflaje y sus rifles de francotirador, los ingenieros tendrán explosivos y podrán reparar los vehículos, mientras que los médicos tendrán ametralladoras ligeras y tendrán la capacidad de curar a los aliados (la salud regenerativa se elimina en el modo online, lo cual es algo excelente) o incluso reanimar a los aliados caídos.

Pero no penséis que tendréis todo lo que cada clase ofrece desde el principio, ya que habrá que ganárselo usando cada clase para desbloquear todos sus utensilios. Por tanto, si jugamos como un miembro de asalto iremos desbloqueando armas y accesorios, y si conseguimos puntos con los vehículos desbloquearemos ventajas para ellos como detectar los explosivos ocultos. Esto hace que tengamos una muy buena sensación de progresión en cada clase, que se ve reforzada por nuestra progresión general al ir ascendiendo de rango y conseguir medallas por nuestros méritos en la batalla.

Todas estas diferentes clases hace que las opciones tácticas aumenten considerablemte, y encima aumentan gracias a dos elementos: las patrullas y la destrucción. Por un lado las patrullas son un grupo de 4 usuarios, que se podrán comunicar entre sí o usar a los miembros supervivientes de este grupo para reaparecer junto a ellos. Así, si jugamos con nuestros amigos es mucho más fácil crear estrategias, o si un jugador se ha colocado en plena base enemiga podemos reaparecer junto a él en lugar de tener que desplazarnos por el mapeado hasta llegar hasta esa zona. Y luego la destrucción funciona igual de bien que en la campaña, por lo que sus posibilidades también se aplican aquí. Sin embargo se puede apreciar un problema en un mapa en el modo Asalto, y es que en una de las casas en las que se encuentra una base de comunicaciones hay una vaya de madera apoyada en uno de los muros, y si se destruye con el cuchilo la casa entera se viene abajo… por lo menos los usuarios son buenos y no lo usan, al menos en las partidas que hemos participado.

En cuanto a los mapas, éstos son variados, numerosos y muy grandes. Esto hace que las partidas sean más variadas al combatir en diferentes zonas. Pero tranquilos, que gracias a los numerosos vehículos podremos recorrernos los mapas rápidamente. Entre los vehículos nos encontraremos peligrosos helicópteros, tanques, vehículos blindados, jeeps, quads o incluso lanchas. Gracias a ellos las posibilidades jugables aumentan considerablemente al obligarnos a cambiar nuestras estrategias si tenemos alguno de estos vehículos en nuestra contra. Luego también nos encontraremos emplazamientos fijos de lanzamisiles o ametralladoras, y os aseguramos que si se usan con cabeza pueden marcar la diferencia entre la victoria o la derrota. Luego otro aspecto positivo de los mapas es que están aumentando de forma gratuita si se dispone del código VIP que viene en cada caja del juego, lo cual no es muy habitual de ver hoy en día y se agradece mucho.

Así que se podría decir que el modo multijugador de Bad Company 2 es una auténtica maravilla, y es que sus virtudes son muchas (entre las que se encuentra una conexión muy buena) y su principal defecto puede ser la imposibilidad de tumbarse, sobre todo para  los francotiradores. Pero ni siquiera este fallito os impedirá disfrutar el que es uno de los mejores multijugador del momento (pero ojo, también complicado, por lo que la paciencia será algo primordial).

El motor Frosbite sigue demostrando su potencia

Para la saga Bad Company los chicos de DICE crearon el potente motor gráfico «Frosbite», y si en la primera entrega pudimos disfrutar de unos gráficos muy buenos, en esta ocasión todo luce mucho mejor. Por un lado los personajes tienen un buen modelo y unas animaciones bastante buenas, sobre todo en las magníficas escenas de vídeo. El diseño de los vehículos y las armas también es muy bueno, y lo que es mejor, muy realista.

Los escenarios, a pesar de ser más lineales, siguen siendo muy grandes, y esta vez son más variados. Y es que esta vez pasaremos por zonas de nieve, de selva o ciudades, y todas ellas tienen un nivel increíble. El horizonte se dibuja muy lejos, las texturas son muy buenas y la belleza de los niveles es completamente innegable.

Los efectos de las explosiones son definitivamente increíbles, y es que seguro que no hay muchos otros títulos que logren superar a este juego en este aspecto. La iluminación también es francamente buena, haciendo que los escenarios sean más bonitos de lo que ya son. Para rematar, otros efectos secundarios como el humo son magníficos y tremendamente realistas.

La representación de la destrucción también es muy buena, aunque en cierto sentido me esperaba algo más de mejoría, y más tras el increíble trabajo de THQ en Red Faction: Guerrilla. Esto se debe a que no se ve de forma física cómo los trozos de los edificios destruidos se desplazan y saltan por los aires, ni las casas se derrumban de forma diferente, sino que son animaciones establecidas. Esto no quita que su representación siga siendo muy buena (sigue siendo una delicia volar las cosas), pero esperaba algo más de mejora.

Junto a este «problema» (que depende de los gustos de cada uno) se encuentra el clipping con los cadáveres de los enemigos, y es que no será nada raro ver que algún cuerpo atraviesa una valla de madera, o que un arma atraviesa un muro. Otro problema es la carga de algunas sombras o pequeños dientes de sierra en algunos objetos. A pesar de estos fallitos el apartado gráfico del juego es muy bueno, y se encuentra entre los mejores del género.

El auténtico sonido de la guerra

Si el apartado gráfico es muy bueno y representa fielmente la guerra, el apartado sonoro redondea el realismo del juego gracias a algunos elementos impresionantes. Para empezar los efectos de los disparos y las explosiones son atronadores, y ambos tienen una gran calidad y realismo. Para que os hagáis una idea, algunas explosiones nos dejarán con los oídos pitando (siendo un efecto del juego), pero su realismo es tan grande que parecerá que lo estamos sufriendo nosotros mismos.

El doblaje al castellano también es muy bueno, y afortunadamente mantiene las voces de la primera entrega. De esta forma los seguidores de la saga tendrán una sensación de continuidad que en algunos juegos se pierde por este detalle.

La música durante la campaña nos meterá en acción y se adecúa muy bien, aunque no esperéis ninguna pieza memorable ni nada por el estilo. Un detalle que me ha hecho bastante gracia es que durante la campaña (y al menos en la versión de PS3) podremos escuchar nuestra propia música, lo cual es un añadido interesante.

Conclusión

Battlefield: Bad Company 2 es uno de los mejores FPS bélicos y multijugador que hay en el mercado. Es tan simple como eso, ya que la campaña está bastante bien, el modo multijugador es sencillamente una maravilla y el apartado técnico es impecable. Los fallos que se le pueden achacar se encuentran el la campaña por algunos problemas secundarios y un guion demasiado simple, pero ni siquiera esto le hace sombra al título.

Así que si os gustan los FPS, os encantó la anterior entrega o buscáis un buen juego multijugador no os podéis perder este juego, ya que tiene todo lo que cualquier amante del género desea, y seguro que no es decepciona en absoluto.

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Comentarios

  1. buen analisis.desde que probe la beta me encanto,el unico defecto es el no poder tumbarse,el multi es una maravilla yo diria que a la altura que el todo poderoso call pero en algunos aspectos mas completo que este pero el modo campaña de el call es muy superior al battle mas intenso y emocionante.

  2. Grandísimo análisis 🙂
    Yo también prefiero Battlefield a Modern Warfare 2, me parece más guerra y menos fuegos artificiales, y encima los contenidos descargables son gratuítos frente a los 15 eurazos de cada mapa en el otro… vamos, no hay color.

  3. Gracias a todos! Y me uno a vosotros con lo de que Battlefield es mejor que Modern Warfare 2… y más después de todo lo que le critiqué en el «Merece o no la pena» jaja

  4. Felicitaciones por el gran Análisis, de este gran juego. Yo coincido con la mayoría, para mi muy superior que el MW2. Ya que en multijugador primero no tiene problema con los servidores, y en gráficos es mas realista. El apartado del sonido es lo que mas me ha llamado la atención el Battlefield me ha dejado Impresionado.

  5. Fanático de las sagas MOH y luego COD dixit… BC rules.

    Aunque tampoco hay que elegir, se pueden jugar todos ¿no?. XDDD

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