Impresiones de la demo de Dead Space 3

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Aunque la demo de Dead Space 3 no saldrá oficialmente hasta la semana que viene, gracias a una promoción de Electronic Arts para los usuarios de Xbox 360, algunos ya hemos podido disfrutar de la demo de esta esperada secuela. Por desgracia, las primeras impresiones no es que sean muy positivas si lo que buscáis es una experiencia intensa como en la primera parte, ya que parece que los sustos van a desaparecer casi por completo para todo un espectáculo de acción.

Algo bueno de la demo es que se puede jugar tanto de manera individual como de forma cooperativa a través de internet. Si bien en el nivel disponible no se ve lo interesante del cooperativo (que un jugador sufra alucinaciones y el otro vea la realidad) o cómo puede afectar a la historia, la verdad es que este multijugador tiene mucho más sentido que el de Dead Space 2. Pero claro, hace que la demo sea todavía más fácil de lo que es.

La demo empieza con Isaac (junto a Carver, si es que jugamos en cooperativo) en una nave estrellada en el planeta helado donde tendrá lugar casi todo el juego. Nuestro objetivo es seguir avanzando por el único camino posible hasta reunirnos con los supervivientes de la nave en la que íbamos. El problema es que tanto los necromorfos como los fanáticos de la Efigie están empeñados que el planeta se convierta en nuestra tumba.

El nivel es completamente lineal, con un único camino para continuar y lo más preocupante: nula tensión. A pesar de que haya veces que la ventisca de nieve se haga más fuerte o que algún enemigo salga de la nieve, sencillamente no estás intranquilo todo el tiempo. Puede que sea la ambientación o lo obvio de por dónde van a salir los monstruos, pero la verdad es que esta demo no logra transmitir las mismas sensaciones de no estar a salvo como sí lo hacían las dos primeras entregas.

Algo importante en este aspecto es que llevamos munición para dar y tomar. Espero realmente que esto se deba a que en la demo quieren facilitarnos la vida, pero claro, al haber tantos recursos tirados por los escenarios, parece que los suministros no van a suponer un problema. Al menos en la dificultad normal, que es la única en la que podemos jugar.

Así que todo lo que podemos hacer es ir avanzando, matar a los necromorfos que aparezcan, superar la secuencia de QTE que hay, y seguir matando hasta el final.

En el apartado de los enemigos, la demo nos deja un buen repertorio de monstruos a los que cercenar con nuestras armas. Por un lado están los necromorfos normales y que ya conocemos de sobra, además de humanos transformados a los que hay que matar con cuidado para que no se transformen en una versión un poco más poderosa de lo que son de la manera normal. El pequeño jefe final no supone ningún problema, y es que la táctica de apuntar a los puntos amarillos de los enemigos para cortar sus extremidades sigue siendo la única manera de acabar con ellos.

Lo interesante viene después de este pequeño jefe. Primero, con un pequeño parásito que se mete en el cuerpo de los humanos que estén muertos, para resucitarlos como una especie de zombis que pueden usar sus armas de fuego para atacarnos. Para librarnos de ellos no sólo bastará acabar con su huésped, sino también con él una vez vaya en la búsqueda de otro cadáver. Éste es el enemigo que más me ha gustado de la demo.

Los humanos normales, por otro lado, son de lo más genéricos. Nos disparan con sus armas de fuego y nos pueden lanzar granadas que se ven desde lo lejos gracias a que brillan con un color naranja intenso. En estos enfrentamientos podemos usar el nuevo «sistema de coberturas», que casi ni debería llamarse así al basarse únicamente en poder agacharse tras varios obstáculos. Y encima tampoco es que sirva para mucho, ya que la puntería de los humanos es más bien nula.

El momento de acción más emocionante (pero por la acción) nos lo encontramos justo al final. Estamos atrapados en una zona con enemigos que no paran de venir, y hay un taladro gigante que se mueve por la sala sin control alguno. Nuestro objetivo es ralentizar el taladro, y así poder disparar al núcleo que está en su interior. Después, en el exterior aparece un enemigo de tamaño colosal, momento en el que se termina la demo.

Además de completar este nivel, la demo nos permite experimentar a placer con el sistema de mejoras y creación de armas, dándonos montones de recursos para hacer casi cualquier cosa. Añadir nuevos accesorios, mejorar las características del arma en cuestión o crearla desde cero son varias de las opciones que podemos realizar sin prácticamente ninguna complejidad, lo cual es de agradecer. Durante el nivel también podemos ver que ahora para mejorar el traje, lo haremos de forma general y no dependiendo de qué armadura llevemos. O al menos, eso es lo que parece. De esta forma, se irán subiendo de nivel las estadísticas del blindaje, la salud, la cinética para agarrar objetos, etc.

En definitiva, la demo de Dead Space 3 deja claras dos cosas: va a ser un gran juego, pero más dentro del género de la acción que del survival horror. Puede (y espero) que la demo, en un intento de llamar la atención de más usuarios, haya elegido este enfoque y por eso no hay más que tiros, pero tampoco lo veo muy probable.

Así que sí, técnicamente el juego es bestial (la nieve está muy bien hecha) y la jugabilidad responde a las mil maravillas, pero esa falta de tensión constante y de inseguridad no está por ningún lado en la demo. Esto es lo que más me ha decepcionado, ya que juegos de acción hay a patadas, y el toque de survival horror era algo que hacía la experiencia más memorable. Si esto se mantendrá o no en la versión final es una incógnita que podremos resolver el mes que viene, pero por desgracia, las expectativas que tenía depositadas en el regreso de Isaac Clarke se han reducido bastante.

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