Estamos en una época dorada de remakes, al tratar varios de los juegos más icónicos de hace varias décadas con todo el respeto que se merecen. Esto lo podemos comprobar fácilmente con remakes que se centran más en los gráficos, como Crash N. Sane Trilogy o el próximo Spyro Reignited, otros que tocan un poco de todo, como Shadow of the Colossus, y otros que ofrecen una aventura completamente nueva basándose en la idea del original, pero cambiando prácticamente todo.
Este es el caso de Resident Evil 2, el esperado remake que se convirtió en una de las grandes sensaciones del pasado E3, al lucir de miedo, demostrar que la tercera persona sigue estando muy presente en la saga, y que Capcom sigue haciendo las cosas muy bien. El juego ya nos tenía ganados, y tras probar dicha demo del E3 en las oficinas de Koch Media, ya tengo claro que va a ser uno de los mejores juegos del año que viene.
Como seguramente habréis visto en los gameplays publicados en el E3, la demo nos muestra a Leon S. Kennedy, que acaba de llegar a la comisaria de policía de Raccoon City tras su encuentro con Claire Redfield. Desde el primer momento, Resident Evil 2 deja con la boca abierta, ya que la ambientación de la comisaría es para quitarse el sombrero. Tengo que reconocer que no jugué al original (sí, es uno de mis pecados videojueguiles junto a no haber jugado aún a Half-Life), con que no puedo comparar los escenarios renovados con los originales.
Lo que es evidente es que, a pesar de volver a la perspectiva usada en Resident Evil 4, en Resident Evil 2 el foco de atención es el terror, y no la acción. Sí, controlamos al mismo personaje en ambos juegos, pero aquí Leon es un novato, lo cual se nota en sus movimientos algo más pesados, no poder ejecutar brutales ataques cuerpo a cuerpo cuando noqueamos a los zombies, etc. De hecho, es la primera vez en un Resident Evil que he notado que la mejor estrategia era escapar en vez de hacer frente a los zombies.
La tensión es increíble durante toda la demo, ya que si bien el hall principal está iluminado y es nuestra zona segura, cuando accedemos al ala este u oeste tras abrir sus diferentes cerraduras, el terror comienza. Estas zonas están oscuras a más no poder, por lo que solo podremos ver gracias a nuestra linterna, mientras no paramos de escuchar ruidos provenientes del exterior de la comisaria, o lo más aterrador, de nuestros alrededores.
Cuando finalmente nos encontramos con un no-muerto, realmente te sientes en peligro. A pesar de su lentitud (lo que hace más viable todavía la táctica de esquivarlos), los zombies nos pueden sobrepasar como nos descuidemos, sobre todo si nos atacan 3 ó 4 a la vez. Hay un momento en la demo en el que, tras salvar la mitad superior de un compañero de policía, donde empiezan a salir zombies por delante y por detrás, por lo que te sientes tan atrapado como el propio Leon. Ponerte a disparar es una opción, pero las balas son escasas, y como fallemos en los tiros a la cabeza, nos podemos quedar indefensos. Porque sí, esta vez el cuchillo no lo tenemos de serie, sino que es un objeto que tenemos que conseguir, y encima se va gastando. Al menos, ahora podremos usarlo para defendernos si nos agarran, teniendo que recuperarlo después de re-matar al zombie.
Esta demo de Resident Evil 2 está pensada para una feria, por lo que solo permitía jugar durante 20 minutos antes de cortarse. En la primera partida sí que iba explorando todos los escenarios, descubriendo los muchísimos secretos que esconde la comisaría, como cerraduras basadas en acertijos para gastar una broma al novato Leon, paneles numéricos a los que les faltan teclas, puertas cerradas con llaves especiales y mucho más. Algunos acertijos son opcionales, con recompensas importantes como un cargador ampliado o los siempre útiles sprays de primeros auxilios, mientras que otros son obligatorios para avanzar en la trama, como los puzzles que nos dan una de las «monedas» que abren el pasadizo secreto del hall hasta las alcantarillas.
Recientemente me pasé Resident Evil VII, y hay bastantes aspectos que se mantienen, como la interfaz del inventario o las retículas al apuntar. Al mismo tiempo, se mantiene la gestión de inventario, ya que al poco tiempo estaremos llenos, teniendo que sacrificar algún objeto valioso si queremos recoger una llave clave, por poner un ejemplo.
Antes decía que visualmente Resident Evil 2 es increíble, pero donde más brilla el juego es en los pequeños detalles. Los modelos de los zombies impresionan de por sí, pero ver cómo reaccionan en tiempo real a nuestros ataques es increíble, como ver los cortes que hacemos con el cuchillo, o incluso ver cómo se les caen los brazos o las piernas si disparamos mucho a las extremidades. El efecto más bestial se consigue si usamos la escopeta, siendo muy satisfactorio reventar zombies cuando la situación requiere de acción en vez de huida. Otros detalles los tenemos en las animaciones, como ver a Leon quitarse a un zombie de encima después de haberle reventado y que por la inercia caiga hacia él, creando un espectáculo visual de mucho cuidado.
El sonido es también fundamental para crear una experiencia tan tensa como la que propone este remake, gracias a los ruidos constantes, que nos hacen ir con pies de plomo para que no nos sorprendan. En un momento, oí ruidos del exterior justo cuando pasaba por una ventana que no estaba tapiada, así que apliqué en ella los tablones que acababa de coger, para luego dar pasos y ver cómo aparecía un zombie justo por la ventana del fondo del pasillo. El mejor momento de terror en el que se unen los gráficos y el audio es en el ático, donde tenemos el primer vistazo de un licker muy fugaz a través de una ventana, y ese momento fugaz es suficiente como para que vayamos con más cuidado que la familia Stark en una boda.
Por si no se ha notado, esta toma de contacto con Resident Evil 2 me ha dejado totalmente enamorado, y hasta ha hecho que quiera probar el juego original como preparación para este remake. Es increíble lo tenso que es el juego, al mantener el terror visto en la última entrega de la saga en vez de volver a apostar por la acción más loca, haciendo que unos pocos zombies sean una amenaza tan grande como lo serían en la vida real. Al sumar un apartado técnico de lujo para crear una ambientación terrorífica y unos escenarios que piden a gritos ser explorados hasta completar todos sus acertijos, tenemos un remake que promete encandilar tanto a los que no disfrutamos el original en su momento, como a los que ya se adentraron en Raccoon City y vivieron para contarlo. Ahora solo queda armarse de paciencia y pensar estrategias anti-zombies, ya que el billete a Raccoon City del 25 de enero está más que garantizado.
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