Probamos Kinect en «Estrena Serrano»…¡Kinect funciona!

Hoy ha sido un día muy completito, porque además de la Japan Weekend (muy pronto todo lo que hemos visto allí) nos hemos ido a la Calle Serrano madrileña, que por fin se ha abierto tras montones de obras, y lo ha hecho a lo grande con montones de eventos para que la gente disfrutara al máximo. Entre estos eventos, Microsoft ha puesto su granito de arena al dar la ocasión a los jugones que se pasaran por la zona de jugar nada más y nada menos que al esperadísimo Kinect. Tras esperar un par de horitas de cola por fin pudimos ver el prometedor sensor con cinco de los juegos de lanzamiento: Kinect Adventures, Kinect Joy Ride, Kinect Sports, Kinectimals y Dance Central. Por desgracia, por falta de tiempo sólo pudimos probar éste último, aunque logré hacerme una muy buena idea del resto de títulos.

El juego estrella fue sin duda Kinect Adventures, en el que había disponibles el minijuego de la lancha y de una especie de tren lleno de obstáculos. El primero estaba pensado para ser jugado en cooperativo, ya que los dos jugadores tenían que moverse al mismo tiempo para que la balsa se moviera mejor y saltara más alto. El del tren era por contra de temática competitiva, y en él había que usar nuestro cuerpo para coger todas las monedas posibles al mismo tiempo que se evitaban los obstáculos. En este juego se podía notar cómo la detección de movimientos es lo suficientemente buena como para que el personaje mueva el brazo o la pierna como nosotros lo hagamos, aunque también era un gran ejemplo del problema más preocupante en los sensores de movimiento: el lag. No es que fuera muy grande, pero algo menos de un segundo se nota. Por esa razón estos minijuegos no es que sean extremadamente complejos. Eso sí, eso no quita que la gente se lo pasaba en grande con ellos.

Con Kinect Sports pasaba lo mismo en los minijuegos del volleyball y el ping-pong. Los movimientos se detectaban muy bien, pero un pelín más tarde de lo que se hacían. Además, había otro problema de físicas, ya que había veces en el ping-pong en el que no parecía que la bola diera de forma coherente a la paleta, pero simplemente por hacer un movimiento cercano a la bola se devolvía el golpe.

El otro gran éxito fue Kinect Joy Ride, el juego de karts para el sensor. En este juego la respuesta parecía bastante buena, ya que el único movimiento que había que hacer era poner los brazos como si sujetáramos un volante, y girarlo dependiendo de la dirección que quisiéramos tomar. Para coger el turbo los contoles respondían muy bien, estando el mayor problema en la activación de los objetos especiales que se cogían a lo largo de la carrera. De Kinectimals directamente no se pudo ver nada, ya que no funcionaba bien al ser una versión beta más antigua.

Y así llegamos a Dance Central, el juego que más alergía parecía dar ya que nadie lo quería probar excepto este Desconsolado, y para ser sincero, fue el que más satisfecho me dejó. Ya desde la selección de partida en el menú se notaba que Harmonix había cuidado mucho el juego, ya que en lugar de tener que dirigir la mano por la cámara hasta que al final se posara sobre la opción que queríamos resaltar como en el resto de juegos, aquí simplemente había que estirar el brazo derecho a un lado, y según lo fuéramos bajando o subiendo nos íbamos moviendo por el menú. Para seleccionar lo queríamos tan solo había que doblar el brazo hacia nosotros. Simple, pero tremendamente eficaz y rápido.

De esta forma seleccioné la archiconocida canción «Poker Face» de «Lady Gaga» en dificultad normal para empezar a bailar. Al igual que en el juego Just Dance de Wii, tenemos que hacer todo lo que haga el personaje en pantalla. Así es, en este juego no controlamos los movimientos de un monigote, sino que simplemente somos captados por la cámara para ver si lo hacemos bien o mal. Esta captación la vemos en nuestra silueta en un pequeño rectángulo encima de por donde pasan los movimientos a realizar. Estos pases de baile son sencillos en un principio, pero cuando de vez en cuando cambian nos pueden jugar una mala pasada. Un aspecto que me gustó es que hacia el final de la canción había un fragmento de «Estilo libre», en el que veíamos a nuestra silueta sobre un fondo psicodélico, para cuando terminara ver un vídeo a cámara rápida de lo que hemos hecho en este fragmento, siendo completamente desternillante. Así logré conseguir una puntuación 4 estrellas y media, eso que los juegos de baile siempre se me han dado mal.

Concluyendo, Dance Central no me ha defraudado en absoluto, ya que mantiene la calidad de los anteriores trabajos de Harmonix, y además es tan preciso que pilla todo lo que hacemos al instante al no tener que representarlo en un personaje. Con el resto de juegos tampoco puedo opinar demasiado porque ciertamente no los llegué a probar, pero por lo que se veía había algo de retraso, aunque eso no quitaba que fueran divertidos. Así que, ¿funciona Kinect? Definitivamente sí. ¿Es casual? Por supuesto, pero la tecnología funciona (que era algo que dudaba), y solo queda ver si algún desarrollador tiene una buena idea para un juego que atraiga a los amantes de la acción y similar, ya que será entonces cuando Kinect triunfará. De todas formas, podéis esperar unas impresiones más detalladas para la Gamefest de un par de semanas antes del lanzamiento del aparato el próximo noviembre.