Antichamber

Hay juegos raros, pero los hay que son raros raros. Si una sensación te queda después de superar Antichamber es que nada es lo que parece. Ha llegado el momento de resolver puzles de formas que nunca antes habremos imaginados y que rozan nuestra capacidad de percepción. ¿Que una pared bloquea nuestro paso? Pues porque no resolver el puzle caminando de espaldas mirando la pared. Si no vemos la pared, es que no está ahi.

Ese es un ejemplo, entre muchos otros, de los tipos de solución que deberemos encontrar para avanzar en Antichamber, un juego de puzles no lineal con un aspecto claramente distintivo. De toques minimalistas y aspecto sencillo, nos sorprenderá con los retos que ofrece. El acompañamiento sonoro, casi inexistente inicialmente, irá ganando complejidad a medida que vayamos avanzando.


Uno de los retos de Antichamber es que la mecánica no se explica a priori. Uno tiene la sensación de estar sometido a una examinación del coeficiente intelectual, ya que a base de prueba y error tendremos que ir dando con las diferentes soluciones. Ante nosotros tenemos una escalera azul que sube, y otra roja que baja. ¿Cuál escogerás? Bajando por la roja nos volvemos a encontrar con las dos escaleras. Subiendo por la azul, pues también. Cuando ya hemos ascendido o descendido 30 niveles, ¿igual esa no es la solución?

A lo largo de Antichamber nos haremos con una serie de armas que permiten atrapar cubos de diferentes colores y propiedades. Inicialmente, atrapando cubos podremos realizar acciones como crear escaleras o abrir puertas poniendo los cubos en los huecos correspondientes. La cosa mejora con cada arma que encontramos, pero prefiero no adelantar ninguna sorpresa y no chafar la experiencia de descubrimiento a nadie.

Mientras avanzamos iremos encontrando varios carteles que, al apretar sobre ellos, desvelan una frase relacionada de forma más o menos sútil con el puzle que intentamos resolver. Si nos encallamos, siempre podemos darle a la tecla Escape para volver a la antecámara que da nombre al juego. Este lugar es donde empezamos y donde podemos encontrar el mapa de lo descubierto hasta ahora, así como ayuda y un listado de los carteles encontrados. Podemos volver cuando nos apetezca para viajar directamente a otro puzle que no hayamos resuelto.

Muchos han llegado a comparar Antichamber con Portal, al fin y al cabo en ambos juegos parece que nos sometan a un experimento creado por una mente febril. Sin embargo, Antichamber carece de guión, así que la historia tendremos que imaginarla. Rompecabezas tras rompecabezas, toda la satisfacción que conseguiremos es creernos más listos y avanzar un poco más. Mucho rato igual y a lo mejor nos apetece pegarnos un respiro, y retomar el juego al cabo de unas horas. Nuestras neuronas tienen un límite. Más de una vez llegaremos a caminos sin salida que no dejan más opción que darle al Escape para volver a la antecámara del mapa y escoger otra vía. No me cabe duda que este juego tendrá tantos amantes como detractores.

Pero acabaremos volviendo, principalmente atraidos por el componente psicologíco y los engaños causados por la geometría no euclideana de Antichamber. Bruce Alexander, su autor, se ha pasado los últimos cuatro años perfilando y puliendo este juego y el resultado final ciertamente no deja indiferente.

Antichamber se puede encontrar en Steam para PC, pudiéndose superar en unas 6-9 horas y un precio -poco popular- de 18,99€.

Ficha

  • Desarrollo: Alexander Bruce
  • Distribución: Demruth
  • Lanzamiento: 31/01/2013
  • Idioma: Inglés
  • Precio: 18,99 €

 

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