Impresiones multijugador de Halo 4. Los Spartan Ops y War Games son pura diversión

Halo-4

Aunque la historia del Jefe Maestro va a ser muy importante (y espectacular) en Halo 4, la saga no sería lo que es sin su multijugador, y todo apunta a que nos va a traer más diversión que nunca con modos cooperativos y competitivos. Empezando por la primera vertiente, tenemos las Spartan Ops, que serán misiones pensadas para jugar con amigos en las que se irá narrando una historia por semanas, como si fuera una serie de televisión.

Hay planeados 10 capítulos, contando cada uno con sus 5 niveles, y como pasa con una serie, siempre habrá una hora concreta de la semana en la que podremos ver el nuevo episodio que hará avanzar la historia, para luego adentrarnos en el nuevo contenido completamente gratuito. Pero tranquilos, que todo se quedará siempre guardado, por lo que podremos acceder a todos los capítulos y misiones de todas las semanas anteriores a la actual.

Aunque todavía no hemos podido ver nada referente a la parte argumental de este modo, sí que hemos podido jugar a las dos primeras misiones, de unos 10 minutos de duración cada una.

En el primer nivel tenemos un mapa muy amplio a nuestra disposición, en el que hay varios objetivos clave que tenemos que destruir. Para acercarnos a ellos hay una gran cantidad de vehículos entre los que elegir, como jeeps, Ghosts o tanques del Covenant, por lo que se trata de una fase más bien motorizada. Al haber tantos objetivos, viene bien dividir los esfuerzos para que dos usuarios vayan a por un conjunto de enemigos, y los otros a por el resto.

En mi caso, cogí junto a un compañero el jeep, ya que si bien no es muy robusto y un tanque lo podría destrozar de un solo disparo, la torreta láser de su espalda lo hacía mortífero si había una buena cooperación entre el conductor y el artillero. La ingente cantidad de enemigos del Covenant hace que, jugando solos, sea un reto casi imposible, pero al contar con ayuda, todo se hace más divertido al participar en grandes batallas contra enemigos cada vez más poderosos según vamos cumpliendo los objetivos.

La segunda misión cambia estos amplios escenarios desérticos por unos más pasilleros, que combinan más las estructuras alienígenas con esta ambientación desértica. Aquí, al ir codo con codo con los otros tres Spartan, la cooperación se hace más imprescindible si cabe, ya que cada vez hay más enemigos, y llevan mejores armas.

El cénit del nivel se encuentra al final, cuando nos enfrentamos a un montón de Elites armados hasta los dientes, y junto a las armas tradicionales hay un par de armas devastadoras (como el rifle de francotirador) esenciales para garantizar la supervivencia del grupo.

Así que en líneas generales, este modo es una combinación de niveles tradicionales de la campaña con el modo «Tiroteo» de las últimas entregas, ya que nos enfrentaremos descaradamente a oleadas de enemigos. Sin embargo, al haber cierta progresión y objetivos diferentes, aunque a la larga hagamos lo mismo (matar enemigos junto a nuestros amigos), la verdad es que el resultado es más divertido. Y si encima logran contar una historia entretenida y complementaria a la del Jefe Maestro, pues mejor todavía.

De aquí pasamos al modo «War Games», o el multijugador competitivo de toda la vida. De todos los modos disponibles, solo pudimos echar una partida a un «Todos Contra Todos» (Slayer), con la variación de que el jugador en racha queda marcado como Rey y se obtienen más puntos al eliminarle.

El mapa escogido para esta matanza fue Ragnarok, que es completamente «nuevo» y esconde una sorpresa bastante interesante: un robot bípedo llamado Mantis. Así es, junto a los jeeps, quads, Ghosts y Banshees que podemos pilotar, de vez en cuando aparecerá en el mapa un Mantis que claramente nos dará una gran superioridad respecto a los demás usuarios. Junto a este vehículo, también aparecerán dos armas muy potentes de forma aleatoria: el rifle de francotirador (puede salir en cualquiera de las dos bases del mapa) y el lanzacohetes, juguetitos que pueden venir de perlas para abatir a quien se haya hecho en control del Mantis.

Como en los anteriores Halo, la velocidad con el mando a la hora de disparar y conseguir los disparos a la cabeza serán esenciales para volver a alzarse con la victoria, y es que la esencia y la diversión del multijugador de la saga se mantienen intactas.

Cuando juguéis a este nivel seguro que os parece familiar, ya que es una revisión del clásico nivel multijugador «Valhalla», y la verdad es que es toda una delicia el nivel.

Una de las principales novedades del multijugador será el sistema de progresión para ir desbloqueando armas y habilidades. Aunque no pudimos ver esta característica, Frank O’Connor nos aseguró que seguirá habiendo muchos modos de juego en los que las armas seguirán estando en el mapa como en los Halo anteriores. Por tanto, esta personalización servía para dar un sentido de progresión a los usuarios. A su vez, al poder desbloquear armas de antemano, se puede acceder más fácilmente a las armas favoritas de cada uno, siendo las básicas desbloqueables al poco de empezar a jugar.

En nuestra partida siempre empezábamos con las mismas armas, por lo que es una buena señal que el multijugador no se va a «Call of dutizar» como muchos nos temíamos.

Gráficamente, el título se comporta igual de fluido y espectacular que en el modo campaña, por lo que estamos de nuevo ante rápidos y emocionantes tiroteos incesantes.

Así que si la campaña apunta maneras, el multijugador no se queda atrás en absoluto, haciendo en su conjunto un increíble paquete que promete convertirse en el rival a batir en todos los sentidos posibles en el género estas navidades. Ahora solo falta la parte dura, que es esperar hasta el 6 de noviembre para poder probar a fondo todo lo que ofrecerá Halo 4.

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