Aunque Salem y Ríos no serán los protagonistas del esperado Army of Two: The Devil’s Cartel, gracias a la demo que está disponible desde hoy mismo podemos comprobar que la diversión durante los tiroteos y el factor cooperativo de la franquicia se mantienen intactos, pero que, a falta de conocer algo más de Alpha y Bravo, se echa en falta el sentido del humor de los anteriores protagonistas.
Pero vayamos por partes. La demo nos deja jugar un nivel que ya se mostró en parte cuando se anunció el juego en el último GamesCom, por lo que nos encontramos a Alpha y Bravo intentando abrirse paso por un edificio lleno de soldados de un cártel mejicano para poder rescatar a unos compañeros. Como os podéis imaginar, aquí nada de ir con sigilo, ya que las balas y los escombros estarán volando por el escenario desde el inicio hasta el final de la demo.
En esencia, nos encontramos ante un shooter normal y corriente. Podemos usar las coberturas, pasar de una a otra cuando están resaltadas, y desde ahí disparar a todo lo que se mueva. Si nos dañan, estamos un poco a cubierto y nos sanaremos solos.
Hasta ahí nada nuevo, y sinceramente, no esperéis ninguna novedad resañable en el género en esta demo. La saga sabe muy bien que es algo genérica, pero se aprovecha de ello con buenos momentos cooperativos. Ayudarse para escalar estructuras, realizar barridos o avanzar por una zona mientras el compañero da fuego de cobertura son algunas de las situaciones clásicas de la franquicia, y de las cuales podemos encontrar una representación algo más explosiva todavía.
Y es que si hay algo en lo que destaca el juego es en la destrucción. No, el edificio donde tiene lugar la demo no es destruido de manera sistemática por nuestros disparos como pasa en los Red Faction, pero al menos los trozos de hormigón de las columnas saltan por los aires, las coberturas como mesas acaban destruidas, y en definitiva, casi todo lo que pensamos que podemos destruir puede ser destruido.
Esto hace ganar mucha espectacularidad a la demo, y es que es innegable que ver cómo al mismo tiempo que acabamos con los enemigos, el escenario se va destrozando es algo de lo que es bueno.
Un detalle interesante es que dependiendo de cómo matemos (disparos a la cabeza, brutales ejecuciones cuerpo a cuerpo, etc), iremos ganando una serie de puntos, con los que se irá llenando una barra especial. Una vez esté al máximo, la podremos activar para hacer que nuestras balas sean explosivas, por lo que os podéis imaginar cómo aumenta el grado de caos y destrucción.
Aunque jugando solos la IA hace un trabajo encomiable, el juego claramente gana bastante al disfrutar de la demo con un amigo ya sea a pantalla partida o a través de Xbox Live. La ayuda humana la notaremos sobre todo con el único mini-jefe del juego, que aunque no supone ningún reto, siempre ayuda que uno de los dos atraiga su atención para que el otro lo acribille por la espalda.
Antes de entrar en la misión podemos personalizar el equipamiento de nuestro personaje, teniendo unos fondos limitados con los que comprar varias mejoras para las armas de serie del título. Aquí he notado que aunque las opciones parece que van a seguir siendo muy numerosas, algunas de las locuras de la anterior entrega como usar un cuchillo de cocina como bayoneta o una botella de plástico con silenciador se han perdido por completo.
Resumiendo, la demo deja un muy buen sabor de boca. La acción sigue siendo frenética, divertida y enfatizando los aspectos cooperativos, que es lo principal de la saga. Además, el mayor toque de destrucción hace que la acción sea todavía más espectacular, lo cual nunca está de más cuando ése es el objetivo de un shooter como este.
Sin embargo, Alpha y Bravo hacen poco en esta demo para superar, o como mínimo, igual a Salem y Ríos, por lo que ellos son lo que más preocupa de lo que, por lo general, apunta a ser un muy divertido lanzamiento para finales de este mismo mes.
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